Revisé de nuevo el precio de las criptomonedas, aunque el precio de Ethereum seguía creciendo, había otra criptomoneda que subía mas rápido, Dogecoin. Tenía dos opciones, esperar a que Ethereum alcanzara a dogecoin, o poner mi capital en dogecoin, opté por la segunda opción, poner mi capital en dogecoin.
- ¡YA ES ORA DEL ALMUERZO! –gritó mi madre.
Bajé al comedor y empecé a comer.
- Compras demasiadas cosas ¿Has encontrado una forma de ganar dinero? –preguntó mi madre.
- Estoy invirtiendo en criptomonedas -respondí.
- Espero que no ayas abandonado la idea de estudiar derecho, ahora que puedes ganar dinero de otra forma.
- Si algo he aprendido en la escuela de derecho –interrumpió mi hermano Brian- es que la única forma de ganar buen dinero, es ser servidor público. Cualquier otra forma es enriquecimiento ilícito.
- ¡LO QUE SEA QUE ESTÉS HACIENDO! –gritó mi madre- ¡DEBES ABANDONARLO!
- ¡YA SOY MAYOR DE EDAD! –grité- ¡PUEDO HACER LO QUE QUIERA! ¡ME LARGO DE AQUÍ!
Me levanté de la silla y me fui de la casa.