Caímos en la alfombra de la sala, totalmente rendidos después de limpiar toda la casa.
Victoria: ésta casa parece más pequeña de lo que en realidad es…- dijo riendo.
Samuel: lo sé… nunca la había limpiado, siempre contrataba a alguien que lo hacía.
Ella se giró y besó mis labios.
Samuel: amor lo había olvidado… tienes que llamar a tu hermana, está muy preocupada.
Victoria: la llamé mientras estabas limpiando la sala- suspiró- la extraño mucho, bueno a todos a Sara, a Daniel hasta a Mauricio… Pero sobre todo a Nicolás ¿Cómo está?
Samuel: hermoso y cada día más grande... Te juro que a veces está a punto de decirme papá pero todos me toman por loco.
Victoria: me lo imagino… debe ser hermoso que alguien que amas te diga papá.
Samuel: lo sé, pero tú algún día sentirás lo mismo cuando te llame mamá- ella sonrió feliz- y no extrañaras a nadie porque muy pronto estaremos de nuevo en casa…- me quedé en silencio unos segundos y después me senté sobre la alfombra- Victoria hay algo que debes saber.
Victoria: ¿Qué pasa?- preguntó levemente preocupada.
Samuel: ¿Recuerdas que hace tiempo Miranda fue a buscar a Nico?- asintió- después de eso no se apareció hasta hace unas semanas… llegó a casa y me amenazó con quitarme a Nico- ella me miró preocupada- traté de llegar a un acuerdo con ella pero me propuso casarme con su sobrina y... - ella me miró sorprendida y se levantó poco después- Victoria…- me acerqué a ella
Victoria: ¿Aceptaste?- asentí y ella suspiró.
Samuel: de momento si y creo que eso nos ha ganado algo de tiempo… yo no quería perder a Nico y creí que era la única manera pero Daniel sigue buscando opciones.
Victoria: ¿Por qué con su sobrina?
Samuel: es una larga historia… yo antes estaba comprometido con ella pero me engañó y fue cuando llegué a la ciudad junto a Edith.
Victoria: ¿La quieres?
Samuel: no amor, claro que no. Yo te amo a ti y a nadie más.
Victoria: pero ella si te quiere...
Samuel: no…ella tiene pareja, incluso está embarazada de su novio pero Miranda también la amenazó y por eso aceptó- ella asintió con la mirada baja- mi amor pero ahora que te tengo conmigo no arriesgare lo que tenemos, encontraremos la manera de no perder a Nico.
Victoria asintió y yo la abracé fuerte.
Minutos después de estar así fuimos hasta la cocina donde cenamos animadamente.
Samuel: me duele todo el cuerpo… de verdad no sabía que esto era tan cansado- ella rio levemente y se acercó a mí colocando sus brazos en mi cuello.
Victoria: hagamos algo… alistaré el jacuzzi mientras tú te duchas- me dijo entre besos.
Samuel: mejor dejemos que se llene sólo mientras tú y yo nos duchamos- ella sonrió.
Victoria: perfecto… vamos- me dio un último besó y se levantó.
La seguí segundos después y ella comenzó a preparar el jacuzzi.
Victoria: listo, podemos….
La giré y tomé sus labios lentamente, ella rodeó sus brazos tras mi nuca.
Bajé mis besos a su cuello y ella comenzó a suspirar mientras acariciaba mi cabello.
Regresé a sus labios y comenzamos a caminar hasta la habitación. En el camino quité su blusa y ella quitó mi playera.
Nos separamos y ella me miró sonriendo coqueta para después sentarse en la cama y recostarse sobre sus codos mordiendo levemente su labio inferior
No lo pensé más y me abalance sobre ella apoderándome de sus labios de nuevo.
Comencé a descender regando besos por todo su cuerpo hasta llegar a la altura de sus jeans.
Desabotone su pantalón y comencé a deslizarlo por sus piernas. Me separé un poco hasta contemplarla en ropa interior.
Ella se sentó y comenzó a desatar mi cinturón para después hacer lo mismo con mis pantalones me levanté y los saqué completamente.
Me sonrió y volví a recostarme sobre ella. Minutos después al fin nos habíamos librado de todas las prendas que cubrían nuestro cuerpo.
Rodeó sus piernas en mi cintura y arañaba mi espalda delicadamente.
Me posicione para entrar en ella y segundos después comencé a sentir el delicioso placer que ella me daba.
Me movía rápidamente pero con cuidado dentro de ella quien gemía y jadeaba delicadamente.
De un momento a otro ella se colocó sobre mí y apoyó sus manos en mi pecho para comenzar a moverse.
Varios minutos después comencé a sentir que estaba a punto de llegar al límite.
Victoria se movió más lento para después colapsar sobre mi pecho sin dejar de menear sus caderas hasta que sentí mi propia liberación en su interior.
Trataba de recuperar el ritmo de mi respiración mientras acariciaba su espalda y sus piernas.
Cuando nuestra respiración se controló giré quedando ahora sobre ella quien me miró, acaricié su mejilla y aparte el mojado cabello que cubría su rostro.
Samuel: te amo bonita…- dije con cara de tonto enamorado.
Victoria: te amo monstruo- besó mis labios- ¿Vamos al jacuzzi?
Asentí sonriendo para después besar sus labios, me levanté con cuidado y ella rodeó sus piernas en mi cintura.
Comencé a caminar hacia el jacuzzi en el cual entramos para entregarnos nuevamente y demostrarnos nuestro gran amor uno al otro.
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