Samuel: ¡Victoria!- traté de reanimarla pero no tenía respuesta.
Ángela y el médico se acercaron hasta ella.
Samuel: está embarazada por favor ayúdenlos - un enfermero acercó una camilla y yo la levanté hasta colocarla en aquella cama.
Los médicos se la llevaron y yo traté de seguirla hasta que uno de ellos me lo impidió y no tuve más remedio que soltar su mano y permitir que ellos se la llevaran.
Me quedé parado frente a esa puerta algunos minutos, no podía comprender como todo cambio de inmensa felicidad por encontrar a mi hijo a una angustia terrible por saber de Victoria y nuestro bebé.
Sentí que alguien tocaba mi hombro y cuando me giré vi a Sara, ella me sonrió tratando de darme algo de paz.
Le devolví la sonrisa y la abracé tan fuerte como su abultado vientre me lo permitía.
Sara: estará bien… es normal en un embarazo.
Samuel: eso espero, de verdad no soportaría perder a alguno de ellos.
Sara: no lo harás Samuel- se separó de mí- vamos, volvamos con los chicos.
Caminamos hasta mis amigos y junto a ellos encontré a Blanca, acababa de llegar junto a Regina, ella me miró y se acercó a mí para abrazarme.
Blanca: ¿Cómo está Nico?- una leve sonrisa escapó de mis labios al pensar en mí bebé.
Samuel: está bien, parece que ya se está recuperando sólo se deshidrato un poco- ella asintió y miró a todos lados.
Blanca: ¿Dónde está Victoria?- suspiré.
Samuel: se la llevaron para revisarla… se desmayó hace algunos minutos, pero parece que está bien.
Blanca: ¿Cómo que se desmayó?- me preguntó preocupada.
Samuel: si, bueno es que… está embarazada- dije con una sonrisa en el rostro.
Blanca: ¿De verdad?- preguntó feliz- felicidades Samuel- me abrazó cuidando de no hacerle daño a Regina- ... entonces es normal, yo me desmayé varias veces los primeros meses de embarazo.
Samuel: eso espero…
Blanca: que bueno que lo que ese infeliz le hizo a mi hermana no tuvo peores consecuencias… no sabes la ilusión que tenía Victoria de tener un bebé contigo- sonreí.
Samuel: yo también… aunque te confieso que no lo teníamos planeado por ahora, pero no pudo ocurrir en mejor momento, esa noticia nos dio fuerza para no rendirnos y encontrar a Nico.
Blanca: ¿Lograron atraparlos?- negué.
Samuel: Paco se disparó en el departamento de Victoria y Miranda murió al intentar escapar.
Blanca: es una pena…- asentí.
Ángela: Samuel…- habló a mi espalda, me giré y todos se acercaron.
Samuel: ¿Cómo está Victoria?
Ángela: está bien, es un síntoma común en el embarazo, además fue un día bastante complicado para ella.
Samuel: ¿Y Nicolás?
Ángela: ese chiquito ya está más que listo, de hecho para eso te busco ¿Qué te parece llevar a Nico junto a su mami? Creo que a los cuatro les vendría bien estar juntos.
Samuel: claro que sí Ángela…- dije completamente feliz.
Ángela: entonces vamos- la seguí hasta una habitación donde había algunas cunas y camas para niños pequeños, algo parecida a la habitación en donde estuvo Nico cuando enfermó, pero en ésta ocasión los niños se veían más alegres que los de aquella vez.
Ángela: aquí es a donde traen a los bebés que darán de alta, siempre es bueno observarlos un poco más- dijo sonriendo- ahí está tu chiquito.
Desvíe mi mirada hasta una pequeña cama con barandales de protección en la que estaba Nicolás jugando con unos cubos de plástico, apenas levantó la mirada soltó todos los juguetes tratando de ponerse de pie sobre la cama.
Pa… pa… papapá…
Mi corazón comenzó a latir desbocado, miré a Ángela quien sonreía y cuando asintió prácticamente corrí hasta aquella cama.
Samuel: hola campeón, no sabes cuánta falta me hiciste - lo aferré a mi pecho mientras besaba su pequeña cabeza, simplemente disfrutaba del contacto que hacía su pequeño cuerpo con el mío, de su delicioso olor y de la suavidad de su piel.
Ángela: bueno ¿y qué les parece si vamos a ver a mami?- la miré y asentí sonriendo.
Caminé detrás de mi amiga hasta entrar a una pequeña habitación, Victoria estaba recostada de espaldas a la puerta.
Al verla Nico emitió un grito provocando que Victoria se girara con una hermosa sonrisa en sus labios, y un brillo único y maravilloso en sus ojos.
Me acerqué a ella y tomó a Nico de mis brazos para abrazarlo y llenar de besos su rostro.
Samuel: ¿Cómo estás?- acaricié su cabello.
Victoria: ahora de maravilla…
Me recosté junto a ella con Nico en medio de nosotros quien se acurrucó en el pecho de Victoria, pasé mi brazo detrás de la cabeza de mi amada para acercarla aún más a mí y coloqué mi mano libre sobre la espalda de Nicolás quien estaba sobre el vientre de Victoria abrigando a su hermano bajo su cuerpo.
En mis brazos tenía lo más preciado para mí, mi familia estaba completa al fin.
Ellos eran mi todo, mi motivo de vida y la alegría de mi corazón.
Victoria levantó su cabeza y me miró sonriendo.
Samuel: ¿Qué pasa?- le dije acariciando su mejilla.
Victoria: te amo- dijo mirándome directamente a los ojos, algo en mi interior brincó de la emoción, mi corazón le pertenecía a esa hermosa mujer y ya no había manera de retroceder, mi amor por ella es mucho más grande que mi voluntad.
Samuel: te amo bonita- besé sus labios lentamente, disfrutando de las caricias que sus labios regalaban a los míos.