Cam:on

S.O.S

Bajo la actuación del día, Rose podía esconderse muy bien, estaba en el primer año de psicología en la Universidad, ese era su fuerte, la mente, las emociones, y por ello también le interesaba estudiar a aquellas personas que la seguían en su canal, aunque aún le faltaba establecer una relación de cercanía. Pensaba que la psiquis después de tantos estudios hechos por parte de los eruditos famosos, continuaba siendo un misterio. A veces se quedaba largo tiempo meditando sobre el banquito que daba al sol en las pausas pequeñas que tenía entre las materias, observaba a las personas, ¿qué esconderían ellxs? ¿qué secretos tendrían? Sentía que estaba un pasito más cerca de la vulnerabilidad debido al haber incursionado en el mundo cam-girl, aunque la posición de objeto gráfico fuera intensa, allí se sentía libre. La Rose nocturna era una persona extrovertida, descarada, todo lo contrario a La Rose solitaria que se paseaba con un café negro entre sus manos. Desde aquel suceso con su amada, la conexión con otras personas de su misma edad era nula porque nunca podía mostrar realmente cómo era debido a los fracasos en la adolescencia. Adoraba leer los libros de psicología, podía pasar horas analizándolos, les tomaba cariño porque eran como una parte de ella, se apegaba rápidamente a los autores y así encontraba la felicidad, en su burbuja.

Su madre solía llamarla dos o tres veces por semana y Rose se desprendía comentándole lo sucedido, aunque desde que pudo rehacer su vida al encontrar un nuevo hombre con quien tener momentos fortuitos, la conexión con su hija iba perdiéndose, sin embargo, ella lo comprendía, se emocionaba por su mamá, pronto conocería al hombre extraño y su rostro tomaría forma. Había quedado tan alejada del pueblo que realmente ya no se sentía parte de el.

Aquel día era viernes, y tendría una sesión un poquitín más larga. Utilizaba el traje blanco, usual, pero estrenaría la peluca rosa que compró días atrás. De repente, mientras aún estaba preparándose, el botón rojo de la grabación se encendió, pensó que era efectivamente era un error por lo que rápidamente se acercó a la pantalla para apagarlo hasta que alguien comenzó a escribir en el chat, por su parte realmente se asustó, y antes de proceder a su acción, el usuario tecleó: "Por favor, no apagues", entonces allí se quedó perpleja, se sentó sobre la alfombra y del otro lado encendieron la cámara; estaba oscuro y apenas se podía visualizar una silueta que a poco a poco fue cobrando forma tras los pixeles: era una mujer rubia con una expresión sombría que miraba a Rose y luego el teclado. Las mujeres no solían incursionar en ese tipo de páginas web, era la primera vez después de algunos meses de haber comenzado que una chica se conectaba. Mantuvo sus labios sellados y más bien decidió escribir: ¿Qué sucede?, la desconocida contestó: "Necesito ayuda. Estoy en problemas". El interés de Rose creció, en verdad se trataba de una situación extraña.

Eve: ¿Cómo te llamás? ¿Problemas de qué tipo?

igotthekey87: Mi marido me encerró. Estoy en la habitación y con la laptop de él, encontré tu canal, eras la única así que te escribí. Me llamo Mina. Llamá a la policía.

Su política de no intervenir, su política de no establecer ningún tipo de conexión ajena a las sesiones se desvaneció lentamente. ¿Qué es lo primero que se enseña cuando alguien está en situación de riesgo? Pues, justamente, la frase "no meterse" está en nuestras cabezas desde que somos pequeñxs. ¿Debería creerle? ¿Alguien estaba jugándole una broma? ¿Y quién pediría ayuda en una página así? Por otra parte, la mujer continuaba observándola sin sacarle los ojos negros de encima, para estar en problemas realmente se la veía bastante tranquila, aunque cambió su parecer de un instante a otro cuando percibió ciertos frascos transparentes a su lado, tenían una inscripción pegada, aunque no alcanzaba a leerlo ya que la cámara si apenas lo enfocaba, parecía medicina. Ahora su aspecto demacrado y sombrío tenía un sentido, Mina efectivamente estaba drogada o algo raro sucedía con ella.

Eve: Está bien, voy a llamar al 911. Dame la dirección. Tecleó con terror, sentía un nudo en el estómago.

igotthekey87: Me va a matar. me.va.a.mat.ar. Mina respondió.

Rose hizo un descubrimiento alucinante, y todo se volvió realmente retorcido desde aquel punto, notó que Mina sólo escribía con la mano izquierda, de la otra salía una especie de cadena que llegaba hasta un lugar el cual no era visible por la cámara, y su muñeca estaba morada, parecía tener sangre endurecida; entonces llegó a la conclusión de que eran heridas viejas y el hombre la tenía encerrada como si fuera un rehén allí dentro. Era una víctima más de la violencia de género, de la mano negra de la muerte. Rose volvió a escribir el mensaje.

Eve: Por favor, dame la dirección!!!!!

Mina caviló unos segundos, estaba completamente perdida, parecía recobrar la consciencia y luego la perdía, todos sus acciones eran lentas. Rose ya tenía el teléfono a su lado, y comenzaba a desesperarse.

igotthekey87: Latimer al 1500.

Apenas respondió, se comunicó con la policía, obviamente había unos minutos de espera, pero cuando oyó la voz de una mujer, de inmediato habló: "Hola, alguien se comunicó conmigo por internet, dice que se llama Mina y su marido la matará. Veo que posiblemente pueda estar drogada, o realmente no sé qué sucede con ella. La dirección es Latimer al 1500, por favor, vayan rápido. No puedo dar más información porque no sé, y parece perdida". Sus manos temblaban, pero tecleó: "Ya avisé, están yendo".

"Gracias..." tecleó el usuario con la mano que efectivamente no estaba acostumbrada a usar, y los puntos suspensivos de su respuesta le hicieron pensar que volvería a escribir. El micrófono contrario estaba prendido, por lo cual Rose pudo oír una puerta que se abría, sin embargo el usuario se desconectó después de ello. Expectante ante lo sucedido volvió a llamar a la policía. Todo su cuerpo tembló, se rascaba la cabeza nerviosa y terminó quitándose la peluca porque sentía su rostro arder, ¿en verdad había presenciado los últimos minutos de vida de una mujer? ¿en verdad no pudo ayudarla? Las horas pasaban y Mina no se hacía presente, aunque tampoco lo haría porque si la policía pudo salvarla la llevarían a algún refugio y no podría contactarla, además el estado en que se hallaba tampoco permitiría que recuerde su rostro, al menos esperaba que no fuera en vano la llamada, el intento de ayudar.




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