Campamento de Famosos

CAPÍTULO 11

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D.R 

Sabía que mi día iba a ser tormentoso desde que me levanté tarde y con solo unos minutos para alistarme y bajar. No me gustaba hacer las cosas rápido y que saliera bien y menos que mi rutina se salga de control. Aunque hacía mucho que eso ya había sucedido y mientras sea con ella no me molestaba. Y por esa razón sabía que estaba bien jodido.

Había imaginado de todo, incluso que se iban a llegar sin mí.  Pero es que no podía dejar pasar el momento de inspiración que tuve anoche. Una vez empecé a escribir no pude detenerme y ni siquiera me dí cuenta de la hora hasta que me ardieron los ojos. En mi mente solo pasaba esa mirada llena de anhelo y esos sentimientos que se veían a través de sus preciosos ojos pero sabía que ella aún no estaba lista para hablarlo. Me sorprendí a mí mismo escribiendo cuatro capítulos en los que cada vez todo iba tomando más sentido en el libro, y en mi vida.

Me ví doblemente sorprendido cuando oí que alguien entró a mi habitación, cuando estaba a punto de salir de la tina en la que me encontraba, estaba dispuesto a salir cuando diviso su cabellera roja y su perfecto cuerpo entrar hasta la ducha incluso. Lo que pasó luego se salió de mis manos y por un momento me ví disfrutando y adorando cada parte de su cuerpo, de toda ella, incluso.

Los siguientes acontecimientos me dejaron extrañamente feliz. Tanto que me dejó aturdido y tenerla cerca se me hizo lo mejor del mundo. Algo que no tenía que permitir pero todo se puso peor cuando la ví en un bikini rojo que junto a su cabello hacían un contraste extraordinario y por un momento me puse a pensar "¿Por qué no se le había salido la peluca cuando entró al agua y me dejaba ver el hermoso cabello azabache? ". Me negaba a seguir viéndola como pelirroja, no me desagradaba pero la prefería de su color natural.

¿Sería irrespetuoso de mi parte si le digo que ya no use más peluca? 

Pero todo cambió cuando Alejandra obstruyó mi vista cuando la observaba a lo lejos, me enojé y estuve a punto de aventarme al agua y seguir a la estrellita. Pero ella insistió y me dejó helado cuando de su boca salieron palabras contundentes : 

" —Si te vas con ella, no la vuelves a ver— " 

De no ser porque era una mujer, estoy seguro que no me hubiera contenido. Mira que amenazarme y más con mi madre.

Me quedé quieto y dejé que siguiera hablando.

" —Sabes que puedo hacerlo. Solo una llamada basta para que vayan por ella y la maten —sentenció . 

Apreté los puños a mis costados guardando las ganas de asfixiarla. 

Mamá siempre sería prioridad en mi vida y el que Alejandra conozca su pasado me hacía sentir asqueado de siquiera alguna vez presentarlas.

—Atrévete—siseé .  —Y tú tampoco saldrás ilesa.

Se río a carcajadas mientras se sentaba encima mío, acomodándose como si yo fuera un maldito sillón. La quise sacar pero nuevamente habló:

—A mí no me importa morir, lo sabes, D. —besó mi mejilla—Eres tú y tu madre los que pagarán, así que … —se acercó más, la alejé harás lo que te pido y también te alejaras de la farsa que tienes ahora a tu lado— miro sobre su hombro, refiriéndose a Leonor. 

Sin poder evitarlo me tensé. 

—Ese no es tu problema—la saqué de encima —Deja las amenazas que no te tengo miedo. Una pandilla de mierda no me va a quitar a mi madre, así yo tenga que sacrificar mi propia vida—sentencié y fuí directo donde estaba lo que iba a tranquilizarme" 

No pasó a peor después de eso. La insistente mirada de Alejandra me tenían a nada de explotar y cuando sugirió el intercambio quise partirle las piernas al tal "Arturo" para que no concursara y ni siquiera se atreviera a tocarle un solo cabello a Leonor, sin embargo, me contuve. Dejé que cambiaramos y decidí hacerle que le iba a hacer caso y me alejaría.  Pero ni loco.

De solo pensarla lejos me retorcía las entrañas y por eso la odiaba y la quería cerca, a partes iguales.

De reojo miraba como Arturo colocaba las manos en su muslo, al igual que la cara de la estrellita asqueada. Intenté ir por ella pero Alejandra me detuvo : —Controlate, bonito. Si no quieres que salga del agua, a por el teléfono.

Apreté los puños y sin siquiera tocarla empezamos la mierda de juego que no duramos ni dos minutos porque ella ya había caído. Bien hecho, tampoco me esforcé en ayudarla, solo quería alejarla de mí. 

Todos eran tumultos, risas, chapoteo y más tanto que no logré divisar a Leonor. Me acerqué a Jacke por si no la había visto y terminé con una respuesta negativa, estaba por ir a buscarla cuando a lo lejos, casi en medio de todo ese gentío, Alejandra se acerca por detrás y le jalaba el cabello, y esta vez sacándole la peluca. 

Me tensé cuando Leonor cayó de golpe al agua y Arturo se encargó de no dejarla salir, riendo. Hijo de puta. 



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En el texto hay: famosos, amor dulzura, aventura humor

Editado: 01.03.2023

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