Caminos Diferentes

23

CINDY

—Buenas noticias —Eli se coloca el abrigo—. Ya nos podemos ir.

Jacob me mira. —Malas noticias para ti, ¿no? Ya no besarás a mi hermanito escondida en alguna esquina.

—Deja de hablar —Kyler lo empuja—. Ahora yo la defenderé.

Eli arruga la nariz y suelta una larga respiración. —Escuchen, voy a hablar con el señor Quest para pagar la cabaña y mientras tanto guarden todo. Jacob, guarda mis cosas y Cindy, llama a papá para explicarle que vamos en camino.

—Está bien —Jacob se mueve hacia la habitación para volver a empacar algunas prendas que han sacado.

Kyler espera a que Eli salga para acercarse. —Voy a empacar también.

Asiento sin poder ocultar mi sonrisa. No entiendo porque no puedo dejar de sonreír, me siento tan tonta pero tan feliz. —Está bien.

Él se inclina y besa mi mejilla antes de moverse a la habitación donde Jacob está. Mi corazón pega un salto y cuando él ya no puedo verme, sonrío ampliamente.

Tomo mi teléfono para buscar rápidamente el contacto de papá. No sé qué tan molesto estará pero intentaré explicarle que no fue nuestra culpa y también, intentaré que no me haga trabajar en estas dos semanas.

Ahora que Kyler y yo, pues, somos algo, estaba pensando en salir con él en los próximos días.

Espero dos tonos hasta que escucho su voz. — ¿Cindy Vee? —papá siempre usa ambos nombres.

—Hola papi —si soy tierna con él, tal vez no se moleste más.

—Hola princesa, ¿Cómo estás? ¿Todo bien? —pregunta un tanto afligido.

Me siento en el sofá. —Sí, todo bien. Estamos en un lugar que seguro Eli ya te contó. Es hermoso, papá. Realmente, te enviaré fotografías. Por cierto, ya vamos a salir así que llegaremos en unas horas, supongo.

—Claro, los espero aquí —dice—. No puedo creer que se hayan extraviado. Tú no querías hacer ese viaje con los chicos, ¿no? Debí escucharte, tenías razón. Las mujeres tienen un sexto sentido.

Hago una mueca. —En realidad, no me arrepiento de nada —bajo la voz—. Sé que quizás perdiste el dinero del hotel pero, no fue tan malo. No tengo culpa de nada pero, lo siento.

Escucho que suspira. — ¿Tú y Eli están bien?

—Sí.

—Entonces no importa nada más, princesa —responde—. Ahora solo quiero que vengan y conozcan a su hermano, se parece a ti Cindy Vee. Seguro lo amarás.

Sonrío. —Ya lo amo, papá. Estoy emocionada por conocerlo, ¿Cuál es su segundo nombre?

—Eddy —suelta una risa—. Es una combinación de nombres o eso intenté. E de Eli y dy de Cindy.

Mis ojos se abren y mi corazón pega un salto. —Eres tan cursi papá —pero puedo sentir las lágrimas de emoción—. Pero me encanta.

—Ya quiero verlos —dice—. Así que viajen con cuidado y tráeme un fuerte abrazo, princesa.

—Sí, lo haré. Te amo, adiós.

Kyler sale justo cuando termino la llamada y se sienta a mi lado. — ¿Tu papá está molesto todavía?

Niego. —Creo que ya no, solo estaba preocupado.

Kyler toma mi mano y acaricia con su pulgar el dorso. — ¿Quién se puede molestar contigo después de todo?

Ruedo los ojos. —Supongo que todo el mundo.

—Tal vez —le da un apretón antes de soltarme—. ¿No vas a empacar?

Asiento y me levanto. —Creo que extrañaré este lugar a pesar que no estuvimos mucho tiempo aquí.

Él se coloca de pie también. —Creo que yo también.

Se inclina un poco a mi rostro pero antes que pueda besarme, Jacob le pide que vaya. Kyler suspira y me hace una seña para que terminemos de guardar todo.

~ ~ ~

— ¿Por qué parece que viste un fantasma? —Jacob le pregunta a Eli cuando entra por la puerta.

Ya tenemos las maletas listas para ir a guardarlas al auto otra vez y solo estábamos esperando que él regresara. —No me digas que algo pasó —digo.

Sonríe lentamente. —Pues sí, pasó algo. Fui con el señor Quest a pagar la estadía en el lugar, me dijo que era gratis.

— ¿¡Qué!? —preguntamos los tres al mismo tiempo.

Eli se encoje de hombros. —No lo sé, él dijo que las personas buenas merecían cosas buenas y que nosotros lo merecíamos. Además, que es la época de ser generosos.

—Vaya —Jacob resopla—, espero que no lo haga con cada huésped o se quedará pobre.

—Pues dudo que se quede pobre —Eli agrega—, conocí a su esposa y ella me explicó que usan este lugar para filmar películas en primavera y verano. Así que, tienen dinero.

— ¿Qué películas? ¿Han caminado famosos aquí? —Miro hacia el sofá—. ¿Y si Olly Morrison Williams estuvo aquí? En la película anterior estaba en un lago muy parecido a ese.

— ¿Quién es ese? —Eli pregunta.

Jacob rueda los ojos. —Un sobrevalorado actor con cara de perrito regañado.

Abro la boca. — ¿Cómo te atreves a insultarlo? Olly Morrison Williams es el mejor actor de nuestra generación.

Eli inclina el rostro. — ¿Por qué tienes que decir su nombre completo?

Jacob señala a Kyler. — ¿Ves? Ya te está cambiando por un actor mediocre.

Resoplo. —Olly Morrison… él, no es mediocre —sus fans nos hemos acostumbrado a usar su nombre completo y siempre lo digo—. Además, no estoy cambiando a nadie. Él es mayor, solo me gusta como actúa.

Eli sacude las manos. —Eso no importa y no sé si tu actor favorito ha puesto su trasero ahí —ruedo los ojos—. Solo sé que no vamos a pagar nada y que el señor Quest es genial, también su esposa.

—Entonces, ¿Ya nos podemos ir? —Jacob pregunta.

Eli asiente, tomando su maleta. —Sí —está por abrir la puerta pero voltea y nos mira a Kyler y a mí—. También dijo algo más, la señora Quest.

— ¿Qué? —Jacob toma su maleta.

—Que ella y el señor Quest eran amigos de la infancia y que cuando vio a dos personas en el lago, le recordó a su primer beso.

Kyler y yo nos volteamos a ver mientras que Eli levanta una ceja.

—Supongo que eran ustedes, ¿no? —no puedo descifrar si está enojado.

Me encojo de hombros. —No.

Eli exhala lentamente. —No quiero saberlo, solo diré que al menos no pagaremos nada.




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