Capítulo 30

El camino a casa fue tranquilo Nico se durmió al instante.

Estacione el auto y bajé a mi bebé con cuidado para después llevarlo a su habitación, Victoria se quedó con él mientras yo regresé al auto por las maletas.

Subí a mi habitación de nuevo y comencé a desabotonar mi camisa. Sentí unas décadas manos acariciando mi pecho desde atrás y unos finos labios besando mi hombro.

Victoria: Nico duerme como un ángel de nuevo- susurró y yo sonreí.

Samuel: gracias bonita… - me giré, tomé su rostro entre mis manos y la besé tiernamente.

Victoria: ya dormí al bebé... pero ahora es tu turno- acarició mi pecho.

Samuel: ¿Me vas a dormir?- dije riendo.

Victoria: todo lo contrario- dijo coqueta, tomó mi mano y comenzó a caminar hacia la cama.

Se recostó sobre la cama y yo me recosté sobre ella para después apoderarme de sus labios, ella correspondió a mi besó y rodeó sus brazos tras mi nuca.

Libramos nuestro cuerpo de todas las prendas que llevábamos.

Me separé de ella un poco y admiré su rostro, el brillo en sus ojos y su hermosa sonrisa.

Acaricié su mejilla y ella suspiró.

Samuel: te amo mi amor- ella acarició mi rostro y jugó con el cabello de mi nuca.

Victoria: yo te amo a ti Samuel…- besé sus labios antes de unirnos físicamente.

Una unión que se sentía tan especial como si fuera la primera.

Suspiraba y gemía cerca de mi rostro mientras susurraba los te amo y las palabras que no pude decirle éste tiempo.

Me quedé sobre ella tratando de no lastimarla hasta que nuestras respiraciones se controlaron

Besé sus labios y salí de ella para después acostarme a su lado y atraerla a mi cuerpo.

No hacía falta decir nada, habíamos demostrado todo lo que sentíamos así que simplemente nos abrazamos y regalábamos caricias hasta que ambos caímos en un profundo sueño

Cuando desperté la luz del sol iluminaba toda la habitación.

Abrí mis ojos y frente a mí estaba la mujer más linda que había visto. Besé sus labios y ella comenzó a despertar.

Samuel: buenos días bonita- sonreí.

Victoria: buen día monstruo- suspiré

Samuel: esto no parece real… soñé tanto con despertar y tenerte conmigo que ahora me parece otro sueño.

Victoria: es real mi amor- sonrió- estamos juntos y esto es real- besé sus labios y lentamente me coloqué sobre ella. Nos besamos hasta que un agudo gritó nos separó- eso también es real.

Samuel: yo voy con él- dije riendo y me levanté.

Llegué a la habitación de mi bebé y él ya estaba totalmente despierto y de pie en su cuna, al verme dio pequeños saltos y sonrió.

Samuel: buen día hijo…- lo tomé en mis brazos- pero que sonrisa tan linda.

Llegué a la habitación y prácticamente Victoria lo arrebató de mis brazos para llenarlo de besos y mimos antes de alimentarlo y cambiarlo, Nico sólo reía con los besos de Victoria.

Desayunamos tranquilamente y después me preparé para regresar a la constructora, en estos días se habían acumulado muchas cosas pendientes y aunque Daniel y Samuel me ayudaban había cosas que sólo yo podía atender y para eso agradecía la compañía de Ana que siempre me apoyaba en todo y me hacía las cosas un poco más fáciles.

Samuel: amor ya me tengo que ir- ella estaba en la sala jugando con Nico sobre la alfombra- regresaré lo más pronto posible… avisé al guardia del fraccionamiento y vendrá a revisar que todo esté bien al menos cada hora… tendré mi celular siempre conmigo por si necesitan algo y… creo que es todo… ¿Quieres que le pida a Daniel que venga también a revisar?

Hablé bastante nervioso pero me moría de pánico dejarlos solos en casa con ese loco suelto y capaz de quién sabe qué cosas.

Victoria: mi amor sólo te faltó conseguir al ejército- dijo divertida.

Samuel: lo intenté pero no cedieron – ella me miró con los ojos abiertos- es broma…- me incliné para besar sus labios- me preocupan mucho.

Victoria: estaremos bien- sonrió

Samuel: lo sé- me incliné para besar el rostro de Nico- adiós campeón- besé los labios de Victoria- adiós bonita… llamaré en un rato.

Salí de casa y subí a mi auto para dirigirme a mi trabajo.

A la hora de la comida ya había cumplido casi con la mayoría de mis pendientes.

Daniel entró a mi oficina algo molesto.

Samuel: que carita ¿Qué tienes?

Daniel: mal día eso es todo… además tengo noticias que no sé si sean buenas o malas.

Samuel: ¿Qué pasa?

Daniel: la audiencia se adelantó para mañana, tenemos que estar ahí a las 10.

Samuel: pero es muy pronto… aun no estamos preparados y necesitamos…

Daniel: Samuel saldrá bien, estuve hablando con los testigos y todos aceptan declarar a tu favor, además varias maestras y padres del kinder que te conocen te apoyan, el estudio económico está listo y eres completamente estable para mantener a un niño… lo tenemos todo listo amigo.

Samuel: muy bien- suspiré más tranquilo- ¿Entonces qué tengo que hacer?

Daniel: nada, ve a casa a pasar el día con tu hijo y tu novia… Prepárense y mañana nos vemos en el juzgado… lleva algo de ropa para Nicolás...por simple requisito.

Samuel: muy bien, entonces me voy… muchas gracias amigo- abracé a Daniel.

Daniel: ganaremos Samuel… mi ahijado no se separará de nosotros… por mí bien debemos ganar.

Samuel: ¿Por tu bien?- dije alegre.