Hoy tenía que ir a la oficina, a pesar de que quería pasar la mayor parte del tiempo junto a mi familia y ocupándome de buscar a Nico, mi constructora también necesitaba atención, había algunos problemas que yo debía tratar personalmente, mi equipo ya se había esforzado mucho por mantenerse estos días.
En cuanto entré al edificio todos me miraban con algo de lástima, la misma mirada que vi en los padres que estaban en el kínder el día que esta pesadilla comenzó.
Ana: Samuel buen día... ¿Cómo estás?- me preguntó con un poco de cautela.
Samuel: estoy bien a pesar de todo... Victoria está embarazada- dije sonriendo.
Ana: ¡Felicidades! al fin una buena noticia- me abrazó.
Samuel: lo sé, ahora solo quiero que Nico regrese para estar en paz al fin.
Ana: pronto lo encontrarán, estoy segura.
Samuel: gracias.
Daniel: amigo no te esperábamos por aquí- dijo saliendo de su oficina.
Samuel: solo vengo a solucionar algo... ¿Con quién se quedaron las chicas?
Daniel: en casa con Ángela y Sofía, creo que Mauricio irá en algunas horas.
Samuel: muy bien, entonces iré a trabajar... quiero terminar lo más rápido posible.
Me despedí de Ana y Daniel y caminé hasta mi oficina.
Pasaron varias horas hasta que al fin terminé mis pendientes.
Mi celular comenzó a sonar, cuando vi que se trataba de mi amigo contesté rápido.
Samuel: Hola amigo ¿qué pasa?
Mauricio: Samuel perdóname, alguien llamó a Victoria y solo dijo que iría por Nico antes de irse- dijo apurado.
Samuel: ¿qué? ¿Porque lo permitiste?- me levanté de golpe de la silla.
Mauricio: no pude hacer nada, salió demasiado rápido y se llevó mi auto.
Samuel: ¿sabes a dónde fue?
Mauricio: Parece que fue a su viejo departamento, las llaves no están, ya llamé a la policía.
Samuel: iré a buscarla gracias.
Tomé mi saco y salí corriendo de ahí, no podía molestarme con Mauricio, conocía a Victoria y mi amigo no hubiera podido detenerla de todas formas.
Es una mujer muy decidida y no hay manera de detenerla cuando quiere algo, sobre todo si ese algo tiene que ver con Nicolás.
Me estacioné detrás del auto de Mauricio y entré al edificio, no había tiempo de esperar el ascensor y subí las escaleras corriendo.
Llegué al cuarto piso y caminé con cuidado hasta el último departamento.
La puerta estaba entreabierta y al acercarme a abrir me llené de terror al ver a Victoria sentada en el sillón frente a Paco quien le apuntaba con un arma.
Él me miró y sonrió con maldad.
Paco: vaya el príncipe valiente tardó más de lo que esperaba.
Victoria volteó a mirarme y el miedo en sus ojos llenos de lágrimas me partió el corazón.
Samuel: ¿qué quieres ahora?- comencé a acercarme con cuidado.
Paco: nada, honestamente solo vine a hablar... pero entra, ponte cómodo, siéntate junto a la dama.
Me senté junto a Victoria sin quitarle los ojos de encima a ese imbécil.
Tomé la mano de Victoria y ella me apretó con fuerza.
Paco: bien... hablemos- se sentó frente a nosotros.
Victoria: dijiste que tenías a Nico ¿dónde está?- dijo con coraje.
Paco: si, sobre eso... te mentí linda perdón- dijo sonriendo.
Victoria: eres un...- trató de levantarse pero se lo impedí.
Paco: tranquila cariño... controla a tu fiera - dijo burlándose, estaba haciendo mi mayor esfuerzo para controlar mi furia- y bien. ¿Les gustó el obsequio que les envié?
Samuel: ¿qué hacías tú con el oso de mi hijo?
Paco: pues, al principio lo robé para controlar a Victoria pero no funcionó y se los envié pues... para divertirme un poco- dijo riendo.
Victoria: ¿porque lo secuestraste?... Nico no es el culpable de que no regresé contigo- dijo casi llorando. Paco comenzó a reír.
Paco: cariño... esto no tiene que ver contigo- trató de tocarla pero la aferré a mí, Paco me miró sonriendo- nunca se trató de ti Victoria.
Victoria: ¿entonces qué es lo que quieres?- él sonrió y me miró.
Paco: pregúntale a tu noviecito- lo miré confundido y él sonrió - no lo recuerdas ¿cierto?
Samuel: no sé de qué hablas- él suspiro algo exasperado.
Paco: ¿recuerdas a Joaquín Arrona?
Samuel: ¿el novio de Sofía?
Paco: ese mismo ¡el que asesinaste para quedarte con la chica!- me miró furioso- era mi hermano mayor.
Samuel: ¿qué? Yo no hice eso.
Paco: no me mientas... es demasiada casualidad que él desapareciera y meses después su novia ya esté comprometida contigo.
Samuel: Miranda arregló esa boda, yo no sabía de él hasta hace poco.
Paco: casi te creo- sonrío con ironía- siempre quise vengarme... nada de esto tiene que ver con Victoria, ella fue una... bonita casualidad- sonrió pero en un instante se volvió serio de nuevo- todo es por tú culpa. Me quitaste a mi hermano para quedarte con su novia y después me quitas a Victoria... que por cierto eso sí debo agradecerte, la conocí gracias a ti- lo miré sin entender lo que decía- pero que mala memoria tienes... un día fuiste a la plaza comercial, había una chica pelirroja que tenía problemas con su auto, bueno más bien con el viejo auto de su madre. El príncipe Samuel tan noble como siempre, se detuvo para ayudarla ¿lo recuerdas?
Miré a Victoria sorprendido, ella era la chica que me dejó embobado por varios días. Una hermosa desconocida a la que ayude y nunca más volví a ver a pesar de haberla buscado tanto.