Camino de otros días

Capítulo 23. Invierno y verano

Cuando Mefiseles regresó para la revancha, se sorprendió de verla a Shael sin Uryan. Shael, al ver a Mefiseles, se acercó a él y le dijo:

  • Kienya y Sharman me contaron sobre ti y tus amigos, Meymi y Balzú. Cuando peleaste con ellas, yo estaba con mi padre, viendo cómo desaparecía por completo.
  • Ya veo- dijo Mefiseles- fue por eso que no estaban aquel día. ¡Rayos! Y pensar que ardía en deseos de derrotar a Uryan.

Shael se aferró a la mano de Mefiseles. Éste se quedó helado de la sorpresa. No esperaba que un ser energético puro le tomara de la mano, y más por esa creencia de que el contacto con seres negativos les acortaría la vida.

  • Por favor, deja a Solestelar, Uryan y Speranwa en paz- le pidió Shael, mirándolo directo a los ojos- en especial a Solestelar. Ella no podrá ayudarte en tu propósito, menos en el estado en que se encuentra. Si esperas un poco más para la "evolución del alma", a lo mejor lograrás encarnar como un ser energético puro.
  • Olvidaría todo, incluso quien soy- dijo Mefiseles- además, ¿Qué sentido tendrá eso si no lograré mi objetivo en esta vida? ¡Nunca lo entenderás!

Retiró su mano con brusquedad y estuvo a punto de lastimarla, cuando Kienya y Sharman se interpusieron. Mefiseles miró a las tres con odio, luego les dio la espalda, subió a su nave y se fue. Nunca más lo volvieron a ver en ese mundo.

  • No debimos dejarlo ir- dijo Kienya, dando un golpe en el suelo- seguro irá al mundo donde reside Solestelar.
  • Le añadí un "rastreador"- dijo Shael, en voz baja.

Tanto Kienya como Sharman la miraron extrañadas.

  • ¿Rastreador? ¿Cuándo se lo añadiste? - le preguntó Sharman, sorprendida.
  • Cuando le tomé de la mano- explicó Shael- es un aparato microscópico, que se multiplica en las células de su cuerpo, sea este material o energético. Ahora sabré su ubicación y, si logra hallar a Solestelar, Uryan o cualquiera de sus amigos, entonces activaré ese "rastreador" para que atraiga "algo" que le impida hacerles daño.
  • ¡Eso es increíble! - dijo Sharman- ¡Aún eres una niña, pero eres muy lista!

Shael activó su nave y, de la misma, apareció una pantalla que mostraba el interior de la nave de Mefiseles, en cuya ventana se podía vislumbrar que se acercaba a un mundo material de muchas ciudades, naves voladoras, con ruedas o que flotaban en el mar y con diversas estaciones de acuerdo a las regiones del mundo. La nave de Mefiseles aterrizó en una playa y, por la intensa luminosidad del sol, supuso que se encontraba en una región muy calurosa.

  • Escuché que, en diversos mundos materiales, los negativos conviven con los materiales- dijo Shael, por lo bajo- así como en este mundo ustedes conviven con los energéticos. No sé en qué se basan para elegir vivir en tal o cual mundo, pero si ustedes desean ir a ese mundo material, entonces no me interpondré.

Kienya y Sharman se miraron. Shael se encontraba completamente sola, por lo que sintieron que no debían dejarla aún, al menos hasta que fuese lo suficientemente madura para desenvolverse sola en la vida.

Sharman se acercó a Shael, le acarició la cabeza y le susurró:

  • Tenía pensado ir al mundo material, pero tengo dudas. No sé si podré adaptarme bien. Por ahora, me quedaré.

Kienya abrazó a su hermana y le agradeció por haber tomado esa decisión. Shael sonrió y dijo:

  • Gracias por todo. Cuando llegue el día en que tengan que marcharse, las tendré siempre dentro de mis recuerdos.

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Lucero conocía a Marti, pero le extrañó que ella supiese dónde vivía. Aún así, la invitó a pasar a ella y a su amiga, para que le explicaran la situación.

Tanto Marti como Sharman omitieron la parte de "las vidas pasadas" y de los "seres de otros mundos". Simplemente, le dijeron que Carlos consiguió que lo liberaran, se alió con un hombre muy peligroso y capturó a Manuel, Cintia y Gabriel para "malas intenciones".

  • ¡Eso es horrible! - exclamó Lucero- ¿Y solo porque rechacé a ese depravado, ahora se mete con esos niños? ¡Llamaré a la policía!
  • La policía lo dejó irse- observó Marti- solo podemos rescatar a esos niños y reunir a todos los testigos posibles para el juicio contra el profesor Carlos.
  • ¿Y cómo haremos eso? - dijo Lucero- solo somos tres mujeres y.… no sé... seguro que ellos tendrán sus aliados...
  • Cuento con amigos que nos pueden ayudar- intervino Sharman- son más poderosos que los amigos y socios de Carlos.

Ambas salieron del departamento, dado que Sharman "detectó" que Lucel y Carlos estaban muy cerca. Lucero no paraba de mirar a Sharman. Tanto su aspecto como su acento eran muy extraños. Incluso aquel raro aparato que tenía en sus manos que, al comienzo, creyó que era un nuevo modelo de celular.

  • Disculpa- dijo Lucero a Sharman- ¿Eres extranjera? No sé, solo pregunto...
  • Ese... sí, soy de otro mundo- dijo Sharman, con una sonrisa.

Marti le dio un codazo a Sharman, indicándole que Lucero no debía saber de esas cosas. Sin embargo, Lucero lo interpretó con que quiso decir que venía de un país muy lejano.

Llegaron hasta un edifico gris, donde se veía un puesto de farmacia en la planta baja.

  • Carlos está en ese edificio- indicó Sharman.
  • Pero solo está a unas cuadras de donde vivo- dijo Lucero, tragando saliva.
  • Seguro ahí será la guarida de Lucel- dijo Marti- algo me dice que los niños se negaron a colaborar con ellos y, por eso, los capturó.
  • Eso es mi culpa- murmuró Lucero- soy profesora de Manuel. Y también está Cintia, a quien admiro. Incluso, ese muchacho, Gabriel, con él también se desquitó solo porque filmó aquel día lo que hizo conmigo. Se supone que debería protegerlos, pero ni siquiera puedo protegerme a mí misma.




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