Itza era la chica más popular en la universidad, y no solo porque su mamá era una de las diseñadoras más famosas y vestía a la moda, también lo era porque era una chica sociable y simpática, añadido a su hermoso físico, lo cual la hacía brillar en todo lado. Sin olvidar que era una buena estudiante y sacaba unas fotos increíbles para el periódico universitario.
Y así como ella, su novio era el chico más popular, capitán del equipo de básquet, pero eso no quería decir que era igual a su novia. Él era engreído y muy superficial, preocupado más por ser popular y admirado.
Litza se echó a reír y luego la abrazo por los hombros – no es tan malo, lo vas a conocer mejor ahora que lo veas seguido – le dijo.
Ambas empezaron a vivir juntas en un departamento, cortesía de la mamá de Itza, para poder ser más independientes y responsables.
Thani le dio una patada suave cuando la vio en suelo mientras reía también – ya veremos si sigues igual.
Itza se levantó después de un rato y levanto su mochila del sofá para irse, no sin antes despedirse y burlarse un poco más.
Cuando llego a la puerta, un auto plateado la estaba esperando como siempre – cariño apúrate que llegaremos tarde y ya no habrá nadie en la puerta.
Itza subió al auto y bajo la ventana antes de girar hacia el chofer – que importa si no hay nadie. Estamos yendo a estudiar, no a modelar – le dijo, dándole ligero jalón en la oreja.
Su novio se acercó hacia su rostro y le dio un beso rápido en los labios – todos los días son como pasarela cariño. Somos la pareja más popular y debemos de aprovechar eso.
Ian solo soltó un bufido molesto y se encogió de hombros – lo que tu digas, pero igual debemos llegar rápido porque tengo un partido dentro de una hora.
A ella también le estaba empezando a aburrir su relación con Ian, pero no quería tirar un año al agua sin intentar arreglarlo.
Ian estaciono el auto y se quitó el cinturón para detener a Itza por el brazo antes de que se baje, a toda prisa como siempre, y poder hablar con ella sobre algo que tenían pendiente desde hace mucho tiempo y lo hacía sentir un poco, casi mucho, ansioso – cariño, ¿ya pensaste en lo que hablamos? – le dijo, con una caricia en su mano cuando logro hacer que vuelva a su sitio.
Itza observo su rostro de cerca sintiéndose un poco nerviosa – no creo que… esté lista para eso. Al menos no hoy porque… - fue interrumpida por un beso.
Ian la sujeto con una mano por detrás del cuello y la besó de forma profunda. Lamio su labio inferior y le dio un ligero tirón antes de separarse – yo creo que ya estas más que lista cariño – le susurro antes de volver a besarla.
Itza estaba nerviosa al inicio, pero luego se relajó al pensar que solo se besarían como siempre. Solo que eso no fue todo, porque Ian empezó a meter una de sus manos por debajo de su blusa y llego hasta estar cerca de tocar su pecho – espera – Itza lo empujo con fuerza, más de la que pensaba, y trato de recuperar el aire sintiendo todavía esa mano intrusa donde se quedó – saca tu mano – le dijo, con una mirada seria y un tono que demostraba que no estaba jugando.
Ian la soltó de mala gana y se alejó de ella dando ligeros golpes al timón mientras desviaba la mirada – ves cómo te pones, es por eso que no podemos avanzar y seguimos estancados en la etapa de enamoraditos agarraditos de las manos.
Itza se acomodó su ropa y levanto su mochila del suelo, pues se cayó de su regazo – lo creas o no he pensado mucho en este tema y llegue a la conclusión de que quiero que sea especial – acerco su mano hasta poder acariciar su nuca y darle ligeros masajes – dentro de seis días vamos a cumplir un año y creo que sería un buen momento – le dijo, solo que el final termino en susurros suaves, capaces de escapar de los oídos de cualquiera…
Pero de Ian, que estaba ansioso por escuchar eso – enserio – volteo a verla y la tomó de la mano – te amo con todo mi corazón y estaré contando los días.
Itza solo sonrió un poco y luego se soltó de él para poder bajar del auto.
Ambos llegaron al coliseo de la universidad y todos voltearon a verlos. Murmuraron a su alrededor hasta verlos despedirse con un corto beso y luego algunos se acercaron a Itza para saludarla, en especial su amiga, que la espero con una sonrisa traviesa en el rostro como siempre – parece que todo sigue igual en el paraíso – le dio un empujón por el hombro.
Itza se encogió de hombros y suspiro como si se hubiera escapado de una pesadilla – no todo, hoy volvimos al mismo tema de todas las semanas.
Yalí borro su sonrisa y abrió los ojos – lleva con eso por… - conto con los dedos – tres meses sino me equivoco.
Itza asintió mientras sacaba su cámara de la mochila y empezaba a ajustarla – si y ya no pude escapar – tomo algunas fotos de prueba y volteo a ver a Yalí – le di una fecha y será dentro de seis días – susurro, con arrepentimiento en su voz.
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Editado: 24.05.2022