Camino al Corazón

Capítulo 5

Había pasado dos meses y Surthy estaba bien, el corazón de Beatriz estaba latiendo en el pecho de ella. Y estaba feliz por aquel corazón que la hacía soñar con una nueva vida. Al llegar a la clínica, se dirigió al consultorio del médico.

En ese momento ve por el pasillo una pareja con un bebé en brazos, en ese momento algo extraño le pasó a su corazón, comenzó a dar saltos de emoción. Ella no comprendía el porqué y se había asustado. Al entrar a consulta se estaba tocado el pecho, estaba asustada, porque no sabía si era algo malo.

 

— Buen día, el doctor está.

— Sí, Surthy el doctor te está esperando para la revisión.

— Gracias Ana, voy a entrar.

— Pasa.

 

Cuando pasó estaba el doctor allí, al mirarla se extraña mucho por lo alterada que había entrado a su consultorio.

 

— Hola Surthy pasa algo, estás un poco alterada.

— Sí, lo sé, pero fue algo de repente.

— Bueno, necesitamos revisar ese corazón, así que cambiaste y revisamos.

— Gracias voy a cambiarme.

 

Al ratico dale ella con su bata, y el doctor la pone en la camilla y comprueba. Mira la cicatriz que aún se le divisaba como algo suave y verifico con el estetoscopio el corazón. El cual consiguió en perfecta condiciones, y le sonrió a Surthy.

 

— Te cuento que todo está bien, los exámenes que te hiciste ya lo leí y la comprobación salió bien. Ahora Surthy puedes irte de vacaciones a donde tú desees. Ya pasaste todo riesgo de rechazo, estás perfectamente bien.

— En serio doc., que maravilla.

 

Surthy lo abrazo y le dio muchas gracias. Salió del consultorio feliz, ya sabía que no habría riesgo de rechazo del corazón por algún problema. Así que se fue a ver a su mamá al trabajo para darle la noticia.

 

Mientras se daba la noticia que Sebastián Cruz era el nuevo senador, y allí estaba al lado del Farrat, la mujer que había envenenado a su mujer. Estaba sonriendo al lado de él y le tomaban fotos, cuando un reportero me dice.

 

— Sebastián, ahora que es senador, que hará por el estado.

 

Sebastián, aunque se encontraba afligido por la muerte de su esposa, sabía que tenía que ser fuerte por las personas que confiaron en él y por su hija, que necesitaba un papá con carácter para seguir adelante.

 

— Haré todo lo que tenga en mis manos para ayudar a todos, por un mundo mejor.

En ese momento Farrat intervino.

— Bueno, ya se acabaron las preguntas si quieren pasen a la sala común a degustar y gracias por estar aquí.

 

Farrat desde ese momento se convirtió en la mano derecha de Sebastián, ahora todo lo que hacía lo consultaba con ella. 

 

Un año después Sebastián celebraba el primer añito de su hija, la mayor parte se la pasaba con su hija y trabajar eso no le gustaba mucho a Farrat. Así que ideó un plan para que Sebastián buscará una niñera y estuviera con la niña mientras ellos, iban de reunión en reunión, por lo de ser senador.

 

— Vamos, Sebastián puedes contratar a una niñera que cuide de Lucy, así puedes ir a las reuniones a donde deberías de estar.

— Lucy es mi hija, es lo más importante que todas esas reuniones a donde me invitan.

— Vamos Sebastián, estás perdiendo popularidad, por estar más pendiente de cuidar a una pequeña, si contratas a una niñera puedes ir a las reuniones.

 

Sebastián lo pensó, porque sabía qué perdida popularidad en las encuestas que hacían así su persona. Después de reflexionarlo un buen tiempo, acepto la idea de Farrat.

 

— Está bien, tienes razón Farrat, voy a contratar a una niñera para que cuide de Lucy cuando vaya a las reuniones.

— Perfecto Sebastián.

 

Entonces así fue que Farrat alejo a Sebastián de su hija, poco era el tiempo que tenía Sebastián para ver a Lucy. En el día trabajaba al llegar en la noche, si no tenía una reunión, se iba a dormir temprano. O a veces no llegaba por estar con Farrat.

 

Mientras que, por otro lado, Surthy disfrutaba de la vida, viajaba a todos lados con su mamá cuando le tocaba sus vacaciones y ese año irían de viaje a la montaña a una casa en el campo, para Surthy era una viva nueva, una oportunidad que disfrutaba por lo alto.

 

— Mamá es bello todo esto. —Inhalo el aire puro de la montaña.

— Te mereces todos esto mi Surthy cuando no esté quedarán estos recuerdos.

— No digas eso mamá que vas a tener vida, hasta que esté viejita y yo te voy a cuidar como tú lo hiciste conmigo.




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