Caminaba detrás de Victoria, tomando su cintura con mi brazo mientras cubría sus ojos con mi otra mano.
Victoria: Samuel vamos a perder el vuelo- dijo riendo.
Samuel: tranquila amor, aún tenemos tiempo... ¿recuerdas que te dije que tenía dos sorpresas para ti?
Victoria: si...
Samuel: pues hoy venimos por tu otra sorpresa- susurré en su oído.
Victoria: ¿en serio?... ¿qué es? Ya déjame ver
Samuel: aún no... Unos pasitos más, no seas ansiosa- caminamos un poco más y cuando al fin estábamos frente a la gran casa susurré en su oído- ¿estás lista amor?
Victoria: si...
Quité la mano lentamente y cuando abrió los ojos por completo una enorme sonrisa apareció en su rostro.
Samuel: ¿te gusta?
Victoria: me encanta... ¿es nuestra?- me miró sonriendo.
Samuel: si tú quieres si... será nuestro hogar.
Victoria: está preciosa.
Samuel: ¿Quieres verla por dentro?- asintió feliz.
Abrí la puerta y había un recibidor muy lindo, los colores de la casa eran cálidos y hogareños.
Samuel: mira aquí podemos poner la sala... - dije entrando al salón- por allá está la cocina y el comedor... - tomé su mano y caminamos hasta la hermosa cocina y el enorme espacio para el comedor.
Victoria: es enorme...
Samuel: lo sé, pero es adecuado por si tenemos visitas y para todos nuestros hijos.
Victoria: ¿Todos nuestros hijos?- dijo sonriendo.
Samuel: claro... sé que por ahora sólo tenemos dos, pero quiero al menos veinte.
Victoria: ¿veinte?- dijo riendo.
Samuel: bueno, tal vez no tantos... pero si quiero una enorme familia contigo- sonreímos y besé sus labios.
Victoria: ¿Y esta casa tiene habitaciones para tus veinte hijos?
Samuel: claro, eso es lo mejor tiene muchas habitaciones principales y varias más pequeñas, pero la mejor es la nuestra ¿Quieres verla?
Victoria: si, vamos- tomé su mano y subimos las escaleras hasta llegar a una puerta doble.
Entramos y había una enorme habitación, tenía espacio para la cama, las mesas de noche e incluso para una sala, en el techo había un tragaluz que permitía que la luz natural entrará en iluminará toda la habitación.
Victoria: mi amor esto tiene el tamaño de mi departamento...- dijo observando todo.
Samuel: un poquito - abrí la puerta de cristal que estaba en frente y entramos a una gran terraza desde donde se podía observar el jardín y la piscina que había ahí- aquí podemos poner algunas sillas y ver las estrellas o desayunar por la mañana.
Victoria: me gusta...
Samuel: también hay un baño muy lindo que estoy seguro será de mucha utilidad éstos meses... - ella rio y rodeó sus brazos en mi cuello.
Victoria: me encanta... es la casa más bonita que haya visto.
Samuel: bueno aún falta firmar unos papeles, pero prefería esperar a que la vieras y si no te gusta compramos otra y ya está.
Victoria: no, ésta es perfecta- besó mis labios.
Samuel: regresando de nuestra luna de miel comenzamos a amueblarla... quiero que la decores a tu gusto- ella sonrió.
Victoria: gracias mi amor... gracias por todo lo que me has dado, y no hablo únicamente de lo material... sino de la felicidad que me haces sentir, los amigos que ahora tengo gracias a ti y por la hermosa familia que estamos formando... gracias por traer a mi vida a Nicolás; por el bebé que estamos esperando y por los dieciocho hijitos que nos faltan- dijo riendo y la imité.
Samuel: gracias a ti bonita, por enseñarme lo que es el verdadero amor y por siempre darme fuerza para seguir adelante a pesar de todo lo que nos ha pasado- limpié su lágrima- te amo mucho esposa y te juro que te lo demostraré cada día de nuestras vidas.
Sonrió y capturé sus labios en un tierno beso.
Terminamos de recorrer la casa, vimos todas las habitaciones y las áreas comunes.
Después llegó el notario y firmé los papeles que faltaban, nos entregó las llaves de nuestra nueva casa y se fue después de felicitarnos.
Lo acompañé hasta la puerta y cuando regresé Victoria estaba en el jardín, me acerqué a ella y la abracé por la espalda.
Samuel: ¿Nos vamos?... Tenemos que tomar un vuelo- susurré en su oído acariciando su vientre.
Victoria: voy a extrañar mucho a Nico.
Samuel: yo también, pero es solamente una semana, además él estará tan feliz con Ángela y Mauricio que apenas y nos va a recordar- Victoria sonrió.
Victoria: eso espero.
Samuel: además ¿Qué mejor que una pediatra calificada para cuidar de nuestro bebé?- ella se encogió de hombros con una linda sonrisa- anda esposa... vamos a celebrar nuestro matrimonio.
Ella sonrió y se giró quedando frente a mí, acarició mi mejilla y me miró a los ojos.
Victoria: te amo monstruo...
Samuel: yo te amo a ti bonita- tomé su cuello suavemente y acerqué sus labios hasta los míos comenzando un lento y dulce beso.
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