Me estoy arrastrando en tu corazón, nene. Voy a hacer contigo lo que quiero; jugar, amarte, disfrutarte. Te voy a hacer llorar...
—EXO. Monster.
┖──────────────────┚
.
. *
. °•
✦ ˚ • .
• •
✺ * ˚
• . *
.
. *
. °•
Un rastro de sangre hasta un cadáver.
¿Quién murió?
¿Quién lo asesinó?
¿Qué tiene que ver el amor con todo esto?
════ ⋆★⋆ ════
· Carlos.
· Sebastián.
· Ambos "amaban" a Benjamín.
Una guerra entre ambos, incitó a uno a la locura y al otro a una repentina y dolorosa muerte.
"Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio"
════ ⋆★⋆ ════
Solo soy un adolescente de porquería como tú.
Y el balazo resonó fuertemente por aquel inhóspito lugar.
Era tarde, no pasaban las cuatro de la tarde y la lluvia se precipitaba fuertemente. Ambos muchachos quedaron petrificados, no sabían qué hacer. Estaban en shock por lo ocurrido. ¿Qué podían hacer? No sé suponía que acabaría así.
Pero, ¿Cómo llegaron a esto? ¿Cómo las cosas habían dado un giro tan rápido en tan solo tres días?
Él que portaba el arma la dejó caer, su ruido hizo que el contrario levantara la cabeza. Se quedaron viendo fijamente a los ojos.
—Tú deberías haber muerto. —Su voz tenía un tono oscuro, tal vez, hasta macabro.
════ ⋆★⋆ ════
Sebastián Meneses estaba tranquilamente sentado al final de la última columna de carpetas, con sus largas piernas estiradas y sus manos sobre el pupitre, con una mirada seria y afilada hacia delante.
Crack.
El lápiz con el que jugueteaba se quebró, él lo quebró. Lo que se encontraba viendo no era para nada de su agrado. ¿Qué tenía de bueno ver a Benjamín Torres hablando con el estúpido de Carlos Agostini? Absolutamente nada.
Benjamín Torres es un ángel, no solo por como luce sino también por su muy animada y característica personalidad jovial. Para Sebastián lo era todo, aún recuerda cuando estaban en primaria y eran amigos, se llevaban realmente bien hasta que un día apareció un niño nuevo: Carlos Agostini.
Ese grandulón solo era un adefesio, torpe y muy tonto. ¿Por qué Ben lo escogió a él? ¿Por qué a Agostini? ¿Acaso Sebastián no era lo suficiente para ser su amigo? Esa decisión le dolía fuertemente en su corazón hasta el día de hoy.
—Bueno días, chicos. —Saludó la profesora mientras dejaba su bolso en su escritorio y todos tomaban asiento. Le hizo una señal a un alumno de la primera carpeta para que le ayudará a prender la computadora y el proyector, la clase de tutoría daría inicio como cada martes.
El proyector se encendió y la alumna Clara Orellana introdujo el USB de la profesora en la máquina, comenzó a buscar el archivo que necesitaban: "Atracción y enamoramiento, las relaciones se cultivan".
Sebastián se cuestionó en qué le ayudaba todo esto. Las clases pasadas habían hablado de: "¿Cómo soy? El temperamento", "el carácter y cómo educarlo", "tengo un cuerpo ¿Humanamente sensual o humanamente sexual?", "hablemos de sexo, hablemos de amor".
Clara proyectó el PPT y la profesora Sofía Cárdenas le agradeció.
—Imaginen que existe un curso de preparación para el amor, ¿Cuáles son las ideas o temas que crees que indispensablemente se deberían tocar para la formación de la juventud en la sexualidad? —Leyó la profesora y después sonrió a su clase esperando a que alguno de sus alumnos esté dispuesto a responderle.
Sebastián cogió ambos pedazos de su lápiz roto y los tiró dentro de uno de los casilleros laterales que estaban a su lado, un defecto del salón en el que se encontraba era que no tenían casilleros normales; grandes y de metal, los que poseían eran pequeños y de madera, ni siquiera podían ponerle candado.
Sacó del bolsillo de su sudadera blanca sus auriculares y comenzó a escuchar música a la par que recostaba su cabeza en su carpeta. Cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.
Debía de dormir más, ese era un hecho.
: • :
Era martes por la tarde, Sebastián estaba esperando en la puerta de salida a Joaquín Hidalgo para ir juntos a sus casas, era una suerte para él que su vecino también fuera su amigo.
Aunque él deseaba tanto tener a Benjamín consigo.
Cuándo Meneses miró hacía un grupito de personas se dio cuenta que en el medio estaban Agostini y Torres. ¿Qué estaban haciendo? ¿Por qué tantas risas y empujones amistosos?
Sus pies se movieron como si tuvieran vida propia, parecía una persona calmada pero su mente era otra cosa.
Se paró a un lado de aquel grupito de seis chicos: Melissa, Fabián, Yibo, Ana y finalmente los dos chicos a los que quería espiar.
—Sólo acepten que se gustan, no es tan difícil. —Escuchó al chino hablar.
Ellos no pueden gustarse, pensó. Ellos solo son amigos, Benjamín será mío antes. En realidad él siempre ha sido mío, se reconfortó de una manera enfermiza.
—Ajá —Esa era la dulce y melodiosa voz de su ángel. —Cuando tú aceptes que estás loquito por el rarito de Meneses.
¿Le había llamado raro? ¿Qué habían hecho con su querube?
—¡Hey! —Sebastián dio un pequeño brinco en su lugar, la voz de Joaquín lo había asustado. —Lo siento por la demora. —Se disculpó su mayor.
Negó con la cabeza restándole importancia y emprendieron el camino hacía sus hogares.
#693 en Thriller
#327 en Misterio
drama suspenso romance accion, drama celos intriga, drama amor
Editado: 23.03.2025