Caminos Diferentes

14

KYLER

—Deberíamos regresar —digo, a pesar que no quiero irme ahora.

Asiente. —Sí, creo que es hora… realmente me voy a congelar.

Me separo para salir de este trineo y le ofrezco mi mano a Cindy para ayudarla a salir a pesar que estoy consciente que no me necesita pero solo quiero sentir su mano otra vez.

Después de este viaje dudo que volveré a sostener su mano, por lo que tomo cualquier oportunidad que tengo.

Cindy sale del trineo pero suelta mi mano, intentó lucir normal para que no luzca la decepción en mi rostro.

Ambos regresamos hasta la cabaña esperando que nuestros hermanos ya estén ahí. Sé que Jacob podrá hacer bromas sobre como ella y yo nos desaparecimos por un rato pero no me importa.

En realidad, si me importa. Jacob es fastidioso y siempre lo ha sido pero últimamente molesta a Cindy mucho más que antes. Seguramente es por lo que pasó en verano, como conscientemente le dio celos y la rechazó.

Recuerdo ese día, recuerdo que Cindy llegó con un lindo vestido color melocotón con su traje de baño debajo de él. Cuando sus amigas empezaron a decir que era hora de nadar, se lo quitó.

Sí, mis ojos permanecieron en ella por un segundo pero luego aparté la mirada. No quería que se sintiera incómoda.

Tal vez Cindy no fue tan sutil cuando se sentó frente a Jacob en la piscina y lo volteaba a ver, parecía que estaba esperando que él le dijera algo como un cumplido o una invitación pero en lugar de eso, Jacob llamó a una chica y dejó que se sentara en su regazo.

Luego Jacob empezó a hablar con Cindy pero no sobre lo que ella esperaba. Con una chica en su regazo, le recordó cuando tenía doce y lloró por como le quedaba su traje de baño así que Eli le prestó su camiseta, le recordó también de la vez que comió tres pedazos de pastel en su cumpleaños.

¿Qué rayos tiene de malo eso? Era su cumpleaños y el pastel era delicioso.

Pero Cindy lucia triste y algunos chicos y chicas comenzaron a reírse. Odie tanto la manera en que ella se estaba esforzando por no salir corriendo, también odié que colocara sus brazos sobre su estómago para cubrirlo.

Así que cuando Jacob se levantó de la silla con una sonrisa egocéntrica, me moví hacia él fingiendo que estaba revisando mi teléfono y “resbalé” empujándolo a la piscina, con ropa que no era para nadar.

Le pedí perdón, sus amigos se rieron un momento y él intentó ocultar su molestia.

Fui a la mesa de comida, tomé una rodaja de pastel de mango y crema junto con un plato de mango picado en trocitos y fui hasta donde Cindy estaba en ese momento, sentada apartada de los demás, con el vestido otra vez.

—Eh, ¿hola? —fingí que la encontré de casualidad.

Ella me miró y asintió, algo que era nuestra manera de saludarnos.

Podía ver la tristeza en sus ojos, podía sentir su decepción. Me moví hasta la silla a su lado y me senté, tratando de no lucir nervioso. — ¿Te gusta el mango?

Acomodó su cabello. —Sí, ¿Por qué?

—Tengo mango real y mango en pastel, ¿Cuál quieres?

Ella me vio confundida pero una comisura se elevó ligeramente. —Um… yo… creo que el mango real…

Pero sabía que ella quería el pastel, siempre ha amado lo dulce y su decisión quizás fue influenciada por los comentarios de Jacob. —Bueno, en realidad tengo ganas de mango real, ¿aceptas el pastel?

Asintió.

Se lo entregué y ella me sonrió, de esas pocas veces donde me sonreía. —Gracias Kyler.

Quería decirle tantas cosas, quería asegurarle que se veía muy linda y que no importaba si comía pastel o si pesaba más, que siempre ha sido linda y que Jacob siempre ha sido un tonto por no ver eso.

Pero no lo hice. Me levanté cuando sus amigas llegaron y me desaparecí deseando volver a ver esa sonrisa dirigida para mí en alguna otra futura ocasión.

— ¿Dónde vas a dormir? —Cindy pregunta a Eli, ella ya está ocupando la cama de la izquierda.

Eli se acomoda la camiseta. —Pues… no lo sé, no sé cómo resolver esto.

Jacob sale después de cepillarse los dientes. —Propongo que Cindy duerma afuera.

—Propongo que alguien abra tu cabeza y descubra que no tienes cerebro —replica.

Eli suspira. —Dejen de pelear, es demasiado tarde, solo quiero dormir.

Jacob me mira. — ¿Alguna sugerencia?

Me encojo de hombros. —No sé, alguien va a tener que dormir en el sofá o en el suelo.

—Demasiado frio —Eli estira los brazos—. Nadie puede dormir con Cindy así que, la otra cama va a tener que compartirse.

Jacob bufa. — ¿Por qué ella tiene una cama para sí misma? Eso no es justo, es sexista.

—No empieces —pide Eli—. Es obvio, es una chica. No va a estar con nadie más.

Jacob sonríe de lado. —Puedo ofrecerme, no hay problema.

Cindy exhala ruidosamente.

— ¿Por qué no te quedas con ella? es tu hermana —Jacob se sienta en el colchón de la cama de la derecha.

Eli hace una mueca. —Aunque es una opción, Cindy es de las que se mueve y no duerme como una persona normal. Prefiero el suelo.

Jacob me señala. — ¿Qué hay de su novio? Podrían dormir juntos.

Me acerco para empujarlo. — ¿Puedes callarte? Deja de ser tan idiota, Jacob y aprende a respetarla. No solo a ella, a las personas, me tienes harto.

Eli y Cindy me observan con expresiones sorprendidas, tal vez esto fue algo que no suelo hacer pero era necesario.

Eli junta las manos. —Bien, solo hay una solución. Kyler, Jacob y yo dormiremos juntos.

Jacob bufa. —No dormiré contigo, eso no…

Me encojo de hombros. —Quédate en el suelo, por mí está bien. Además ustedes solían dormir en la misma tienda cuando “acampaban” de niños, ¿no?

Jacob hace una mueca. —Bien, como sea, pero no iré en medio.

Eli rueda los ojos. —Eres demasiado… solo demasiado —lo empuja suavemente—. Espero no me abraces en la noche.

—Cállate —Jacob suspira—. Yo espero que jamás digas que dormí contigo, Eli.

Eli sonríe. — ¿Por qué no? Voy a alardear de esto.




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