Camino de otros días

Bifurcaciones

Lucel estaba dentro de su nave. Junto a él se encontraba Balzú que, al “perderse” en un sistema virtual energético, entró en un estado vegetativo permanente. Solo podría sobrevivir si seguía conectado a una máquina por un tiempo determinado.

Lucel logró recuperar parte de los datos de aquella computadora que colapsó. Pudo adherirlo a su nave y, así, buscar el alma de Balzú que, en vida, se hacía llamar Carlos, para hacerle una propuesta.

Esperó un buen tiempo. Al principio la pantalla de su nave se mostraba vacía, hasta que aparecieron códigos que, poco a poco, se unieron y adoptaron una forma humana.

— ¿Dónde estoy? - preguntó Balzú.

— Estás dentro del sistema operativo de mi nave - le explicó Lucel - ahora mismo estás en un estado que los “materiales” llaman “estado de coma” o “estado vegetativo”.

— ¡Qué raro! ¡Creí que Solestelar acabó conmigo!

— Casi lo logró, pero pude “colarme” en el sistema y guardar los datos importantes a tiempo. Es una habilidad que solo la poseen los energéticos puros, algo que Solestelar y sus amigos lo perdieron cuando encarnaron como seres materiales.

— Bien. ¿Y ahora qué harás conmigo? Porque algo me dice que no me harás regresar al mundo donde reside Solestelar.

Lucel empezó a introducir más datos a la memoria de su nave, junto con fragmentos de su memoria y lo que experimentó en diferentes mundos materiales. Después, miró fijamente a la pantalla y, con una voz clara y potente, dijo:

— Bien, Balzú, espero que hayas visto bien lo que te acabo de mostrar. Tus “amigos” negativos, Mefi y Mey, se han adaptado bien al mundo material donde fueron desterrados. Me recuerdan a… ¿Cómo los llamaban? ¡Ah! ¡Adán y Eva! Sería lindo que encarnaras como un hijo de ellos. O si no… ¿Viste a esa niña energética? Se llama Shael y fue formada por antiguos componentes originados de Solestelar y Uryan. Apareceré ante ella, te entregaré dentro de un “contenedor” y que ella decida tu destino.

— ¿Y qué pasará con la identidad que llevo en el mundo material? ¿La identidad de “Carlos”?

— Hasta que no tomes una decisión, seguiré manteniendo tu envase corpóreo con vida. Podría hacer que despertaras, pero mejor no. Te quedarás en mi base de datos hasta que me digas a cuál mundo residirás por un buen tiempo.

Balzú tardó largos años en responder. Parecía que no le gustaba la idea de tomar solo esas dos opciones. Mientras pensaba, Lucel se dedicaba a introducirle más información o, simplemente, a tararear extrañas canciones venidas de los mundos que visitó en el pasado. Al final, luego de reflexionar mucho, Balzú tomó una decisión y se lo hizo saber. Lucel sonrió, observó el envase corpóreo, antiguamente llamado “Carlos”, y dijo:

— Me alegra que hayas tomado esa decisión. Ahora podré desvanecerme en paz y exigirle una revancha a Mijail, mi eterno enemigo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.