Campamento de Famosos

CAPÍTULO 13

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LEO

La mañana siguiente pasó más rápido de lo que creía, ya estábamos todos listos para irnos, solo esperábamos a Mila que estaba lista para anunciar a los ganadores de tener el privilegio de conocer al creador de todo esto. No sé si ganamos porque sólo hemos ganado tres veces pero a mí,  sí que me encantaría conocer a esa persona. Muy temprano nos levantamos para volver al palacio y ordenar todo.

No quiero irme aún,  y sé que eso se debe a que eso significa que no voy a volver a ver a Dorian, hasta ahora me ha dicho su nombre y la verdad, eso me duele porque eso puede significar que no voy a tener la oportunidad de buscarlo y no sé…

Quizá así sea mejor, pero también está la curiosidad de saber lo que iba a decir ayer. Suspiro frustrada y me concentro en Mila que está agradeciendo por haber venido, a todos.

Xander y Anna están a mis costados, de Dorian no he sabido nada desde que llegamos. Simplemente desapareció.

—Luces triste—susurró Xander. Asentí sin siquiera procesar lo que había dicho.

Estaba distraída en mis pensamientos, ni siquiera me dí cuenta cuando todos comenzaron a gritar y aplaudir por algo que había dicho Mila. Mire con el ceño fruncido a cualquier persona que me dijera qué sucedía pero eso quedó de lado cuando todos voltearon hasta donde estaba.

¿Tenía algo en la cara? 

Una mano se posó en mi cintura sobresaltandome cuando me empujó levemente para empezar a caminar.

—Ganamos estrellita—susurró en mi oído,  estremeciendo mi cuerpo.

Tragué saliva tratando de no sonrojarse y actuar normal ante la mirada de las veintiocho personas que me miraban sonrientes e interesados en mí.  No sabía si me conocían todos pero lo seguro era que mi actitud con Arturo dejó conmocionados a todos. Nadie esperaba que yo fuera directo a darle una cachetada, ni yo misma. Pero lo único que pensé en ese momento fue descargar mi ira, el muy estúpido casi me mata y solo lo tomó como un jodido juego. 

De solo pensarlo me daban ganas de insultar y golpear de una mil formas posibles. Maldito.

Caminamos al escenario y fue recién que entonces procesé lo que Dorian había dicho. Habíamos ganado, ganamos.

Me quedé quieta ante el primer escalón bajo la mirada curiosa de todos y la de sorpresa de Dorian. No sabía bien por qué la sorpresa.

Respiré hondo y me giré hacia Dorian, aún con la estupefacción en mi rostro.

—Ganamos—le susurré como un secreto.

—Sí —levantó levemente la comisura de sus labios. Casi imperceptible. 

—¡Ganamos!—Chillé emocionada abrazándolo.

Él rodeó mi cintura mientras yo pasaba los brazos alrededor de su cuello. Sus brazos eran demasiado reconfortantes como para querer escapar de ellos.

—Te dije que ganaríamos,  estrellita—me dijo dejando un beso detrás de mi oreja.

Me estremecí levemente, fue difícil soltarlo pero gracias a las miradas que teníamos encima, lo pude hacer.

Sonrojada y con una sonrisa de labios cerrados, subí poniéndome al lado de Mila que parecía más que emocionada, sentí a Dorian colocarse detrás de mí.

—Ustedes fueron los ganadores. Tres juegos seguidos son los que le dieron ese poder—río —Felicidades Leo, felicidades D —dijo mirando a Dorian.

¿Ella sabía su nombre? 

Le dijo igual que Alejandra. Trate de que ese detalle no me afectara el día y el momento por lo que como una buena chica agradecí recibiendo el abrazo de Mila. 

Una vez nos bajamos del escenario, Mila nos despidió a todos con una gran sonrisa, Xander y Anna se dirigieron hacia sus habitaciones para sacar sus cosas y así irse, no sin antes despedirse porque dijeron que ya luego no nos veríamos a no ser que yo los visite. Anna estaba en Maldin y Xander en Galen, pero para se sincera, fuera donde fuera; yo terminaría visitandolos, de eso estaba segura. Yo iba a hacerlo mismo al ver las personas en el salón moviéndose de un lado a otro pero eso cambió cuando la mano de quien había sido mi compañero de juego, prácticamente,  me detuvo.

Me arrastró hasta el jardín, incluso lo pasamos, la fuente, las canchas y nos detuvimos frente al enorme laberinto de girasoles, donde al fin me soltó la mano pero no se detuvo. Camino hasta perderse por la entrada. 

Un poco confusa y dudosa de entrar o no, lo hice. Lo seguí pero no lo encontré por donde se había ido.

Mi instinto me hizo seguir para encontrarlo pero no lo encontré durante al menos diez minutos o al menos así lo sentí. En frente de mí tenía dos caminos. Uno apuntaba a la derecha y el otro a la izquierda.

Tome el de la derecha ahora sintiendo pánico porque si me perdía ….

Dorian —susurré ,  bajito. Como queriendo que nadie me escuche pero a la vez sí.  Solo que yo quería que Dorian me escuchara.



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En el texto hay: famosos, amor dulzura, aventura humor

Editado: 01.03.2023

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