Camino hacia la Muerte

Capítulo 1: El Despertar

Evans no sabía cuánto tiempo había pasado. Solo recordaba una serie de flashes, destellos de luces rojas y azules, el sonido de llantas chirriando sobre el asfalto mojado, y luego… nada. Silencio. Oscuridad.

Se despertó con una sensación extraña, como si su cuerpo fuera de una forma que no reconocía. Al abrir los ojos, la visión era confusa, como si estuviera viendo el mundo a través de un cristal empañado. Lo primero que sintió fue frío, un frío que calaba en los huesos, y cuando se levantó, la confusión lo envolvió por completo.

El lugar no tenía forma ni características claras. Era un vacío, un espacio vasto y oscuro, con una niebla espesa que se deslizaba por el suelo como si fuera un río de sombra. No había sol, ni estrellas, ni cielo. Solo una calma inquietante.

Evans trató de hablar, pero sus palabras se ahogaron antes de llegar a su boca. Intentó moverse, pero no encontraba su cuerpo como lo recordaba. Su mente estaba atascada en una niebla tanto como el lugar en el que se encontraba. Estaba… perdido.

Un susurro rompió el silencio.

—No estás muerto, pero tampoco estás vivo.

La voz resonó a su alrededor, profunda y distante, como si viniera de todas partes a la vez. Evans dio un paso atrás, el terror comenzaba a formarse en su pecho. Giró sobre sí mismo, buscando la fuente de la voz, pero no veía nada más allá de la niebla.

—¿Quién eres? —preguntó, aunque no estaba seguro de que su voz llegara a oídos de la entidad que le hablaba.

—Soy Death, y tú, Evans, acabas de despertar en el lugar entre la vida y la muerte.

Un hombre apareció frente a él. No tenía una forma definida, como si su silueta estuviera compuesta de sombras y luz difusa. La figura se recortó de manera vagamente humana, pero había algo en él que lo hacía parecer ajeno a todo lo que Evans había conocido. Un brillo en sus ojos, vacío pero penetrante, lo observaba.

Evans trató de decir algo más, pero las palabras se quedaban atrapadas en su garganta. Death, ese nombre le hizo temblar. No podía creerlo. De alguna manera, lo sabía, pero no quería aceptarlo.

—Lo que has experimentado es lo que llamas "muerte", pero no es el final —continuó Death, como si leyera su mente—. No, aún no has sido juzgado. Aquí, en este lugar, hay decisiones por tomar.

—¿Decisiones? —Evans balbuceó, la ansiedad comenzaba a tomar control. Miró alrededor, buscando algo que lo anclara a la realidad, pero todo lo que veía era la misma niebla interminable. —¿Qué significa todo esto?

Death hizo un gesto vago, como si señalara lo invisible, como si pudiera verlo todo desde su perspectiva, un espectador que no necesitaba tocar nada.

—Has muerto, sí, pero antes de avanzar, debes enfrentarte a algo más. Algo que no entendías en vida. Aquí, en este lugar, te enfrentarás a otros como tú. El ganador será el que vaya al cielo.

Evans frunció el ceño. ¿Un juego? La palabra resonó en su mente con incredulidad.

—¿Juegos? —repitió, casi en un susurro.

Death inclinó la cabeza ligeramente, como si la pregunta fuera predecible, pero aún así revelara una parte del proceso.

—No son solo juegos. Son pruebas. Pruebas de carácter. Aquí no se trata de fuerza ni destreza, sino de lo que eres realmente. Solo uno de ustedes podrá ganar, y ese será el que se llevará su recompensa. Los demás, como puedes imaginar, no tendrán tanta suerte.

El corazón de Evans latió más rápido. ¿Esto era lo que le esperaba? ¿Un juicio? ¿Un juego mortal para decidir su destino?

—¿Cómo…? —Evans trató de procesar la información, pero las preguntas eran demasiadas. ¿Por qué él? ¿Por qué tenía que ser parte de algo tan extraño? El miedo lo invadió, y no podía hacer nada más que mirar fijamente a Death.

Death dio un paso hacia él, como si quisiera asegurarse de que cada palabra calara en su mente.

—No hay vuelta atrás, Evans. La vida que dejaste atrás no importa aquí. El tiempo se ha detenido, y el camino hacia tu destino depende de las decisiones que tomes ahora. Elige con sabiduría.

Una sonrisa que no llegó a ser una sonrisa se dibujó en el rostro de Death, una expresión fría pero cargada de algo incomprensible.

—Cuando estés listo, los demás jugadores aparecerán. Y entonces, el juego comenzará.

Evans intentó hablar, pero una sensación extraña lo invadió, como si algo invisible lo estuviera empujando hacia adelante, hacia el desconocido. No sabía qué esperar, ni cómo reaccionar, pero una cosa estaba clara: su vida, tal como la conocía, ya no existía.

Ahora, su destino estaba atado a ese lugar y a las pruebas que Death había mencionado. No podía escapar. Y mientras avanzaba por la niebla, las primeras preguntas reales comenzaron a formarse en su mente: ¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llegar por su salvación? ¿Qué sacrificaría por ganar?

Y más importante aún: ¿Qué pasaría si no ganaba?



#160 en Ciencia ficción
#709 en Thriller

En el texto hay: misterio de la muerte

Editado: 15.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.