Camino A Casa. En ti encontré mi hogar

24

Durante los días consiguientes las diversas situaciones a las que debieron enfrentarse en la empresa variaron entre la implementación de las acciones iniciales del proyecto, buques retrasados, el accidente de una grúa pórtico cuyo operador soltó el Spreader en la bahía, entro otras cosas. La agitación era general.

La señorita Gómez aprovechaba en los espacios de almuerzo para desahogarse con Gracia. Los diferentes equipos enviaban reportes, actas, informes, solicitudes, cartas. Lo común en su día a día; no obstante, quienes intentaban autorizar, revisar o responder siempre le preguntaban a ella por el más mínimo detalle y eso la tenía haciendo horas extras.

- Me siento agotada- le comentó el viernes durante el almuerzo- es más debo venir mañana a trabajar para dejar todo organizado.

- Nina, si quieres vengo a ayudarte. Aún estoy en inducción en mi nuevo puesto, los sábados reciben cruceros y no creen que esté aun lista para recibir a los turistas- ofreció sinceramente.

- No creo que sea justo hacerte eso, son mis responsabilidades y me dejé enredar yo solita por el personal.

- Entonces me quedo contigo hoy en la tarde. Igual aún no he iniciado clases. Creo que empezamos en dos semanas. Las horas de aprestamiento son desde el jueves próximo, así es que hoy no haré nada en la tarde- la insistencia era sincera, al ver las ojeras de Nina, le costaba no ofrecerse.

Así las cosas, las dos compañeras se quedaron solas en la secretaria de gerencia hasta las 8:00 pm. Nina le prestó su usuario y contraseña a Gracia para que la ayudara a responder los confirmados de los recibidos de las operaciones en general. Reenviar los programas de los buques, los cruceros y revisar los envíos de los estados marítimos de los despachos. Mientras ella se encargaba de lo más específico.

- El señor Gerardo no se ha comunicado desde el sábado- suspiró sacando al fin su mayor inquietud de la semana. A Gracia eso le generó algo de sentimiento de culpa.

- Así son las incapacidades- respondió.

- Es que la semana anterior también estuvo enfermo y mantuvo el contacto. Hasta le envié un mensaje el sábado deseándole que todo le saliera bien en su tratamiento.

- ¿Tratamiento? - eso era nuevo.

- Si, el señor Gerardo se fue porque el tratamiento que se estaba aplicando acá no le había surtido efecto y alguien le recomendó una clínica alternativa.

- Ahhh- expresó pensativa la interlocutora, recordó que el sábado que estuvo con él lo había visto sano, normal, hasta llegó a pensar que el viaje era de trabajo, impresión que aclaró el lunes cuando Nina le contó que otra vez su jefe estaba incapacitado- ¿es grave? - preguntó con aparente tranquilidad.

- No creo, es más bien algo genético y persistente por lo que entendí. ¡Y no creas que me estoy aferrando a mis ilusiones! - dijo casi en un grito- es que realmente sin él al frente, todo se me complica.

- Lo sé, cada empleado en esta empresa es importante. – por dentro estaba hecha una tormenta, esos detalles no le habían sido revelados por el jefe-jefe, aunque habían chateado un par de veces durante la semana.

Entonces se sintió entre culpable y engañada. Por un lado, no le confesó a su compañera más cercana que a pesar de todo el jefe había sacado el tiempo para preguntarle acerca de su adaptación a sus nuevas funciones, mientras que a ella que era su secretaria no le daba ni los buenos días. Por otro, la aludida situación de salud. Gracia no tenía ningún conocimiento del hecho, él no le confió nada al respecto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.