Camino al Corazón

Capítulo 2

— Felicitaciones; Sebastián por el embarazo de tu futura esposa, pero a lo que vamos.

— Diga lo que hay que hacer con mi bella futura esposa.

— Bueno, sabemos que Beatriz, ha tenido problemas con la presión, así que tenemos que estar pendiente de ello.

— Sí, lo sé doctor, tengo que cuidar mi presión, pero estoy feliz con mi embarazo y pronto con mi matrimonio con el futuro senador.

— Vamos amor, aún falta para ello. Meses tal vez.

— Pero confío en ti amor, sé que serás en próximo senador.

— Bueno, vamos a casa para que descanse y bueno ver películas juntos los dos.

 

 

En la clínica, Victoria Surthy sujetó con fuerza el informe mientras miraba consternada al doctor. ¿Necesitaba un corazón? No podía creer aquello.

 

— Recuerde asistir de manera regular a tus citas Surthy.

— Entiendo doctor Daniel, pero dígame, tengo poco tiempo o un poco más.

— Vamos Surthy, ya te lo he dicho, tenemos que conseguir un corazón.

— Si como si un Corazón se consiguiera a la vuelta de la esquina doctor Daniel.

— Vamos Surthy ten fe.

— Bueno, pienso que ya hablamos mucho, así que me voy a casa, aunque mamá venía por mí.

— Bueno Surthy te espero en la próxima cita.

 

Lo que dijo el doctor provocó que la joven volviera a la realidad. Surthy sabía todo aquello en su vida del corazón, además había sobrevivido mucho desde su afición del corazón.

 

— Me voy a esperar a mi madre. —contestó mientras sonreía al doctor.

 

Salió del consultorio y se fue esperar a su madre. Mientras ella llevaba había una pareja en la recepción de la clínica, la mujer estaba embarazada, y estaban felices los dos.

 

— Para ser honesto, supongo que, aunque esté muy atareado, siempre voy a estar para ti, amor mío. —explicó Sebastián.

 

Cuando salieron de la clínica, apenas lloviznaba. Beatriz se tocó el abdomen y pensó: «Tengo a una pequeña persona creciendo aquí; un hijo mío y de Sebastián».

 

En ese momento comenzó a sonarle el teléfono a Sebastián y vio que era un mensaje del partido, Alejandro Fuentes. «Está lloviendo; vendrás a la reunión del mitin». Al leerlo, notó que estaba con Beatriz después de ver al médico. ¿Qué lugar era ese? Parecía que ese día tenía una reunión. Aun así, no lo pensó demasiado y le pidió al chofer que llevara a su esposa a casa y luego vendría por él a la clínica, allí lo esperaría.

 

— Puedes regresar a la casa, amor, yo esperaré aquí al chófer, primero tú eres importante.

— ¿No necesita ahorita al chofer?

— No es necesario; regresarás a casa con él y luego vendrá por mí. —contestó al mismo tiempo que sacudía la cabeza Sebastián.

— Está bien amor.

 

Como él había ido a la clínica porque ella se lo pidió, regresaría a ver el médico para hablar con él. Por eso, Sebastián se regresó adentro, el chofer, decidió retirarse con Beatriz. En ese momento, llovía de manera torrencial. Y corrió a dentro de la clínica. En ese momento se tropezó con Surthy.

 

— Lo lamento, señorita, discúlpeme llevarla por el medio.

— No, se preocupe, señor.

 

Cuando Surthy levanta la mirada se toca con una mirada poderosa, potente y cariñosa pero también autoritaria. Ella dudó por un instante, hasta que decidió quitarse del medio de su mirada y de ese potente cuerpo. Y le mando un mensaje a su madre.

 

Surthy: Ya salí de consulta, ven por mi mamá. ¿Terminaste de trabajar? Te espero aquí.

Mamá: Voy por ti mi pequeña.

Surthy: Sabes que no me gusta que me llames así mamá.

Mamá: Bueno, deja las pataletas, ya voy por ti, te amo hija.

Surthy: Yo también mamá, te espero.

 

Luego, se puso de pie cerca de la entrada con el paraguas; mientras observaba la lluvia, pensaba en el informe que le había entregado el doctor. ¿Debía decirle en cuanto saliera del lugar a su madre lo que el doctor Daniel le había dicho? ¿O era mejor esperar y decirle después? Estaba reflexionando en ello y no se dio cuenta de que el hombre con que se había tropezado al entrar, estaba hablando con el doctor Daniel y un colega más.

 

— Como verá señor Sebastián, él es el doctor Daniel, es especialista en problemas cardiovasculares. Él después que si esposa dé a luz el doctor se encargará de su afección del corazón se esposa.

— No sabía que Beatriz estuviera tan enferma.




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