PREFACIO.
—Ya fue suficiente—lo oí murmurar, de inmediato me volteé—. Esto sobre paso todo—camino hasta quedar a un palmo de mí. —, no puedo sacarte de mi cabeza y tengo que decirlo antes de seguir con todo este disparate. —se oía desesperado.
No entendía que estaba haciendo, eso no estaba en el libreto.
Acuno mí rostro entre sus manos, y me miró como solo él lo hacía. De pronto aquello que siempre intentaba interpretar en su mirada; se hizo claro.
—Me enamoré como un loco desquiciado de la "estrellita" y no quiero dejarla ir nunca—un jadeo se escuchó por la sala entera y yo me quedé sin habla.
Él…