Su hermano mayor la abrazo con emoción por lo que le pasaba en la vida de su hermana menor que le estaban dando color uno realmente hermoso que tal vez no iba a durar mucho, pero que por lo menos le iba a dar unos recuerdos que quedarían en su corazón. Unos cuantos días después se encontraron ambos hermanos enfrente del hospital "Akatsura", era un espacio enorme donde contenía caminos un tanto anchos, unos jardines preciosos llenos de flores con unos colores vibrantes que muchos se le quedaban viendo, en las orillas cerca de la pared contenía solo pasto de un verde vistoso donde crecían algunos árboles grandes tanto de algunos frutos como los de cerezo que caracterizaban a ese país oriental, tenían también algunas bancas para que los pacientes pudieran ver la hermosa naturaleza que tenía el hospital y el edificio lleno de blanco tenían las paredes junto con unos ventanales enormes por la parte del frente. Era muy vistosa al parecer de la chica, aunque lo había visto un par de veces cuando pasaba el autobús se veía de mayor tamaño ya al estar enfrente de ella y se sentía un poco intimidada al estar ahí por solo un trastorno que no valía la pena. Su hermano la acompaño a su interior donde era muy espacioso, blanco puro en las paredes y bancos confortables para atender. Caminaron entre los pasillos y pisos del edificio hasta que dieron con el piso que tenía especialidades incluyendo algunas de otra área de la medicina, se quedó mirando en una en especial que contenía la placa hasta que lo llamó su hermano se puso en marcha para seguir caminando y entre las tantas puertas de los pasillos que andaban en una esquina de repente se encontró con ese joven al que tanto veía en esa parada que vestía una camisa de manga larga negra, unos jeans un tanto oscuros junto a unos tenis gastados y llevaba en el hombro una bolsa blanca con la mirada un tanto baja hasta que se topó con la de la chica que le saludo y sonrió al verla, aunque en su expresión se vio tranquilo y cansado. Se acercaron y tuvieron una conversación corta.
-Takizawa- mencionó su nombre en un claro susurro
-Fujiwa, ¿qué haces por aquí? - claro que no se esperaba ver a Fujiwa en aquellos pasillos blancos, pero le dio algo de tranquilidad al tener que ver su cara cansado y algo marcadas las ojeras
-solo vine por algunas cosas, ¿y tú? -
-tengo cita con el médico, ya sabes... De mi trastorno alimenticio- lo último lo menciono con timidez porque aún se sentía insegura de ir en aquel hospital solo por ello
-ya veo- miro hacia un lado con suma tristeza por un momento y luego le mostró una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios con una muestra de cariño en sus ojos- ¿quieres que te acompañe? -
- ¿eh? ¿seguro? Mi hermano me está acompañando ¿no es una molestia? ¿no tienes algo que hacer? -
-no te preocupes por eso, no iba a hacer nada y veo que estas temblando con solo hablar de que vienes por tu cita en este hospital-
- ¿se nota mucho? -
-al parecer solo yo me di cuenta, pero... - se mostró un poco más serio cuando se le acercó para verla a los ojos - ¿acaso no quieres mi compañía? -
-yo nunca dije eso... - se sonrojo un poco mientras miraba hacia otro lado y agarro su manga suavemente- yo si la quiero, me hace sentirme más tranquila-
Se sorprendió un poco cuando hizo eso a lo que se ocultó con un brazo su rostro al adquirir un rubor ligero en las mejillas. Su hermano mayor de Akane Takizawa lo habían dejado de lado, era un tanto clara la situación en la que estaba y también se había percatado de que ella al ver a ese joven se había echado a correr hacia él. Les dio su espacio para hablar, aunque el hecho de que le incomodaba y le ponía celoso como todo hermano protector que era él mismo se trazó un límite de ello. Cuando Akane Takizawa le presentó Hideki Fujiwa, que era el joven con el quien había hablado hace unos momentos, le demostró algo de protección hacia su hermana y cortesía al presentarse como era debido el joven no se inmutó del todo por esa actitud. Aun estando una atmósfera un tanto tensa la chica le pido que si les podía acompañar a la cita que tenían con el médico a lo que su hermano se negó rotundamente, pero al mencionar el que aquel joven era con quien se había encontrado en esa parada solitaria hasta oscura en cada día después del colegio, le demostró a su hermano que él era muy importante para ella con cierta forma a lo que un tanto nerviosa le dijo en simples palabras que los quería a ambos para tener tranquilidad en su interior y con un leve suspiro ya con una muestra de cariño pasando por sus ojos aceptó.
-lamento los inconvenientes que le he causado-
- ¿qué estás diciendo? No es nada de eso, solo quiero que mi hermana esté bien y si necesita de un amigo como tú no lo voy a negar-
Dejo que los dos caminarán enfrente de él para contemplar las figuras de sus cuerpos que al detalle había una distancia de unos centímetros de poder agarrar sus manos lentamente disfrutando de la sensación de la piel de cada uno, sin embargo, no lo hacían sólo tenían una distancia prudente para no tocar se a lo que su hermano logró entender lo que sucedía entre los dos de esa inocencia disfrazada de amistad que era en realidad algo más grande que eso. Al estar frente al doctor la chica se puso toda nerviosa de los pies a la cabeza hasta le llegó a doler algo la cabeza que en definitiva causaron mareos por ello al estar cerca aquel joven y su hermano la lograron tranquilizar de cierta forma durante unos minutos, mientras hablaba el hermano mayor de unos cuantos datos que tenía que dar y al estar ya un poco cómoda en esa habitación blanca que contenía a olor a medicina a lo que paso a la revisión física. Lo que pudo notar fue que la boca la traía un tanto seca, unos daños en el área bocal, unas pequeñas cortaduras y callosidades en los dedos, sus ojeras y le mando hacer exámenes sanguíneos. No tardaron mucho estos exámenes por lo que pudo darle respuesta inmediata de la falta de vitaminas y desequilibrio de electrolitos, también incluyendo que era bulimia la que padecía de un grado no tan severo, pero que tal vez hubiera caído hospitalizada si hubiera continuado de esa manera y por fortuna estaba a tiempo de poder combatirla. Le recetó bastante medicamento en un principio por la falta de vitaminas, electrolitos, carbohidratos y proteínas para poder regularizarla poco a poco con los alimentos físicos incluyó que también tenía que tomar antidepresivos. Al salir de ese lugar un tanto estrecho siguió manteniendo la compostura para retener las lágrimas que a primera vista logró notar el joven que la acompañaba a su lado con pasos lentos fue en notar lo que sentía la pobre chica ya consiente de sus propias acciones, siguieron caminando en silencio pasando por los pasillos en blanco que inundaba en aquel edificio hasta que pararon en seco la chica ya que estaba al borde de las lágrimas que ya quería derramar a lo que hizo sin contenerse ya que no había nadie más a excepción de aquel joven con mirada cansada que demostraba tristeza dentro de ella y su hermano que no hicieron nada para detenerla a lo que lloró de todas las emociones que tenía en su corazón roto, mientras que el joven pasó su mano sobre su cabeza para darle algo de consuelo sin decir palabra alguna al respecto. Su hermano se puso enfrente de ella para, al igual que el joven, darle consuelo con unas suaves palabras al acercarse a su oído que fue inaudible para el acompañante de su hermana que seguía con dolor hasta que se calmó y limpio las lágrimas con sus manos desnudas ya con una pequeña sonrisa. En el rostro de la chica aún seguía ausente de emoción a lo que su hermano propuso que los dos se fueran a caminar por ahí en los jardines del hospital, mientras él pedía la medicina necesaria para su tratamiento lo cual le causó algo de conflicto que no podía hacer aquello, pero con la típica sonrisa burlona que solía hacer los convenció hasta los empujó un poco para que fueran a lo que con unos ojos sin emoción del joven le tomó la palabra y la agarro de la mano para irse. No entendía la situación del todo la chica que solo fue arrastrada por el joven entre los árboles hasta estar lo suficientemente lejos para que nadie los oyera y que fueran simples murmullos, pero tampoco es que le disgustara la idea de estar a solas con él.