CAM(tarsis)

Cuando menos lo pensó, su nueva sesión de los miércoles había ganado cierto interés en la página web y diferentes blog tal como le comentaban algunas compañeras cam-girls y eso le aseguró puestos más altos en el ranking, aunque por unos días olvidó completamente aquel sueño principal que había tenido en mente, ya que la historia de Selenia la había conmovido tanto que estaba en búsqueda de otras historias personales. Continuaba vistiéndose con sus trajes usuales e intercambiaba las pelucas, aunque intentaba crear un personaje para los miércoles así sería más distinguido y fuera fácil de recordar: La peluca roja con el traje de cuero negro, el moñito rosa en el cabello, las botas largas que cubrían sus rodillas y el maquillaje cargado que la caracterizaba. Esta vez encendió la cámara esperando que alguien se conectase, sin embargo durante algunos minutos nadie apareció, así que pensó que tal vez no tendría suerte aquel día, por lo que comenzó a acomodar el lugar hasta que sintió el timbre del chat: "Hola, espero que no sea muy tarde".

Rose se encendió de alegría y observó a la cámara para decir que no había problema. La persona desconocida también encendió por su parte la suya, y casi se petrificó. Rose quedó algunos segundos sin decir nada, se trataba nada más ni nada menos que una amiga de la infancia, una amiga de la primaria a quien no veía y oía hace muchísimo tiempo atrás, pero no mencionó nada al respecto aunque tal vez su rostro rojo la delatase, la contraria no pareció reconocerla por lo que respiró profundo y le hizo un ademán para que comenzase a hablar.

"Bueno, hola. Tengo 22 años actualmente y mi nombre es Carolie. Mi vida cambió completamente en el último año de la secundaria. Provengo de un pueblo y todos sabemos que suelen ser más cerrados, que suelen creer en la mayoría de los rumores y son rápidos para señalarte con el dedo. Era las dos de la tarde cuando entré a la escuela para buscar al profesor de gimnasia ya que iba a avisarle que no iba a entrar a la clase debido a que me sentía bastante mal ese día, no lo encontré, lo busqué en la dirección y demás, entonces fui al baño a lavarme la cara antes de agarrar mi mochila e ir caminando hasta casa. Entré a un cubículo para cambiarme la ropa hasta que un momento escuché ruidos y alguien que empezó a subir a subir la voz protestando, entonces pregunté si la persona estaba bien, hubo un silencio rotundo y me asusté, por lo que abrí la puerta donde estaba oyendo lo que sucedía y realmente me asombré al ver a mi profesor de gimnasia con una de sus alumnas, cabe mencionar que para ese momento teníamos entre 17-18 años de edad, la mayoría éramos menores de edad, ambos no supieron cómo reaccionar. Se quedaron viéndome atónitos. Más tarde me enteré que el hombre engañaba a la esposa con una de mis compañeras. 

Ella salió corriendo a la dirección y allí fue donde comenzaron los rumores sobre mí, mencionó que nos habían encontrado a ambos en el baño, y lo peor de todo es que el odio me lo llevé yo, a él no lo sacaron de su cargo, sino que le dieron una especie de "licencia", la dirección lo intentó mantener en secreto, pero yo no dudé en comentárselo a mis padres, ellos le hicieron la denuncia correspondiente a la escuela y al profesor, los padres de mi compañera obviamente me acusaron a mí diciendo que estaba mintiendo. De un día a otro la escuela lo sabía y yo era la persona más perseguida del mundo, no dejaban de mirarme y todos decían que yo era la culpable, nadie se cuestionó que el profesor estaba con una alumna menor de edad. Además de eso, sólo faltaban dos meses para que terminen las clases, pero la dirección me mencionó que debía repetir el año. Fue uno de los peores momentos que pasé cuando tenía diecisiete años y me daba repugnancia sólo saber que los demás pensaba que yo estaba con él, me daba asco y me sentía realmente abusada. Todos aquellos pensamientos me fueron carcomiendo poco a poco, y como fui la "villana" de la historia, hasta en un momento dudé de mí, pensé que tal vez sí tenía la culpa. Nunca me hubiera imaginado esa situación. Prontamente, me cambié de escuela, mis padres continuaron tomando acciones legales  y la gota que rebalsó el vaso fue que comenzaron a difamarme en redes. 

Alguien creó una página en instagram donde ponían "chismes" de la escuela a la cual asistía anteriormente y me sentí horrible cuando vi una foto mía con la descripción: "La alumna Carolie de 17 mantuvo una relación con el profesor de gimnasia". Fue una pesadilla que parecía no terminar jamás, y hasta el día de hoy hay personas que continúan sacando eso a la luz. Me gradué a los dieciocho, un año después obviamente, y empecé a estudiar en la universidad. Todavía me da miedo que el rumor se expanda nuevamente o encontrarme con mis compañeros de la escuela porque ninguno me apoyó. Quisieron hacer una reunión hace un año atrás, e intentaron invitarme, pero obviamente no acepté su invitación porque sería para lastimarme y ellos probablemente querrán exprimir todo lo que puedan de mí debido a lo sucedido".

Rose oyó con atención, y aunque continuaba sorprendida porque había sido alguien cercana durante mucho tiempo a ella, no sabía que se había enfrentado a un infierno en la adolescencia. Quizás por eso había sido tan esquiva a los dieciocho e intentaba no salir de su hogar. Por un momento, deseó sacarse la peluca y decirle: "Soy yo, Rose, ¿te acordás?" pero debía mantener su identidad nocturna en secreto, en esa página web era Eve, no Rose. Intentó dedicarle algunas palabras de aliento antes de que la sesión finalizara, y se quedó con la imagen de Carolie sonriendo y moviendo su mano para saludarla luego de agradecerle el espacio.