CAM(tarsis)

Después de cierto tiempo abrió su sesión tan esperada de los miércoles y apenas encendió la cámara, alguien también lo hizo del otro lado. Rose se asustó un poco por la rapidez de la otra persona, pero luego vio que la muchacha tenía cierta dificultad para acomodar la cámara hasta que finalmente habló: "Ay perdón no soy muy buena con estas cosas Mi nombre es Pearl y tengo 28 años".

Rose la saludó y le mencionó qué podría hablar cuando quisiera:

"Bueno, voy a contar mi historia, mis padres fallecieron cuando yo tenía tres años en un accidente de tránsito, entonces desde ahí un orfanato se hizo cargo de mí porque no encontraron más familia, obviamente fue horrible, había miles de historias, estaban los chicos más grandes en una sala y en la otra los más pequeños, lloraba todo el día también, me quería ir, miles de veces intentaron adoptarme pero como los papeles de adopción tardan un montón la mayoría desistió. Empecé a estudiar ahí dentro, terminé la secundaria y allí fue donde comencé a sentirme peor, porque a partir de los 10 años la gente ya no te quiere adoptar, pero sí vi cómo se llevaban algunos de mis amigos o hermanos como nos considerábamos. Al cumplir los 18 años ellos te desechan básicamente, imagínate que no sabía nada del mundo exterior y de repente te sacan de ahí quedé en la calle hasta que un hombre me ofreció trabajo en un comercio, quería ganar lo suficiente para poder estudiar en la universidad, pero parecía imposible, además tenía los ánimos por el suelo porque había perdido a todos mis conocidos y lo único que conservaba era el nombre que me habían dado mis padres.

Luego, comencé a salir con un chico y en un lamentable descuido me quedé embarazada a los 19 años, pensé que él se quedaría conmigo, sin embargo no sucedió de esa manera. Él dijo que el bebé no era suyo, y eso me destrozó por completo, yo pensé que mi vida había acabado sinceramente, gracias a que el hombre del comercio fue el único que me ayudó y también me acompañó a hacerme los estudios, había médicos muy buenos y otros que me atendían muy mal porque obviamente tenía 19 años y para ellos sólo era una adolescente que no sabía cuidar sin saber toda mi historia de trasfondo. Las palabras dolían muchísimo en aquel momento, y aunque el maltrato lo tuve desde el orfanato, nunca me acostumbré a los malos tratos y tampoco debía hacerlo, ¿o no?

Parece que todo iba mal para mí, no tenía a nadie para comentarle lo que me sucedía o cuando me sentía mal. Mi bebé nació bien por suerte, y me hice completamente cargo de ella, ahora tiene casi 9 años. Aún así, empecé a estudiar a los 21 años abogacía y estoy pensando continuar estudiando todo aquello relacionado a la adopción. Quiero acabar con tanta burocracia, quiero que al menos algunos de los chicxs tengan la oportunidad de tener una familia porque es posible y también desenmarañar los prejuicios que hay acerca de ella, como por ejemplo el hecho que piensan que lxs niñxs de 9-10 años no pueden amoldarse a una familia a nuevas familias o que tienen un carácter difícil de llevar, cuando en realidad, en la mayoría de los casos, es todo lo contrario. Tenemos sueños a esa edad, metas, y aún seguimos en pie después de sufrir tantas cosas dentro. He visto como muchos de ellxs se han suicidado al crecer debido a que no soportan el desprecio y un futuro sin esperanzas. No podré acabar con todo, pero al menos deseo hacer más ameno el sufrimiento."

Pearl se tomó unos minutos y comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos, Rose se asombra porque era la primera persona de sus sesiones que dejaba sus sentimientos brotar naturalmente; la muchacha trataba de sonreír, pero ella lo comprendía, el dolor era difícil de cargar, se presentaba inexplicable a los demás. Todxs cargamos con esa fibra sensible que nos destruyó en algún momento y ahora somos medio-humanos, medio-quebrados.

— Me alegro que hayas podido continuar con tu vida Pearl y que hayas decidido criar a tu hija sola. Pienso que sos muy valiente y tuviste mucho coraje para no perderte por otro camino.

— Muchas gracias Eve. Después de tanto tiempo volví a llorar recordando todos esos malos momentos, pero encontré a una persona con quien estar. Somos dos mujeres criando a Felicity, le puse el nombre de mi mamá, me alegra recordar a mis padres de esta manera. Te voy a estar eternamente agradecida por dejarme contarte mi historia, te encontré en un blog que te recomendaba y pensé que sería bueno darle y darte una oportunidad.

Conversaron unos minutos más antes de que Pearl se desconectara de la sesión. Si hablar sobre el dolor de cada uno servía para que sanen, entonces su trabajo estaba hecho; otra persona se unía a su lista.