Camelie | Namjin *completo*

Final

 

Dos Semanas Después....

 

La casa estaba a oscuras siendo levemente iluminada por el brillo de la luna que se encontraba en todo su esplendor esa noche. Todos se hallaban en sus habitaciones durmiendo, descansando del arduo día de trabajo que habían tenido.

El rubio se encontraba durmiendo plácidamente, estaba agotado, todas sus articulaciones dolían por haber pasado mayoría del día practicando coreografías para el nuevo show que pronto presentarían. Su pecho subía y bajaba a la par de su respiración, estaba tan tranquilo, relajado hasta que sintió un brazo rodear su cintura que lo terminó sacando de su ensoñación.

—¿Qué haces aquí?-pregunta adormilado.

— Bebé... Te necesito-le contesta el castaño depositando húmedos besos a lo largo de su cuello.

—¿En serio? ¿A esta hora?-dice con sorna.

—Bebé... tengo tiempo sin sentir tu cuerpo-le revela frotándose contra el rubio para que notará su estado de excitación.

Namjoon al ser consciente del deseo del mayor cambia la posición en que estaban colocándose arriba del castaño, cuando mira su rostro un intenso cosquilleo se apoderó de su zona baja.

Jin estaba jadeante, sus ojos dilatados gracias al deseo, su delicada piel se hallaba bañada con un furioso rubor, el rubio tenía la boca hecha agua ante tal imagen, no podía rechazar al castaño, no cuando se le estaba ofreciendo con tal disposición que excitaba cada fibra de su ser.

Desesperado, arrasa con la boca del castaño, eran un guerra de lenguas para ver quién tenía el control, sus manos acariciaban sus cuerpos sin pudor alguno, puesto que ya conocían cada curva, cada lunar, cada punto sensible que los hacían aullar de placer.

Embriagados por el deseo, comienzan a deshacerse de sus ropas en el proceso se besaban, arañaban y saboreaban su piel, marcandose querían recordarse que aún se pertenecían, que a pesar que estaban enojados se seguían amando.

Solo quedaba una prenda que se interponía en su camino, el castaño ansioso toma la tela empezando a deslizarlas por las caderas del rubio pero este lo detiene agarrándolo por la muñeca.

—¿Por qué paras?-interroga confundido al ver que el rubio se había levantado de la cama encendiendo la luz.

—Se me quitaron las ganas-dice con simpleza mientras recoge la ropa que estaba esparcida por todo el suelo para después lanzarle al castaño su pijama para que se vistiera.

—¿Cómo?- estaba incrédulo.

—Creo que tanto tiempo en abstinencia me ha vuelto un monje-le explica a la vez que desliza por sus piernas el pantalón de su pijama ocultando la evidencia de su excitación.

—No Joonnie, eso es mentira tú eres una máquina...

—Lo siento cariño pero ya no siento aquella chispa.-el rubio lo interrumpe antes de que terminara de formular aquel comentario tan vergonzoso.

—Joonnie... Eso no puede ser verdad-se lamentaba el mayor sin poder creer lo que estaba escuchando.

—Esto es culpa de tu tonta lección

—Pero bebé solo quería...

—Pero nada Jin, ahora te toca sufrir-lo corta antes que le volviera a recitar ese estúpido argumento.

—Nam tú no me puedes hacer esto...-rogaba caminando hacia el chico.

—Claro que si Jinnie, si tú me lo hiciste por tres semanas ¿Por qué yo no podría hacer lo mismo contigo?

—Nam no...-suplica

— Ahora te toca esperar hasta que a mí me den ganas de hacerlo

—Namjoon... No lo hagas por favor-gimotea necesitado siguiendo al rubio quien se dirigía hacia la puerta de la habitación.

—Si Jinnie, puede que pasen días o incluso semanas para que vuelva aparecer mi apetito sexual-se burla mientras abre la puerta.

—No me hagas esto...

—Lo siento bebé pero ahora te toca a ti- lo saca de su habitación cerrandole la puerta en la cara.

 

A la Mañana Siguiente...

 

—!Te odio Kim Namjoon!-espeta el castaño malhumorado sentado en uno de los sofás de la sala.

—¿Qué dijiste bebé?-pregunta el nombrado cuando estaba pasando por allí acercándose hacia donde estaba el mayor.

—¡Qué te amo con todo mi ser!-le dice con una sonrisa más falsa que la inocencia de Jungkook.

—Cariño... ¿Por qué eres tan tierno?-lo elogia acariciando una de sus mejillas.

—¿Me vas a dar cariñitos?-pregunta esperanzado colocando un tierno puchero en sus labios.

—Nop-responde con malicia a la vez que se aleja del castaño.

—¡Ahhh! !Te odio!-grita frustrado.

— Y yo te amo Cariño-dice antes de irse riendo de la habitación.

—La venganza si que era dulce...-pensaba el rubio con satisfacción.

 

Fin...

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En el texto hay: amor, bts, namjin

Editado: 19.06.2021

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