Caminos diferentes con el mismo destino

CAPITULO VI

Elsa Marinette… 
Desperté, después de haber estado bastante tiempo inmersa en la oscuridad por fin desperté, lo primero que vi fue a mi hermano con una hermosa sonrisa en su rostro, este fue por un doctor a decir que había reaccionado y regreso, el doctor me reviso y dijo que todo estaba en orden, escuche como más personas entraban a la habitación, pero no le di importancia. 
-¿Cómo estás?- le pregunto a mi hermano. 
-La pregunta aquí es para ti ¿Cómo te sientes?- me contesta. 
-Bien, solo duele un poco donde estuvo la bala- respondo. 
-Pensé que te perdía El- me abrasa llorando. 
-Tranquilo, ya estoy bien, además tú nunca rompes una promesa- le digo. 
-Sí, y a partir de ahora me encargare de cumplir esa última promesa que te hice- me responde el limpiándose las lágrimas con una sonrisa en el rostro. 
-Qué bueno que estés bien, nos tenías preocupados, pensamos que ya no despertarías- dice el chico de la otra vez. 
-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?- pregunto. 
-Tres días- contesta una voz que no reconozco pero se me hace familiar, así que volteo a donde se encuentra este sujeto, pero cuál es mi sorpresa al verle la cara. 
-¿Aladdin eres tú?- pregunto al sujeto que está en una esquina del cuarto. 
-¿Perdón?- pregunta la chica. 
-E…eres Ed…Edwar cierto- 
-Así es- 
-Quiero que se vallan- le digo a Jhonny. 
-Wow, así me pagas el haberte salvado la vida- me dice el chico un poco indignado, al que ahora se le salve la vida pensando que era un simple lobo. 
-Me la debías- contesto- y no quiero que se vallan ustedes, solo quiero que se valla el- digo señalando al que alguna vez fue mi mejor amigo. 
-¿Puedo saber porque?- pregunta Edwar. 
Yo lo miro con ganas de querer matarlo, pero sé que no podré hacerle nada ya que él es un Licántropo y yo una simple humana, en dado caso de que le intentara pegar la lastimada seria yo. 
-Toda vía tienes el descaro de preguntar por qué- le respondo con notable sorna en mi voz. 
-Sí, ya que no entiendo tu desprecio hacia mi persona- responde el. 
-Pero que descaro el tuyo- 
-Mira que aparecer después de diez años, diez años de los cueles siete los estuve esperando, ya que mis “mejores amigos” regresarían, porque uno de ellos prometió que regresaría pronto, el que prometió que nunca me dejaría sola- 
-Dime dónde demonios estuvo cuando perdí a mi madre- 
-Donde carajos estabas cuando me llevaron de emergencia al hospital ya que no podía dormir del dolor- 
-Donde rayos estabas cuando de la escuela tuvieron que llevarme a un hospital por que no podía respirar-  
-Donde cojones estabas cuando visite otra vez el hospital porque mi padre no sabían que tenía-  
-Donde carajos estuviste cuando fue nuestro aniversario número ocho, el cual prometiste que pasaríamos juntos-  
-Donde demonios estabas cuando a mí me diagnosticaron cáncer-   
-Donde carajos estabas cuando me fracture el brazo- 
-Donde rayos estabas cuando ese maldito hijo de puta malparido empezó a abusar de mi- 
-Donde carajos estuviste cuando perdí a mi padre- 
-que fácil fue para ti decir juntos por siempre-  
-que fácil me engañaste con tus promesas falsas- 
-y yo como una estúpida los espere a ti y a tu hermana durante siete años, hasta que cumplí trece, y me di cuenta que ustedes jamás regresarían, incluso llegue a pensar que estaba loca, que todos esos años que pase con ustedes solo eran producto de mi imaginación, pero mi padre y mi hermano también tenían vagos recuerdos de esos niños, y entonces mi padre decidió que era tiempo de cambiar de casa, por mi bien- 
-Ahora dime donde estuviste cuando todo eso paso- 
-Porque no te encontré, porque fui a buscarte cuando tenía quince años, pero me encontré que tú y tu familia ya no Vivian ahí- contesta. 
-¿Y porque no me buscaste? Acaso no pensaste que yo aún te esperaba- 
-Pensé que tal vez era el destino, que tal vez así debían ser las cosas, por eso ya no insistí en buscarte- dice con la voz quebrada. 
-Y por qué diablos se fueron, es lo que no puedo entender, acaso no llevan una buena y pacifica vida allá- le digo 
-Sí, pero yo cometí una estupidez, hice algo que no debí- me contesta Edwar. 
-Y ¿Qué fue eso tan estúpido que hiciste? Que tan estúpido fue como para dejarme sola- le reprocho. 
-Enamorarme de una niña que era mi mejor amiga, esa fue la estupidez que hice, enamorarme de quien no debía, entregarle mi corazón a una niña que no sabía si llegaría a ser mi mate, y confesarle cual era mi verdadera naturaleza, eso fue lo que hice mal, enamorarme y enamorar a alguien a quien sabía que cuando encontrara a mi mate la lastimaría si ella no llegaba a ser mi mate, esa es la razón por la cual tuvimos que irnos- 
-A demás que nos estaba prohibido decirle nuestra naturaleza a los humanos a menos que fuera nuestro mate- me responde. 
-Y pensé que ya no querrías verme, que me tendrías miedo por lo que soy- 
-Y no se te ocurrió la tonta idea de que yo lo sabía- 
-Dime nunca cruzo por tu mente que ya sabía de la existencia de lo sobrenatural- 
-Nunca te dio curiosidad saber porque tan atinadamente te decía Lobito y a mi hermano Vampirito- 
-No te cruzó por la mente que yo tampoco era del todo humana, ya que siempre sabia cuando nos iban a regañar, cuando alguno de nosotros iba a caerse y rasparse las rodillas, nunca lo pensaste de esa forma- le reprocho. 
-Pues no, pensé que solo era intuición- me responde. 
-Dime no se te hacia sospechoso que mis “intuiciones” fueran todas verídicas y se cumplieran al pie de la letra- 
-Pues no porque a veces tu misma nos empujabas para que lo que decías se hiciera verdad- 
-Pues es que ese es el trabajo de un hijo de la tierra o hechicero, que todo lo que se le revele tiene que ser cumplido- 
-¿Qué?- dice mi hermano- ¿Qué es lo que acabas de decir? Porque cojones yo no sabía nada de eso, um, porque a papá o a mí nunca nos dijiste nada parecido- me dice mi hermano un poco disgustado. 
-Porque perdí ese toque- 
-¿Cómo que lo perdiste?- pregunta la chica muy alarmada. 
-Según lo que yo sé, para un hechicero perder su poder es como morir en vida- dice la chica. 
-¿Cómo sabes eso?- le pregunto un poco confundida. 
-Aunque también depende de a que Aquelarre pertenezcas- 
-Como sabes eso, por lo que se tu eres una Loba- le digo. 
-Um, cierto mi familia por parte de mi madre son brujas, hechiceros y uno que otro Licántropo, en cambio la familia de mi padre todos son Licántropos- puntualiza ella muy feliz. 
-Pero tú eres una Loba pura, por así decirlo, no tienes ni una pisca de magia en la sangre, ni blanca ni oscura- 
-A que Aquelarre perteneces- me dice. 
-No se mi madre nunca quiso decirme a que Aquelarre pertenecíamos ni quien era mi padre biológico- le contesto 
-Um entonces cual era el nombre de tu madre- 
-Tiana Mulan Brown Villareal- le respondo. 
-No puede ser- dice ella y hace una reverencia- majestad- 
-Pero que- la interrumpo- porque su majestad- 
-Tu Aquelarre es el más poderoso de todos los Aquelarres que existen en nuestra jerarquía, perteneces al Aquelarre de los Fernández, tu madre es hermana de la actual reina- dice muy emocionada- aunque no se sabía que tu madre tuviese hijos, ella desapareció del Aquelarre hace poco más de 18 años- 
-No desapareció, la expulsaron por enamorarse de un humano e intentar convencer a sus padres adoptivos en que lo aceptaran como su pareja, y no felices con eso mataron a el chico y condenaron a mi madre a la desgracia- puntualizo diciendo la verdad de los hechos. 
-Bueno eso no lo sabíamos- me responde ella. 
-Bueno, pero por lo que se en nuestro Aquelarre no pierdes tu magia a menos que algo muy fuerte o doloroso haya pasado en su vida- me dice. 
-Pues el que mis únicos dos mejores amigos se hayan ido sin decir porque me dolió mucho y si a eso le sumas que perdí a mi madre pocos días después- le contesto. 
-Bueno pero con el tiempo pudiste recuperarlo-  
-Pues no y prueba de eso está el asma y las fracturas que tuve en su debido momento, ya que cuando aún los puedes recuperar no pueden darte ciertas enfermedades y a mí me dieron las peores- le contesto. 
-Entonces no podrás recuperar tu poder- dice ella un poco triste. 
-Pues ahora tengo una esperanza, ya que me eh reencontrado con una de las principales causas de mi pérdida de poder- le respondo. 
-Qué bueno-me dice, y veo como Edwar sonríe ampliamente. 
.No te emociones campeón, eso no significa que ya te perdone mentiroso- veo como su sonrisa se desvanece, así que sigo ablando con la chica, y en eso me doy cuenta que aún no se su nombre. 
-¿Cuál es tu nombre?- le pregunto. 
-Kagome, Kagome Nezuco es mi nombre y él es Julio Isaías, mi mate- me dice ella entusiasmada. 
-Un bonito nombre- le digo. 
- Gracias, mi madre y mi abuela dicen lo mismo. 
-Y tu madre y tu abuela a que Aquelarre pertenecen- pregunto con curiosidad. 
-Al mismo que tu- me responde. 
-Wow, que pequeño es el mundo- le digo- me gustaría conocer a tu abuela y a tu madre- le digo con sinceridad. 
-Entonces hay que ponernos de acuerdo- me contesta. 
En eso entra el doctor, me revisa por segunda vez y me da de alta. 
-Iremos a mi casa- dice Edwar. 
-No, yo quiero ir a casa con mi hermano- le respondo. 
-Está bien, después iré a tu casa a verte- me dice. 
-No es necesario- le respondo. 
-Claro que lo es y ahora más porque sé que tú eres mi mate- me contesta el. 
-Está bien digo- 
Hasta ahora no me he dado cuenta que eh estado tres días sin ver ni abrazar a mis niñas hermosas que han estado hay para mí. 
-¿Dónde carajo están Laika y Akira?- le pregunto a mi hermano casi matándolo con la mirada. 
-Están en mi casa, no te preocupes están muy bien cuidadas- me dice Edwar. 
-Entonces iremos a tu casa primero, porque mis niñas me necesitan y después nos iremos a casa hermanito- le contesto. 
-Está bien- me responde Edwar. 
-Por qué tengo que ir- me dice mi hermano. 
-Por qué dejaste que Edwar se las llevara a su casa sin mi permiso, nada más por eso hermanito hermoso- le contesto, y él tiene una cara de ok no encuentro fallas en tu lógica hermanita, no es cierto tiene una cara de que va a matar a alguien. 
 




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