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Para ella todo esto no era más que una broma pesada gestada por el señor que caminaba a su lado con paso calmado. Dirigiéndola desde la espalda hasta una calle más arriba donde tenía estacionado su automóvil, ya que en el fondo deseaba no generarle inconvenientes mayores.

Todos los jóvenes de la iglesia se la quedaron mirando con un enorme signo de interrogación en el rostro, y es que, con la estatura, el color de ojos y el tono de piel del jefe-jefe, era fácil deducir que mínimamente no era de la ciudad. Ya que las gentes en esta eran producto del mestizaje generado desde la colonia por siglos, en los cuales los rasgos más comunes variaban entre los tonos de piel morenos y los cabellos crespos. Las personas como Gracia de piel clara con cabello lacio por lo general o procedían del interior del país o poseían ascendencia sabanera, que para el caso de ella coincidía en ambos aspectos.

Clarísimo que el tipo llamaba la atención. Todo un galán. ¡En buena hora!

- Señor, veo que ya está recuperado. Me alegra mucho. Sin embargo, me permito recordarle que yo no soy su amiga, mucho menos de la categoría de “querida” y creo que hoy pasó los límites de nuestra relación laboral.

- Sube al auto, por favor – le dijo abriéndole la puerta.

- Puedo irme caminando, siempre lo hago.

- Por favor, sube. Dentro del auto puedes continuar con toda la sarta de reproches que se te ocurran.

Después de otras tres negativas, ella finalmente se subió al auto. Y cuando estaba preparada para lanzar todo su arsenal él le entregó una carpeta.

- Esto se encuentra listo desde el mismo día en el cual te quité el proyecto. No te lo presenté de inmediato porque necesitaba la firma de uno de los accionistas- y porque me encanta verte enojada, pensó- el proyecto que tú planteaste a lo mucho va a tener una vida de un año, después de allí tendrías que estar resignificándolo  a la espera de que se apruebe o no para continuar con tu vida laboral, lo cual me pareció desgastante para una persona que aspira a una beca de maestría en TICs. Eso lo sé porque revisé tu hoja de vida. – Aclaró al ver que intentaría interrumpir- generalmente lo hago con quienes trabajan por proyecto. Allí se te propone pasar al área de turismo en donde hay una vacante de medo tiempo como interprete, ya que se supone que estas capacitada en esa área, y se te otorga la beca Puertos C.B. para tus estudios. Con un trabajo de medio tiempo, puedes cumplir con tus horarios de estudio y pagar tus gastos adicionales. Esa es la razón de la decisión que me sacó de tu círculo íntimo de mejores amigos.

Sentía que toda la información le caía como un torrente de agua.

- Nunca ha estado dentro de mi círculo íntimo de amigos- dijo tratando de pensar cómo justificar ahora su berrinche, ahora si parecía una infantil tontilla de escuela secundaria.

- ¿Cómo que no si hasta compartimos un helado?-  mas que una pregunta era casi una afirmación con un gesto irónico de sorpresa.

- Usted me compro un helado, no lo compartimos. Solo lo ayudé a escoger una camisa que igual no le gusta.

Me gusta la camiseta negra que me escogiste- suspiró- Gracia, sabía que te molestarías, no te puedo negar que pensaba disfrutarlo, es divertido verte enojada, sin embargo, es real que he estado enfermo, aspecto que me impidió gozar de mis hazañas. Lo siento, era mi intención comunicártelo después del lanzamiento del proyecto de manera que no duraras enojada tanto tiempo conmigo.

- Me molesta que me vea la cara de tonta- los ojos se le enrojecieron- sé que solo soy la empleada pasante del área de comunicaciones, pero eso no le daba derecho a jugar con mis emociones. Yo le comenté de algunas de mis dificultades a nivel congregacional, ahora usted solo se rio de mí. Aun así, me preocupó que no fuera a trabajar, por eso le escribí. Entonces resulta que hoy viene y me hace sentir peor.

El corazón de Gerardo se estremeció al ver la sincera tristeza de la joven.