KYLER
Cindy me observa en silencio. Tengo miedo de haber arruinado nuestra nueva amistad y que ahora, ella solo salga corriendo lejos de mí pero no pude evitarlo.
Y si ella se alejará para siempre, necesito que sepa algo más.
—Eres como una estrella para mí —confieso, con el corazón acelerado—. Lo siento si te incomoda que piense eso.
Es todo, estoy listo para que se vaya y aceptar que he arruinado todo y que el resto del viaje será lo más incómodo del mundo porque yo…
Cindy se inclina y besa mis labios.
Y me congelo.
Ella se separa con las manos sobre los labios. —Oh… yo lo siento, Kyler —se levanta de la banca con los ojos abiertos.
Me levanto también y antes que se aleje, tomo su brazo. —Espera, Cindy.
Ella tiene las mejillas rosadas y sé que no es por el frío. —Lo siento, no soy mejor que Jonathan, yo no debí hacer eso, lo lamento tanto solo pensé que…
Pero no quiero seguir hablando porque me inclino, tomando su rostro entre mis manos y la beso. Y Cindy me devuelve el beso.
Esto es lo que se siente que un sueño se vuelva realidad. La manera en que sus labios suaves se mueven contra los míos, el aroma a ese perfume dulce que usa y su piel contra mis dedos.
La beso como si he estado esperando años para hacer esto, porque ha sido así.
Sus brazos rodean mi cuello y yo la acerco a mí, tomando su cintura. Inclino mi rostro mientras nuestros labios continúan moviéndose juntos. Este no es mi primer beso pero he olvidado todos los demás, ninguno importa tanto como este.
Nos separamos tan solo unos centímetros. —Ah… yo…
— ¿Me odias? —pregunto, esperando que no sea así.
Sonríe lentamente. — ¿Odiarte? ¿Crees que beso a quienes odio? No te odio, ¿Por qué preguntas?
—No sé, tenía que confirmarlo —acaricio su mejilla—. ¿Estás delirando por el frio?
Suelta una carcajada. —Kyler, ¿Y si mejor te callas y me besas otra vez?
— ¿Y si mejor me besas y luego vuelvo a hablar para que me calles con otro beso?
Besa mi mentón, cerca de mi labio inferior. —No tenía idea que besaras así de bien.
—No tenía idea que tú quisieras besarme —confieso, aun sintiendo cada latido acelerado contra mi pecho.
Se encoje de hombros. —No sé… no sé cómo pasó esto, ¿sabes? Hace veinticuatro horas estábamos ignorándonos, ¿no?
Veo sus labios y quiero volver a sentirlos. —Que buen giro de trama.
Ella sube las manos a mi rostro y lo acerca al suyo para besarnos otra vez. No puedo evitar sonreír mientras lo hago, porque ahora mismo, estoy muy feliz.
— ¿Me tirarás jugo en la cara? —bromeo, acercándola para abrazarla.
Me aprieta con sus brazos. —No, a ti no.
—Entonces… supongo que somos un romance de invierno, ¿no? —estoy tratando de no sonar tan triste cuando considero la posibilidad que esto con Cindy solo sea algo de un momento, algo que se desvanecerá como el hielo en primavera.
Ella se mueve para verme. — ¿Sabes qué? No tengo idea si tú y yo tenemos futuro, al menos no si vas a seguir usando ropa negra todo el tiempo. Necesito que combinemos, digo… supongamos que duramos después de vacaciones y tú quieras llevarme al baile del otro año.
Sonrío de lado. —Uh, puedo hacer una excepción en mi guardarropa por una sola noche.
Se encoje de hombros. —Y también puedes decirme cual delineador es el que usas, en serio, nunca se te desvanece.
Ruedo los ojos. — ¿Vamos a compartir delineador ahora? Eso es antihigiénico, ¿no? ¿Quieres que te diga datos sobre infecciones en el ojo?
—Sí, porque eso sería tan romántico.
La veo unos segundos y aclaro la garganta. —Cindy, no sé qué decir más que, espero que esto no termine en vacaciones.
Inclina su rostro. — ¿Sabes algo? Eres guapo y siempre quise un novio raro como tú.
Bufo. —Ah, que linda eres, yo siempre quise una novia tan dulce como tú, abeja.
Muerde su labio para ocultar su sonrisa pero falla. —Sé que esto es… muy rápido y todo y no sé cómo funcionan las relaciones, o lo que sea que esté pasando aquí pero, um, ¿crees que después del viaje podremos tener una cita?
Tomo su mentón. — ¿Y otra cita después de esa cita?
Asiente, luciendo un tanto tímida. —Hablando en serio, Kyler, creo que me estás gustando, como, realmente me gustas ahora.
—Tú también me estás gustando ahora —digo.
—Esto es raro —afirma—. Tan raro pero, estoy feliz.
Me inclino y beso sus labios una vez más porque yo también lo estoy y porque no tengo idea qué pasará con nosotros después del viaje, después de vacaciones y cuando regresemos a la escuela pero de eso me ocuparé después, ahora mismo solo quiero besarla.
— ¿Qué? —dos voces nos interrumpen.
Dos voces que olvidaba que existían también en este viaje.
Cindy y yo nos separamos y vemos a nuestros hermanos que nos miran como si una avalancha les estuviera cayendo encima.
— ¿Qué están haciendo? —Eli pregunta, moviendo sus ojos de mí a Cindy.
Ella niega frenéticamente. —Nada, nada… nada.
— ¿Nada? —Jacob arruga la nariz—. Eso lucía como si ustedes se estuvieran besando, ¿Cómo rayos esto pasó?
— ¡Cindy! —Eli sube el tono de voz—. ¿Te has estado besando con Kyler todo este tiempo? No puedo creer que los dejé solos en el auto, que han estado solos todo este tiempo y ahora, se están besando frente a nosotros.
—En realidad —Cindy mueve las manos—, no nos estábamos besando frente a ustedes, ustedes caminaron hasta aquí.
— ¿Crees que es un buen momento para hacer bromas, Cindy? —Eli cruza los brazos—. Y tú, Kyler, ¿Qué estás haciendo? ¿Aprovechándote de mí hermana?
—Vaya, espera —Jacob lo mira—. Entiendo que esto es tan asqueroso y confuso para ti como para mí, Eli, pero Kyler no es un mal chico. En serio, él no es como… bueno, como yo.
Eli entorna los ojos. — ¿Qué?
Jacob suspira lentamente. —Que no entiendo esto que están haciendo y que no quiero verlos besándose otra vez en mi vida pero Kyler no es una mala persona y no está aprovechándose de ella, en todo caso, yo debería preocuparme por la inocencia corrompida de Kyler.