Camino al Armagedón

Primer encuentro

Di un grito, 
-¡Salgan todos los que queden ahora mismo!-, hicieron todo lo que dije al momento, faltaba 1 grupo de niños y 2 supervisores, ósea que eran 5 objetivos que encontrar, ella se había percatado de mi portal y al parecer empezó a alejarse, los restantes se cuestionaban que estaba pasando, así que les explique cómo estaba la situación, estaban estupefactos, pero no podían explicar de otra forma las misteriosas desapariciones de sus compañeros, esto se había vuelto un juego de terceros, así que basándome en mi lógica pensé esto:
 


 

sí salgo a buscarla ella atacara al resto
 


 

si los llevo conmigo puede que haga un ataque sorpresa, que, aunque puedo sentir donde se abre un portal, no puedo predecir su aparición
 


 

sí me quedo aquí con el resto no les hará nada, sin embargo, los demás estarán en serios aprietos
 


 

Moralmente nadie dejaría morir a nadie, pero en fin, si ellos morían a sus manos, la habilidad de borrar la existencia haría efecto por no haber testigos visuales, me limite a esperar, la impaciencia del resto era lo de menos, ella no dejaba de abrir portales en la cercanía, entonces les ordené a los supervisores que me dieran una locación pública de la ciudad, de preferencia en un papel, de fortuna uno de los niños tenía un cuaderno y se lo dio al supervisor jefe, escribió la jefatura de policía y me dio el papel, el cual hice bola y lo metí al bolsillo, abrí un portal hacia ahí, entonces los portales de la chica frenaron, cerré el mío y los de ella continuaron, entonces intenté abrir 2, pero no pude, así que no podría haber señuelos. Pensando en otras cosas les dije que se abrazaran en grupos y fueran hacia el portal, ellos tenían miedo pero era eso o dejarlos a su suerte, así que tuvieron que seguir mis instrucciones, y si, saltaron de grupo en grupo , después no pude sentir aperturas, ya con el grupo fuera me dispuse a buscar a los demás, solo daría una vuelta rápida, tampoco me limitaría a salvar vidas ya que realmente el peor de los casos es que ella opte por dejarlos morir a su suerte y que mueran de hambre o algo por el estilo, además sin tener como guiarme por su ubicación ya que no estaba abriendo ningún portal, solo podía guiarme por mi memoria, había por lo menos unas 32 posibles locaciones y solo 8 eran dentro del campamento, así que no me valía la pena buscar, ella era lo que esperaba, además, no sé qué tantos portales pueda abrir, solo con ese que usé para sacar a los demás tuvo para darme una molestia en la cabeza, era más que claro, así que me limité a ir a mi tienda y seguir con mi computadora. No seguiría sus reglas.
 


 

Al cabo de un par de horas de estar viendo animes, alguien irrumpió en mi tienda, era ella, enojada, me tomo por la pierna y me sacó a rastras de mi pequeña base, intentó abrir un portal para llevarme a no se donde pero fui más astuto y abrí un portal delante del suyo que dirigiría hacia el interior de mi tienda, ella lo atravesó junto conmigo y volvimos dentro, miró rápidamente a los alrededores y se enojó aún más, pero como la ira no la dejaba pensar aproveché para darle una patada en el cuello, ella tosió pero no fue lo suficientemente fuerte como para causarle un daño serio, pero bastaba para soltarme e incorporarme, abrí otro portal, pequeño y exacto hacia mi casa pero solo para mis pertenencias, el plan del portal que lleve anteriormente me mareó, era extraño eso de atravesar portales espacio-temporales, además, no dejaría irse a esta loca.
 


 

-Crees que puedes ignorar mis ganas de jugar, ¿no es así estúpido?-
me limité a sonreír, sabía que eso la enojaría más, además entendí que era una mocosa que se frustra fácil cuando sus planes no resultan, tal cual niña consentida. Su mirada se llenó de ira, después dijo lo siguiente -mataré a esos estúpidos niños así tal cual a tus amigos y a ti-, recordé aquel momento y esa especie de habilidad, y por reacción rápida respondí 
-¿cuáles?-. 
Su reacción fue obvia,
-¿no recuerdas que los ataqué?-,
lo negué, y afirmé que fui a acampar solo porque no tenía amigos, la idea era hacerle quebrar mentalmente, ya que si bien podía llevar a cabo asesinatos perfectos, no tenía la fortaleza mental para soportar la presión de fallar el plan, tenía ventaja en ese aspecto, solo puedo moverme a través del espacio que conozco, además no es que tenga mucho con que atacar sin dejar evidencias, así que pensé un plan para ponerla en jaque, la provocaría y en el momento que ella se atreviera a traer un niño delante mío haría lo que pudiese para quitárselo y romperle la cordura, al cabo yo no puedo morir.
 


 

-sabes... es una pena que tengas que atacar niños indefensos solo porque no tienes fuerza para algo más-, 
dije retador, 
-Vamos, trae uno de los que te llevaste y quiero ver si haces lo mismo que conmigo hace 95 años -
Puse cara de póker y di en el grano, eso hizo, trajo un niño y quitando la cara de temor del pequeño, la expresión de la chica era para tener miedo, parecía que iba a estrangularlo o algo similar y aquí fue donde cambié el plan, si el dañar su ojo, fue capaz de hacerme inmortal, y abrir estos portales, ¿debería sacarle el ojo?, así que aproveché la situación e hice un portal pequeño cerca de mi mano, de forma que pudiera empujar y picar su ojo por medio del portal que llevaría hasta su cara, solo debía esperar a que me mirara de frente ya que estaba ocupada tratando de inmovilizar al niño que oponía mucha resistencia, 
-¿acaso no planeas quedarte quieto?, ¡óyeme basura, vas a morir!- le gritaba al niño que solo lloraba y pataleaba por su vida, me miraba a veces y en una de esas le hice una seña para que se calmara, pareció confiar en mí y dejo de moverse, entonces ella me miró, pero en ese preciso momento ataqué y le clavé un dedo directo el ojo, para proceder a girar mi muñeca y enterrar más mi dedo y doblarlo para sacarlo de golpe, el grito de la chica fue tan desgarrador que hasta compartí algo de su dolor, veía su ojo color verde esmeralda incrustado en mi dedo con parte del nervio óptico adherido, ella soltó al niño, este se puso detrás mío y yo empecé a avanzar, con mis dedos desprendí el ojo para después molerlo cerrando mi puño y moviendo los dedos, la sensación era extraña, en cierta parte era como jugar con las bolitas de gel que crecen con el agua, pero no dejaba de ser asqueroso.
 




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