Lucas se ajustó la capucha oscura que le habían dado en la Hermandad, observando cómo las sombras danzaban bajo su control. Estaba en la sala de entrenamiento, enfrentando a otro espíritu atrapado en un círculo, pero esta vez su mente estaba en otro lugar. Ya no solo se entrenaba para aprender a controlar las sombras, sino para controlar el juego entero.
Había escuchado lo suficiente de Eron y Valel para entender su verdadero propósito: lo estaban preparando para enfrentarse a Camuel. Eso no iba a suceder. Lucas tenía sus propios planes.
—Lucas —llamó Eron desde el otro lado de la sala, sacándolo de sus pensamientos—. Te estás quedando atrás. Si no puedes contener ese espíritu, no tendrás oportunidad contra un Guardián.
Lucas respiró hondo y extendió las manos. Las sombras fluyeron hacia el espíritu, envolviéndolo con precisión. En segundos, lo había contenido, su energía mucho más estable que en entrenamientos anteriores.
—¿Así está bien? —preguntó Lucas con una sonrisa, tratando de sonar despreocupado.
Eron asintió, satisfecho, mientras Valel lo observaba con su habitual mirada crítica.
—Estás mejorando, niño —comentó Valel, aunque su tono seguía siendo frío—. Pero necesitarás mucho más si quieres tener una oportunidad contra la luz.
Lucas solo asintió. Mientras sus maestros discutían entre ellos, ya estaba pensando en los próximos pasos de su plan. Debía ganarse completamente su confianza antes de actuar.
Esa noche, Lucas se acercó a Eron con una propuesta.
—Quiero aprender a usar una lámpara oscura —dijo, con un tono serio que no dejaba espacio para dudas.
Eron lo miró con interés, mientras Valel fruncía el ceño desde un rincón.
—¿Por qué quieres eso? —preguntó Eron, evaluándolo cuidadosamente.
Lucas levantó la barbilla, tratando de parecer más decidido de lo que realmente se sentía.
—Si voy a ser un verdadero miembro de la Hermandad, necesito manejar las herramientas que ustedes usan. Quiero estar listo para lo que venga.
Eron sonrió lentamente, impresionado por la determinación del niño.
—Muy bien. Si estás listo para ese nivel de responsabilidad, comenzaremos mañana.
Valel no dijo nada, pero su mirada seguía clavada en Lucas. Algo en el sugería que aún no confiaba plenamente en él.
Esa misma noche, Lucas aprovechó un momento de soledad para acercarse al cementerio. Había perfeccionado su habilidad para moverse entre las sombras sin ser detectado, y ahora lo usaba para evitar a la Hermandad.
Al llegar a la entrada, vio a Camuel practicando con su linterna de luz. Durante un momento, se quedó en silencio, observándolo desde las sombras.
"Camilo..." pensó, sintiendo una punzada de culpa en el pecho.
Finalmente, se adelantó lo suficiente para que Camuel pudiera sentir su presencia, pero no lo suficiente para revelar su identidad.
—¿Quién está ahí? —preguntó Camuel, levantando su linterna.
Lucas tragó saliva y habló, modulando su voz para que sonara distinta.
—Tu enemigo está cerca. Prepárate.
Antes de que Camuel pudiera responder, Lucas desapareció en las sombras, su corazón latiendo con fuerza. Había dado una advertencia sin revelar su identidad, el primer paso para asegurarse de que Camuel estuviera listo para lo que vendría.
Durante las siguientes semanas, Lucas continuó entrenando con la Hermandad, ganándose la confianza de Eron y, poco a poco, incluso la de Valel. Mientras tanto, cada vez que tenía la oportunidad, dejaba pequeños mensajes o pistas para Camuel, alertándolo de los planes de la Hermandad sin delatarse.
Pero el peso de su doble vida comenzaba a hacer mella en él. Cada vez que veía a Eron o Valel, tenía que recordarles su lealtad falsa. Cada vez que veía a Camuel desde las sombras, tenía que recordarse que su amigo no podía saber la verdad aún.
Una noche, mientras escribía una nota para dejar en el cementerio, recordó las palabras de su madre:
"Podrías hacer tu propio bando y ayudar de alguna manera a ambos, ¿no?"
Lucas apretó el lápiz contra el papel. Eso era lo que estaba haciendo. Su plan no era solo proteger a Camuel, sino también evitar que la Hermandad destruyera todo lo que había jurado proteger.
—Seré el nuevo Guardián de los Fantasmas —murmuró para sí mismo, una chispa de determinación brillando en sus ojos.
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Editado: 12.02.2025