Camila Y Juan

CAPITULO 5 – Cartas De Amor

CAPITULO 5 – Cartas De Amor

 

 

Invierno 1791

1ero Diciembre

Mansión Robinson

Londres Inglaterra

 

Mi Querido Señor Smith:

            Hoy usted ha partido a cumplir con su deber; con honor y honrar, por el Rey, la Reina, por nuestra libertad, nuestra tierra, por nuestro Dios.  Este hecho embargué en mí dos sentimientos.  Uno es de orgullo y el otro es para mí es muy difícil de escribir, pero en estos momentos me gustaría que no fuera un soldado tan honorable y desertara al Ejército Imperial de Inglaterra para que se quedara a mi lado.  Sé que este sentimiento esta errado, no es digno de una Lady, que me degrada ante sus ojos y me hace indigna de su amor y admiración.  Pero desde que me comunico que tendría que partir para la guerra, me he sentido condenada a morir.  No puedo pensar que le pase algo y la tortura de saber que no podre verle, escucharle y tener la certeza de que está a salvo me hace pensar y sentir de esta formar.

             Perdone mi momento de debilidad y si lo he ofendido.  Usted,  mi querido Juan sabe que jamás lo ofendería, actuaria y pensaría ninguna injuria en su contra.  Sabe que lo tengo en muy alta estima, que mi corazón es suyo para siempre.

            Hoy ha venido el oficial de correspondencia del Ejército y por petición de mi hermano han dejado su correspondencia conjunto con una carta para mí.  Su carta no he tenido la imprudencia de leerla, pero he leído la misiva que era para mí.  En ella su madre expresa el deseo de que vayamos a visitarla y así usted pueda presentarme a su familia.  Por adelantado su madre se disculpa por las incomodidades que pueda yo sufrir si me es permitido ir a visitarla con usted.  Estoy segura que mi padre no tendrá inconvenientes en dar su venia para que conozca a mi futura familia.  Al terminar de escribir estas cartas le escribiré a su madre para acordar la fecha de la llegada a su casa. Le dejare saber que no tiene que hacer ningún preparativo especial por mi llegada, me preocupa que crean que soy una perezosa, orgullosa  arrogante y porque no decirlo inútil.  Les comunicare que usted al partido a cumplir con su deber y por eso no irá en ese momento. 

            Desde hoy le escribiré todo los días, aunque no estoy segura de poder enviárselas.  Pero se las daré a su regreso.  Así sabrá cuanto lo abre extrañado y deseado su compañía.  No deseo extenderme en mi carta, para que usted tenga oportunidad de descansar y comer apropiadamente.  Solo le deseo que regrese a mi lado con bien para nuestra boda. Que lo extraño y recuerde que siempre está en mis pensamientos y mi corazón siempre suyo.

Lady Camila Robinson

 

20 De Diciembre

Invierno 1791

Batallo 13

Campamento Destacado en Liverpool

 

Querida Lady Camila:

            Hoy he recibido su carta y me ha llenado de felicidad.  Ha sido un rayo de sol en  tanta oscuridad y este frio infernal.

            Lady Camila, mi Lady jamás la considerare indigna de mí.  Usted es la persona más digna, bondadosa, inteligente y caritativa que he conocido; y fue más valiente que cualquier otra mujer.  Porque otra en su lugar habría hablado para lograr que no cumpliera con mi deber.  Y si a usted esa debilidad que confiesa le hace indigna de mi; pues yo tendré que decir que yo también seria indigno de usted, ya que si me hubiera rogado que no fuera a cumplir con mi deber no lo habría dudado un solo segundo en complacerla.  Usted tiene un carácter y fuerza interior que no debió de tener ya que nació en cuna de oro y por lo tanto debió ser una persona prepotente, caprichosa e insensible.  Por ser como eres tienes todo mi corazón.

            En cuanto a visitar a mis padres me gustaría, desearía ir y estar contigo.  Mis padres son humildes; pero con mucha educación.  Ellos te harán sentirte como en casa y parte de la familia.  En cuanto a que mis padres crean que eres inútil y cualquier otra cosa que no es cierta.  Cuando mis padres tengan el placer de conocerla sabrán por qué la he elegido como la madre de mis hijos.

            No sé si podre escribirle pronto, ya que el correo tarda tanto y podría ser peligroso para nosotros.  Pero deseo que no se preocupe por mi y su hermano.  El Lord Robinson se encuentra muy  bien.  El me ha otorgado el privilegio de estar a su lado como segundo al mando para nuestro batallón.

            Ahora me despido, solo deseo decirle que mi corazón es suyo por siempre, que la tengo siempre en mi mente, alma y corazón.




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