Camelina

Cubrir necesidades

Al girar mi celular para ver quien marcaba, me doy cuenta que es mi mamá, decido posponer la llamada y me dirijo rápidamente a la puerta. Al abrir notó que no había nadie, pero al bajar la mirada estaba delante de mis pies una caja con unos snacks y bebidas. Recogí la caja y regresé a mi departamento.
-Mientras observaba la caja pensaba ¿Qué raro? ¿Quién lo abra dejado ahí? Tal vez sea un obsequio de bienvenida, por parte del alquiler del edificio. Dispongo de algunos bocadillos y después de un rato le regresó la llamada a mi mamá.
-Hola mami ¿Cómo estas? Mi mama exaltada respondía
-Camelina ¿Porque no respondías? ¿Qué no sabes cuanto me preocupó? En todo el día ni un mensaje me mandas, para saber como te encuentras.
-Perdón, estaba ocupada buscando trabajo.
- Ya encontraste algo, creo deberías regresarte al pueblo este fin de semana.
- ¡NO! ¡Jamas!, bueno si pero por lo pronto ¡No!, ¡Ya encontré empleó!
-Enserio, y que beneficios tienes, el sueldo es mejor que lo que te pagaban aquí.
-Bueno, pues la verdad el sueldo no es mucho, pero ya hice cuentas y me ayuda para cubrir mis necesidades.
-De que se supone que vas a trabajar, ¿En qué área estarás?
-De recepcionista en un hotel pero es temporal.
-Camelina, recuerda que te fuiste a la gran ciudad, para ejercer tu carrera y si no va ser ese el caso, es mejor que regreses de inmediato.
-Mamá, ya te dije que es temporal, mientras encuentro un trabajo, que concuerde con lo que estudie. Bueno me despido porque mañana comienzo a trabajar.
Al terminar la llamada con mi mamá, me levanto del sofá, y comienzo a dar vueltas por toda la casa, pongo ambas manos sobre mi cabeza, y cambió mi cara de preocupación a una de angustia y digo en voz alta;
-¡Diablos! ¿Como le voy a decir? ¡Que prometí quedarme en ese empleo un año!. ¡Cuando se entere! ¡Le va dar el patatius! La regañada que me va poner.
Me vuelvo a sentar y decido tranquilizarme -Pues mientras no le diga nada, total quien le va decir. Después de estar un rato con en celular, decido descansar.
A la mañana siguiente, despierto a las 6:30 a.m., me bañó y cepillo los dientes, preparó mi loche y dispongo a salir muy deprisa, saludo al portero, para posteriormente dirigirme a la parada del autobús. En el trayecto no sucede nada interesante, después de unos minutos me encuentro por fin frente a mi nuevo trabajo, al llegar saludo a Chonito y observó que Virginia ya se encuentra en recepción y me dirijo a saludar.
-Buenos días, Camelina, veo que eres muy puntual.
-Buenos días, si me gusta llegar temprano y la verdad todavía no me acostumbró a los tiempos de los autobuses y como dicen por ahí mujer prevenida vale por dos.
-Me sonríe -Muy bien esa es actitud que me gusta de mis empleados. -Que te parece si continuó enseñándote desdé la computadora todo lo que necesitas saber.
-Le sonrió y mientras tanto me enseña durante una hora, muchísima más información del hotel.
Después se despide y me deja sola en recepción. Aunque el hotel fue muy concurrido durante el día, no sucede nada interesante.
Así pasaron varias semanas y mi rutina era la misma, de mi departamento a mi trabajo y viceversa.
Cumplía mi primer mes trabajando en el hotel, era sábado por la noche y Virginia no llegaba eran aproximadamente las 8:30 y no podía dejar la recepción sola. Me dirijo a la entrada del hotel para observar si llegaba. Después de media hora entro con un señor de unos 40 años, alto apiñonado, vigoton, algo fortachón, ambos se miraban pasados de copas y me dijo;
-Perdona la tardanza, pero no te preocupes te pagaré tiempo extra. 
-Le sonrió y le digo que no pasa nada, posteriormente me despido y me marcho rápidamente del lugar.
Al salir puedo notar, que las calles se miraban obscuras y me dirijo con mucha prisa a la parada del autobús, pero para mi mala suerte no pasaba ninguno y después de esperar por una hora opté por regresar caminando.
Tenía mucho miedo, ya que entre mas caminaba mas obscuras se volvían las calles, a lo lejos puedo observar que venían detrás de mi, dos hombres borrachos así que decido, cruzarme de banqueta y caminar mas de prisa, pero de pronto logro percibir que venían siguiendome, así que comencé a correr y los dos hombres se fueron corriendo detrás de mi, hasta que me arrinconaron en un callejón.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.