Cambio Radical

Capítulo 45

 

Casi un mes había pasado desde que esa horrible pesadilla terminó, ahora todo estaba como antes, como nunca debió dejar de ser.

 

Victoria y yo estábamos felices, ella ya tenía casi tres meses de embarazo y estábamos disfrutando de esta etapa al máximo, me encargaba personalmente de cumplir todos sus caprichos y sus antojos, incluso los más extraños.

 

Por otra parte Sara y Daniel ya estaban a punto de tener su bebé, y mi amiga estaba como loca preparando todo para la llegada de la pequeña Valeria, mientras tanto mi amigo se moría de miedo conforme la fecha se acercaba.

 

Y lo entendía porque ya he pasado por esto junto a Edith cuando Nicolás nació, sin embargo cada bebé es distinto y ese miedo no se extingue nunca.

 

El pánico de tener a una criatura en tus brazos que depende completamente de ti te cambia la vida. Las decisiones que tomas ya no te afectan solamente a ti, ya le afectan a una personita que sin saberlo, exige lo mejor de ti día a día.

 

Una responsabilidad de por vida, pero también te permite conocer el amor más puro que puedes recibir de alguien.

 

La sonrisa de tu bebé en la mañana es suficiente para alegrarte el día, y una simple palabra de cuatro letras, papá, parece enorme cuando es emitida por su boquita con ausencia de dientes y te da la fuerza necesaria para derribar cada muro que se pone en tu camino, todo eso y más describen la maravillosa pero aterradora experiencia de ser padre. Una experiencia que repetiría muchas veces siempre y cuando sea con Victoria, mi pelirroja bonita.

 

Llegué a casa después del trabajo, era mi momento favorito del día: Llegar a mi casa y disfrutar de mi familia el resto de la tarde.

 

Entré en silencio y dejé las llaves del auto sobre la mesa que había junto a la puerta.

 

Escuché la voz de mi prometida y me dirigí hará el salón, en donde Victoria estaba sentada en el sofá con Nico parado frente a ella sosteniendo sus manos.

 

Victoria: anda Nico, una vez y ya di Victoria... Vic...to… ria - le hablaba tiernamente, pero mi hijo sólo la miraba sin comprender lo que decía.

 

No pude evitar sonreír ante esa hermosa escena.

 

Samuel: Hola mis amores- ellos me miraron y me acerqué sentándome junto a Victoria- hola campeón... - saludé a mi bebé y después lo puse en el piso donde él comenzó a caminar tambaleante hacia el rincón donde estaban sus juguetes. Me giré hacia mi novia y besé sus labios- Hola bonita.

 

Victoria: Hola amor- roce su nariz con la mía y ella sonrió- ¿cómo te fue?

 

Samuel: muy bien, estuve explicándole a Mauricio algunos movimientos de la empresa, pero parece que ya lo tiene dominado... en poco tiempo podrá dirigir la constructora sin problema.

 

Victoria: ¿estás seguro que quieres dejar tu empresa? Es tu esfuerzo Samuel... es muy importante para ti.

 

Samuel: amor serán solo unos meses, como máximo un año... La empresa si es importante, pero mi familia ahora es mucho más importante... - coloqué mi mano sobre su vientre- quiero estar con ustedes en cada momento... - ella sonrió y besó mis labios- además no la dejaré por completo, algunos días iré a ver cómo va todo, pero confió en Mauricio y en Daniel completamente- dije acariciando su mano- ¿cómo van los preparativos?

 

Victoria: muy bien... ya lo tenemos casi todo, solo faltan algunos detalles... y el vestido, queremos dejarlo para el final, no tiene caso cambiar medidas ahora si en unos días aumentaré unos centímetros.

 

Samuel: mi amor pero casi no se nota... - ella me miró- bueno la verdad yo no veo diferencia.

 

Victoria: yo sí, no en el vientre pero si en otras partes de mi cuerpo.

 

Samuel: y no sabes cómo me encanta- susurré besando detrás de su oreja, ella sonrió y se sonrojó un poco.

 

papá... agua... papapa

 

Me separé de ella y frente a mí estaba mi hijo.

 

Victoria: es injusto... Quiero que diga mi nombre- hizo puchero.

 

Samuel: no desesperes ya lo aprenderá - besé su mejilla- voy por su biberón- me levanté y fui a la cocina a preparar la leche de Nico.

 

Al regresar al salón la escena de hace un rato se repitió.

 

Victoria: Victo...ria, ándale aunque sea solo Vic, lo que tú quieras.

 

Nico la miraba fijamente y después soltó una carcajada mientras Victoria suspiraba desesperada.

 

Samuel: amor por eso no sabe tu nombre, él no te conoce de esa manera - sonreí sentándome de nuevo junto a ella.

 

Victoria: ¿entonces cómo?

 

Samuel: Hijo... Nico- llamé a mi bebé y él me miró aun sosteniéndose de las manos de Victoria- ¿dónde está mamá?

 

Él sonrió ampliamente mostrando sus escasos dientes, después miró a Victoria.

 

Mamá... Mamá...

 

Gritó flexionando y estirando sus pequeñas piernas.

 

Victoria lo miró incrédula y las lágrimas se asomaron en sus ojos.

 

Tomó a Nico y lo cargó abrazándolo tiernamente.

 

Después lo dejó en el piso de nuevo y él se alejó tranquilamente hacia sus juguetes.

 

Victoria besó mis labios tomando mis mejillas, parecía muy feliz.

 

Una maravillosa sonrisa iluminaba su rostro.

 

Victoria: no sabía que podía decir eso- dijo limpiando sus lágrimas.

 

Samuel: estuvimos practicando un poco- dije encogiéndome de hombros- aunque no lo había dicho antes... Por fortuna no me quedó mal- dije sonriendo.

 

Ella me miró y negó sonriendo para después pegar su frente a la mía.

 

Victoria: te amo monstruo- acarició mi mejilla.

 

Samuel: te amo bonita mía - besé sus labios lentamente disfrutando del dulce sabor de ellos hasta que un grito exigente nos hizo separarnos.



#5524 en Novela romántica

En el texto hay: familia, amor, padre

Editado: 06.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.