Al llegar a casa me encontré con un alegre bebé observándome desde el corral que tenía en la sala, él volteó y al verme en la puerta gritó emocionado y yo solté todo lo que llevaba para tomarlo en mis brazos.
Samuel: ven acá campeón- besé su mejilla- ¿Qué tal te portaste he?- él solamente reía- ¿Dónde está Victoria?- miré a todos lados hasta que sentí que alguien cubría mis ojos.
Me giré y ella besó mis labios.
Victoria: hola monstruo- me abrazó- te extrañé.
Samuel: yo a ti bonita… - me acerqué a besarla hasta que el niño que llevaba en brazos comenzó a quejarse y alejó mi rostro de ella- oye… - dije riendo
Victoria: él defiende lo suyo - tomó a Nico y besó su mejilla mientras caminaba a la cocina.
Samuel: ¿Qué no eras solo mía?- pregunté alegre.
Victoria: de los dos- sonrió- ¿Cuidas a Nico prepararé la cena?
Samuel: mmm mejor lo hacemos los tres juntos- dije mientras lavaba mis manos.
Preparamos una deliciosa cena y puse a enfriar una botella de vino, al terminar nos sentamos frente a la mesa y acerqué la sillita de Nico para sentarlo junto a nosotros.
Victoria: mi amor… de pronto te pusiste muy serio- tomó mi mano y suspiré.
Samuel: Daniel me avisó que la audiencia se adelantó para mañana- ella me miró sorprendida- yo sé que podemos ganar pero la simple posibilidad de perder a Nico me inquieta mucho.
Victoria: te entiendo… Pero si eso llegara a pasar podemos apelar y como última instancia podremos estar con él aunque sea un poco… pelearemos por ser parte de su vida ¿ok?- asentí y ella besó mi mejilla- estás cansado, termina de cenar y vamos a dormir.
Samuel: me encanta la idea…
Media hora después estaba en mi cama leyendo un libro mientras esperaba a la mujer más hermosa de todas.
Victoria entró pocos minutos después con un sonriente bebé en brazos.
Victoria: ¿adivina quién tiene batería completa y no quiere dormir?- dijo sonriendo y se sentó junto a mí colocando a Nico en el centro de la cama.
Samuel: parece que tendremos una pijamada… - hice cosquillas en la barriga de mi bebé
Jugamos un rato para después dormir los tres juntos como la familia que somos.
Nico estaba en medio de nosotros mientras yo pasaba mi mano sobre él y tomaba la mano de Victoria. Mi hijo se acurrucó contra mi pecho y yo dormí de lo más tranquilo al tenerlos a ambos conmigo.
Desperté al sentir unas pequeñas manitas sobre mi rostro y besos húmedos en mi mejilla.
Abrí mis ojos y el rostro de mi bebé estaba casi sobre mí, parece que notó que había despertado porque sonrió mostrando la ausencia de dientes que había en su sonrisa. Me incorporé en la cama y lo tomé para sentarlo cobre mi pecho.
Samuel: buenos días campeón- besé su mejilla.
Giré mi rostro y Victoria aún permanecía dormida.
Samuel: despiértala bebé - hablé a Nico. Él comenzó a gatear hasta acercarse a Victoria y despertarla de la misma manera que lo hizo conmigo.
Victoria despertó y me sonrió después de saludar a Nico
Victoria: ¿Estás listo mi amor?- acarició mi mejilla.
Samuel: creo que sí- ella depositó un beso en mis labios.
Victoria: todo saldrá bien…
Mientras ella trataba de calmar la angustia que sentía, Nico jugaba con un pequeño muñeco, balbuceaba y manoteaba sonriendo de vez en cuando, completamente inocente a la situación. Me ofreció su juguete y yo lo tomé para jugar con él.
Samuel: eso espero, tengo mucho optimismo además confío en Daniel y en que todo saldrá bien.
Le regresé el muñeco a Nico y él segundos después me ofreció de nuevo el muñeco.
Victoria: está noche dormiremos los tres juntos ya lo verás- me acerqué a besar sus labios.
Nos separamos al instante muy asombrados y ambos miramos al alegre bebé que estaba frente a nosotros.
Victoria: ¿Lo escuchaste?- preguntó feliz.
Samuel: ¿Dijo papá?- Victoria asintió y yo comencé a reír emocionado mientras abrazaba y besaba a mi bebé quien obviamente no comprendía la enorme emoción que estaba sintiendo justo ahora.
Victoria: fue una hermosa motivación.
Samuel: ahora sí estamos listos para lo que sea… ¿Verdad Nicolás?- jugué con las manitas de mi bebé.
Horas después me encontraba sentado frente al juez que decidiría el futuro de mi familia, junto a mí se encontraba Daniel, que en este momento era el abogado Herrera.
En la mesa de un lado se encontraba Miranda junto a un abogado que parecía muy cómodo, como si tuviera la situación en sus manos.
La parte demandante comenzó la sesión y el abogado de Miranda comenzó a hablar de la maravillosa madre que fue para Edith y de la estupenda abuela que sería para Nicolás.
Escuchaba sus estúpidos argumentos mientras la rabia carcomía mi ser al escuchar cada mentira que ese hombre decía, al mismo tiempo que Miranda sonreía con pedantería.
Daniel se mostraba bastante calmado con la situación y yo no entendía cómo podía estar así, pero suponía que era la actitud que debía tener en un caso como éste.
Abogado: … al señor Rodríguez no le bastó con persuadir a la señorita Fuentes para abandonar a su madre y llevarla lejos de ella, sino que ahora pretende apartar al pequeño de la señora Miranda… quien es su único familiar y quién se asegurará de su bienestar.
Estuve a punto de levantarme y protestar pero Daniel tomó mi brazo para detenerme.