2 años después…
El cielo estaba cubierto de nubes grisáceas que tapaban todo el resplandor del sol haciendo que el clima fuera agradable, mientras tanto soplaba el viento con algo de fuerza de un lado al otro agitando el cabello azabache de la chica que camina entre las calles y callejones de su ciudad natal, donde perecían muchos de sus tantos recuerdos olvidados en su mente junto con otros que no sacaba de su mente a pesar del tiempo que había recorrido. Se dirigió sin vacilar a una florería llena de colores brillantes un tanto melancólicos al verlos y su aroma cautivaba a cualquiera que se cruzase por ahí, viendo de las tantas flores y rosales que se encontraban en ese lugar escogió un bonito ramo de rosas blancas al par de rojo y negro. Al dar el dinero en la mano del trabajador se puso en marcha a continuar con su caminata llevando consigo todo el tiempo su pequeña mochila en forma de gato, camino sin vida ni sentido alguno al parecer estaba un tanto nerviosa a pesar de haber ya estado en un lugar tan familiar como su departamento, pero en esta ocasión ya no era lo mismo aún sentía pesado su pobre corazón a la vez que latía con fuerza cuando se dirigía en el mismo lugar que andaba cuando se sentía mal. Sabía que él estaba esperando en ese lugar. Aun así, sabía que no esperaría demasiado, que estaría contento de verla y por eso tenía que ir a ese lugar especial solo entre los dos. Camino con pasos lentos entre las sombras por las calles, mientras observaba el cielo nublado donde escribía aún unos tantos versos que contenían sus sentimientos y terminaba pérdida en las nubes pensando en los tantos trabajos pendientes que podía hacer con un clima como en ese momento. Se paró el tiempo cuando estuvo enfrente de la verja, su aliento se volvió cálido con un poco de agitación poniendo su mano en su pecho para calmar su corazón que sentía que se rompería en pedazos por tan solo verlo, con pasos ligeros un tanto tambaleantes se adentró al bosque un poco espeso que cubrían un tanto la luz que podía dar ese día hasta la vista lo cubrió las lápidas blancas y sencillas que contenían grandes cantidades de nombres puestos en ellas. Dio pasos perdidos entre esos espacios que había hasta llegar uno en especial cerca de un árbol seco por el otoño que estaba a un paso de dar a invierno y observó esa lápida con suma tristeza al ver el nombre en ella. "Hideki Fujiwa". Eran unas letras preciosas, melancólicas y sencillas las que estaban encima las consideraba ella así con sus propios ojos. Sintió algo que nuevamente se derrumbaba en su interior, algo que nuevamente se rompía con tan solo verlo y se cortaba entre ambos a la que antes era una distancia considerable ahora era una que no alcanzaría como si del viento se tratase de llevarse esas hojas marrones. Mordiendo su labio inferior se quitó con pesadez su mochila de la cual sacó un trapo y una botella con un limpiador, rocío poco el trapo hasta que quedó húmedo y comenzó a limpiar con suaves toques la tumba mientras se encogía su corazón poco a poco. En los lados coloco 2 pequeños jarrones que contenía en su mochila, les lleno de agua que contenía en su botella que había comprado en su camino y repartió el ramo que traía para darle mejor vista a esa tumba vacía porque no quería dejarlo sin color como era la vida de ambos antes. Cuando terminó lo guardo de nuevo en su mochila, luego sacó un incienso para encender con un encendedor que coloco en frente y rezo por unos momentos con algo de le comida favorita de Hideki Fujiwa. En su bolsillo de su sudadera sacó una carta sencilla y la coloco enfrente de la lápida junto con la comida ya de hacer todo eso se levantó mirando con tristeza lo que tenía enfrente.
"Ya han pasado más de 2 años desde tu muerte. Me sumamente doloroso soportarlo y superarlo, aunque no sea por completo lo último que mencione. Aún sigo recordando muchas de las cosas que pasamos juntos, las veces que íbamos hacia la biblioteca a leer los libros que tanto nos gustaban y hasta los compartíamos para leerlos juntos, esos meses donde me enseñaste a cocinar en donde poco a poco fue mejorando hasta antes de eso tú me los hacías que eran sumamente deliciosos y luego yo los realice para ambos casi todos los días que fuimos a la escuela, cuando caminábamos entre las calles solo para hablar de lo que fuera solo para estar juntos que en algunas ocasiones solo nos quedábamos en silencio, también cuando me quedaba en tu casa o era al revés donde terminamos demostrando nuestras tristezas y dolores para poder sacarlo en lágrimas y perdernos del uno con el otro. También recuerdo con claridad la vez que fuimos a la montaña nosotros solos donde contemplábamos las estrellas con una manta, hablamos durante unas horas después de haber tomado fotos del cielo y terminamos dormidos, en aquella ocasión te conté algunos de mis profundos pensamientos de mis antiguos deseos de morir a lo que tú comprendiste y me quisiste aún más de lo que era antes. Recuerdo nuestra primera cita, si podría decirse así, en la biblioteca donde por fin habíamos podido pedirnos más tiempo, en un momento pensé que se había vuelto un desastre cuando vi a Rui y Sakura ahí así que corrí al baño por lo que no pude evitar provocarme el vómito que tu viste lo oscuro que ocultaba, me consolaste, me escuchaste y me diste muchas cosas en esa ocasión. Otro que puedo incluir a la perfección es el de la salida que había hecho en la cafetería con Sakura donde no sabía que trabajabas, me llevé una sorpresa en ese lugar al verte atendiéndonos, después ocurrió ese horrible accidente provocado de Rui del cual me defendiste y terminé en la sala de empleados con tu camisa puesta avergonzada, mientras besabas mi frente con una sonrisa y me sentí confundida al respecto, pero mi corazón estaba acelerado por tu tacto y cariño que yo sigo añorando. Hubo momentos que la pasamos de lo peor hasta nos dolía, pero nos apoyamos del uno al otro conforme teníamos la disponibilidad de hacerlo hasta llegamos al punto de una relación inquebrantable y muy profunda que ninguno consideraba ponerse una etiqueta de nuestra relación. No habrías podido decir que éramos realmente porque éramos más de lo que mencionarán las personas normales. Con mucho cariño cada recuerdo con mucho detalle, pero lo que más recuerdo fue aquel momento en el que nos vimos por primera vez en esa parada de autobús, esa pequeña eternidad al mirarnos los ojos hizo que nos cambiará la vida y nuestro destino se entrelazara. Tal vez otro que fue importante que está en mi corazón grabado fue en el hospital donde me trataste con más cariño en esa cama blanca donde me pediste que me durmiera contigo, como lo habíamos hecho en tu casa o en la mía al desbordar las tristezas de nuestro ser para unirlos en un abismo estrellado, pero esta ocasión me quedé dormida sintiendo esas leves caricias con unos cuantos versos que decías. Yo realmente no sabía lo que significaba aquello que me mencionabas en los versos de aquellos libros que tantos leímos como si de una biblioteca se tratará. Las veces que mencionas unos de esos cuantos no sabía realmente su significado hasta disimulabas bastante bien que no tenían significado entre nosotros dos. Hasta que Sakura me hizo ver lo que en mi interior sentía por ti y descubrí por mí misma todo aquello que leíamos era dirigido hacia mí de una forma preciosa que solo tu podías expresar. Al estar corriendo para ir a tu lado recordaba en aquella ocasión que estábamos a solas en la sala de empleados y me besaste con suavidad en mi frente para luego sonreír. Ahora sabía el significado de aquella sonrisa en tu rostro, de alguna forma lo sabía, lo intérprete como la conexión eterna de nuestros corazones del aquel yo no sabía en aquel momento hasta ese momento. Quería verte lo más rápido posible para corresponder tus sentimientos como era debido e importante para mí. Al llegar al hospital corrí a verte, pero vi algo que totalmente me destrozó al abrir sin pensar esa puerta blanca. No debí de haberlo visto. Me quedé fuera de tu habitación por horas hasta que me anunciaron tu muerte junto con una carta para mí. No sabes cuánto dolor sentí en mi corazón al recibir tal noticia y terminar de mala gana hasta mi casa. Por una semana no salí de mi habitación hasta que mi hermano llegó para hablar conmigo. Había leído antes de que él llegara tu más hermosa carta con lo que tanto adorabas de mí, los detalles de nuestros recuerdos, contaste tus anhelos y un futuro imposible donde nos viste a los juntos, también la mención de esas palabras que yo también quería decirte, sé que tu intención no era el herirme con aquella carta porque cada párrafo era muy hermoso hasta me penetraba en mi alma y hacia que se cubriera de un hermoso sentimiento que ambos sentíamos a lo que provocaste lágrimas inocentes para demostrar lo tan rota que estaba mi corazón por ti. Después de aquello que fue difícil un tanto se apartar de mi mente, claramente aún te tengo a la piel de mi alma como el único amor que he tenido en mi vida y vas a pertenecer ahí, ahora eres una de mis inspiraciones de dibujos hasta algunos diálogos de los mangas que hago, también en aquella carta me contaste que querías que cumpliera todas mis metas como los dibujos que te enseñe como mi pasatiempo que podrían transformarse en un manga. Hice caso a muchas de tus palabras para tener mi futuro en los dibujos como terminar siendo una artista conocida por aquí. Era un sueño mío que quería realizar y ahora lo estoy haciendo gracias a ti. Tuve un poco de pelea con mis padres por lo que quería estudiar, pero no quería dejar aquella determinación que agarré de ti y terminaron echando me de la casa. Es un tanto triste que ellos no me apoyando, pero ahora vivo en el departamento de mi hermano donde tengo un estudio propio y ahí tengo todas las pequeñas cosas relacionadas a ti, a mí, a nosotros dos y tus pertenencias. Es muy agradable entrar ahí porque tiene tu aroma y se siente tu presencia, lo decore a con uno de mis dibujos dándole a representación de tu hermoso ser con la compañía de mi sombra. Tengo el apoyo de algunos de mis fans por Internet cuando empecé a subir mis dibujos, de algunos amigos que hice en la escuela y principalmente de Sakura, que aún sigo viendo, junto con mi hermano. Pero sigo sin olvidarme de ti, todo lo que conformas y todo lo que ha afectado a mi ser. Por eso... Todo el tiempo te voy a agradecer todo lo que me has dado y has hecho por mi porque te amo. Gracias por estar conmigo, por compartirme tu tiempo, por todos esos versos hermosos, por ayudarme cuando lo necesite, por darme cariño, por todo lo que hiciste en mi vida. También gracias por haber sido el primer amor de mi vida, voy a seguir a delante, seguiré viniendo a visitarte y tal vez seguiré hablando por estas cartas, pero estarás en mis recuerdos de mi corazón. Aún tengo esos pequeños versos que hice para ti en una de mis cuadernos, aún me alegro de haberte conocido solo que hubiera deseado que me hubieras aclarado lo éramos y poder darte más de lo que no pude darte. Te sigo extrañando mucho porque desearía que estuvieras conmigo, pero seguiré adelante por mí y por ti porque más que a nadie anhelabas vivir a pesar de los dolores que había en tu vida.