Capítulo 1

— Estoy tan feliz por todo esto que nos está pasando amor.

— Claro que si corazón, ya pronto nos casaremos legalmente, sabes que lo estábamos esperando por mucho tiempo. —le decía Sebastián abrazando a su futura esposa.

— Y también estoy feliz porque vamos a tener un hijo de nuestro amor.

— Soy el hombre más afortunado de la vida Beatriz. —él le dio un beso apasionado.

— Espero que sea el próximo senador amor, ya verás que lograras todos tus sueños.

— Y ya hablaste con tu familia, para la boda sabes que será este fin de semana.

— Si hable con ellos ya, sabes que soy hija única y toda la familia de parte de mis padres ya saben.

— Buenos esperemos que toda salga perfecta.

— Por cierto amor mañana tengo cita con el médico me acompañarás.

— Mañana tengo un mitin, pero estaré en el momento que el doctor te revise amor.

— Gracias por todo Sebas.

— Bueno vamos que se nos hace tarde para la cena, con mis padres.

Mientras en otro lugar, una joven estaba sumida en un profundo sueño. En ese momento se levantó sobresaltada, su corazón comenzó a latir enloquecido. Las palpitaciones y síncopes eran los principales síntomas de la arritmia, así pasaba Surthy su vida desde que le detectaron es deficiencia en el corazón. Necesitaba un corazón para seguir una vida normal, y la espera era larga porque era un poco difícil conseguir un nuevo corazón para ella a su edad.

En ese momento entro su madre al cuarto, y empezó hablar con ella.

— Surthy hermosa. —le dijo su madre con voz melodiosa. — Vamos amor despierta, es hora de ir al médico.

— Otra vez estoy cansada de esto, de ir al médico. —dijo ella amargamente.

— Vamos Surthy hoy toca consulta.

— Sí, una consulta para decirme lo mismo que no hay corazón para mí. —dice ella con tristeza.

— Bueno Surthy, que pasa te vas a rendir sin haber luchado.

— Mamá tengo 24 años soy joven con la contrariedad que mi corazón no sirve. —le dijo molesta levantándose de la cama.

— Vamos y deja de rezongar.

— Voy mamá.

Surthy bajo a la sala de la casa, y miro todo a su alrededor pensando que tal vez algún día no vería más aquellas cosas de su casa. En ese momento su madre la llama para que desayunara. Las dos vivían allí su madre aún trabajaba era una abogada del bueno. Surthy había estudiado y se había graduado con honores en la universidad pero con su enfermedad del corazón. No pudo conseguir un trabajo acorde con su condición.

— Vamos Surthy preciosa, vamos que te llevo a la clínica.

— Hoy tienes algún cliente importante en el bufé. —le dice su hija mirándola con una sonrisa.

— Vamos Surthy es un cliente más, sabes desde qué murió tu padre no he visto a ningún otro hombre.

— Hay mamá, puedes darte una oportunidad.

— Ya deja de hablar de eso y vámonos que llegaremos tarde.

Surthy abrió la puerta de la casa con una sonrisa en la cara, mientras se montaba en el auto. Al llegar a la clínica las dos se despidieron.

— Me llamas cuando salgas de consulta para venir a buscarte.

— Si mamá no te preocupes, te llamo y esperaré que el médico me vea. —ella le dio un beso a su mamá y se fue.

Ahora ella tenía que esperar allí. Hasta que el médico la viera, sin imaginar lo que le ocurriría más adelante con su vida.