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Aquel domingo Gracia permaneció en incertidumbre. Al entrar la noche sintió descanso y desconcierto, el jefe no apareció, no le escribió, no la llamó. Emociones encontradas empezaban a ser parte de su vida.

Durante la tarde rechazó la invitación de Johan de ir al cine por aceptar la de Nina. En el centro comercial decidieron por una película de corte familiar-comedia. Eran las únicas adultas sin compañía de niños. También fueron las que rieron más fuerte, arrojaron crispetas e intentaron cantar con los personajes. Hacía mucho que no se divertía de una forma tan descontrolada. Desinhibirse no estaba en su naturaleza, siempre fue más del tipo metódico, sin embargo, Nina la hizo desacomodarse y explotar de aquella manera.

- Yo siempre soy así fuera del trabajo Gracia. Allá guardo la compostura por el señor Gerardo que es siempre tan puesto en su sitio.

- Otra vez lo metes en la conversación, ¡descansa de ese señor! - en el fondo le disgustó acordarse del amor platónico que su amiga sentía por él.

- Lo siento, no sabía que te molestara- hubo un dejo de tristeza en sus palabras.

- No es eso Nina- decidió sincerarse- es que creo que tenemos dos conceptos diferentes de la misma persona.

- Claro que es así, piénsalo, cada persona ve un ángulo deferente de las otras, estoy segura que la única en la empresa que conoce mi lado “espectador de cine” eres tú y eso no me hace menos estricta ni menos disciplinada en mi área laboral. Ahora dime con honestidad ¿Qué es lo que te molesta de él?

- Creo que le gusta divertirse a costa mía, viéndome enojar- resoplo frustrada, tratando de no dejar en evidencia que se habían visto fuera del ámbito de la empresa.

- Si lo dices por lo del proyecto, en mi humilde opinión creo que te hizo un enorme favor. A la sombra de la señora María José no ibas a exponenciar tus habilidades. ¡Ni tú misma te das cuenta de quién eres! - levanto los hombros- dale oportunidad al señor Gerardo, en mi concepto le caes bien.

- Nina, a ti te parece el hombre más bello del mundo y siempre lo vas a justificar.

- La verdad es que ese cuerpo, la estatura, ese pelo negro como si se lo tiñera que le hacen ver más bonitos los ojazos castaños, esa boca….

- Los ojos son ámbar y deja ya de hablar así, das miedo-dándole un leve empujoncito.

- ¡Viste que si lo has detallado!

- Aja-evadiendo.

- Confiesa que también te gusta- reía con picardía.

- No me gusta, es atractivo…ok, muy atractivo, hasta allí, no me voy a volver loca por él. Debe tener un montón detrás.

- Dada tu confesión a medias, déjame aclararte que ese hombre no tiene enlaces románticos, mi única sospecha tú la desbarataste, lo de la jefa tuya. Él es un hombre amable pero nunca ha dado de que hablar respecto de su vida sentimental. ¡Ni redes sociales tiene! Y eso es desconcertante porque no puede uno ni espiarle la vida- gracia sonrió para sus adentros- Algunas de sus admiradoras pensamos que es por lo de su ascendencia, según tengo entendido allá los padres aún son quienes deciden esos compromisos.

La conversación continuó cambiando: la empresa, el nuevo puesto asignado a Gracia, el chisme del Spreader de la Grúa pórtico, la comida rápida, competencias atléticas, los padres de Nina en el pueblo. Como todo par de compañeras cotorrearon sin parar.