Camino a la realeza

Capítulo 4

—Va a empezar el Report —dijo Ryan, un chico rubio de quince años. Él había perdido a sus padres en un accidente de coche, y, a raíz de eso, tenía miedo a viajar en coche. Normalmente se tenía que tomar un tranquilizante para hacerlo.

Era viernes lo que significaba que había pasado casi una semana desde que Lea y yo enviamos las solicitudes. Lea había estado muy nerviosa estos últimos días; se notaba a leguas de distancia que deseaba ir. A ella se le daría bien ser princesa, no como a mí. Podía ser muy ordenada y responsable, pero no sería capaz de soportar el cargo.

Esta semana había sido una semana muy dura. Habíamos tenido que entretener a Luna, Fran, Amber y Rebeca, y para ello habíamos jugado a polis y a cacos. Fue divertido. Yo estaba en el equipo de los ladrones y les fue imposible pillarme; tenía un escondite secreto en el Moonlight que jamás revelaría.

Habíamos tenido dos exámenes en el colegio. Esperaba que me salieran bien, más me valía; las matemáticas y la química son mi punto fuerte.

Por otro lado, había sido una semana de durísimos ensayos. Había practicado los dos números que haría en los nacionales: el baile acrobático y el baile en el que tenía que parecer una completa loca. Ambos se me daban bien, pero no quería eso. Lo que quería era que salieran a la perfección. Hannah Brown, mi profesora de baile, decía que con las ganas que le ponía y el esfuerzo que estaba haciendo sumado a mi gran habilidad con el baile, conseguiría quedar entre los cinco mejores puestos. Ojalá tuviese razón.

Hacía apenas una hora que había vuelto de la clase de baile, y estaba reventada. Reventada pero feliz, llena. Mientras cenábamos, los chicos y chicas del hogar hacían sus apuestas sobre quién sería la chica que iría a palacio. Como cabría esperar, yo no estaba entre ellas.

Ahora estábamos todos en el salón, enfrente de la televisión. Estaba sentada en uno de los sofás, con la pequeña Luna sobre el regazo y Fran sentado en el suelo entre mis piernas. Al lado mío estaba Lea (nerviosísima, por cierto) y al lado suyo Alex, un chico un año menos que nosotras cuyo cabello rojo parecía arder. Su cabello me recordaba la hermosa melena de la reina.

El Report empezó, y en la sala se hizo un silencio sepulcral mientras hablaban sobre presupuestos y demás cosas. A medida que el programa avanzaba mi amiga se iba poniendo más nerviosa, y yo también. ¿Quién sería la elegida de nuestra provincia? ¿La conocería? ¿Quiénes serían las otras chicas?

En uno de los laterales del plató estaba la familia real. El rey Maxon mostraba una expresión tranquila en el rostro. Pude percibir que le daba la mano a su esposa, la reina America. Ella había sido una Cinco antes de mudarse a palacio para competir, cuando antes existían las castas. Cuando nací, ya no existían. A su lado estaba sentada una niña de seis años cuyo cabello rubio iba suelto y que miraba nerviosamente a su madre. Esta le sonrió y pareció que eso tranquilizó a la pequeña princesa Nayra. A su lado, había un niño casi idéntico a ella de su edad. Este parecía estar más serio. Se trataba del príncipe Mateo. Al lado del rey estaba sentado un chico atractivo (muy atractivo) de dieciocho años. Su rostro mostraba una gran serenidad, pero sus ojos mostraban algo de nerviosismo. Se trataba del príncipe Eric, por el que treinta y cinco chicas competirían. Por último estaba el príncipe Dylan de trece años. Este, a diferencia de sus hermanos, era pelirrojo, como su madre. Toda la familia denotaba serenidad, pero algunos gestos mostraban su inquietud.

De repente entró en el plató Gavril Fadaye, el coordinador de los eventos, y entonces toda la sala nos inclinamos hacia la televisión, expectantes.

—Buenas noches, Illéa. ¿Cómo están todos? Cuéntenos, príncipe Eric, ¿cómo se encuentra?

Las cámaras enfocaron al príncipe Eric quien cogió un micrófono para responder.

—La verdad, algo nervioso y eufórico. Creo que hablo en nombre de mi familia cuando digo que tengo muchas ganas de que estén aquí.

—Esperamos que sean de su agrado -dijo esto último con una sonrisa en sus labios. Después se dirigió al público y dijo—: Empecemos.

La primera imagen que salió fue de una chica hermosa cuyo cabello rubio estaba peinado a la perfección y sus ojos azules brillaban de ilusión.

—Elizabeth Taylor de Kent.

La siguiente era más hermosa que la anterior. Pelirroja con unos ojos marrones de infarto.

—Nora Johnson de Paloma.



#8232 en Fanfic
#47939 en Novela romántica

En el texto hay: fanfic, romance, la seleccion

Editado: 01.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.