Cuando llegaron al coliseo para poder sacar las fotos y hablar sobre los horarios para poder entrevistarlos y hacer tomas individuales, vieron a la nueva pareja de la semana en las graderías, susurrándose quien sabe que mientras se pasaban mano – espero que esto funcione – le susurro Itza a Yalí.
Itza busco con la mirada a su objetivo, el cual estaba saliendo de los vestuarios para el entrenamiento, y se acercó a él con una sonrisa – hola, soy Itza.
El chico la observo y asintió – lo sé, todos me han hablado de ti – estuvo por pasar por su lado, pero Itza se adelantó y se paró delante de él otra vez - ¿sucede algo?
Adal la observo y pensó que estaba incomoda por lo que había en las graderias, pues el también sabia sobre la rota relación que ella tenía con el capitán-idiota-de su equipo. Así que le hizo el favor de levantar el balón hasta la altura de sus rostros antes de bajar la cabeza para que ambos sean cubiertos – no sé qué estes buscando, pero no puedo ayudarte. Soy el nuevo – volvió a levantar la cabeza.
Itza lo observo y se quedó en blanco por un momento y luego movió la mano – quería preguntarte los horarios de los entrenamientos, cuantos jugadores son y el día del próximo partido. Es para un trabajo de facultad, estoy en diseño gráfico y tengo que hacer un folleto.
Itza observo de reojo y asintió – sí, le pregunte la semana pasada y me dio autorización – saco una hoja del portafolio que traía en la mano y se lo mostró – el firmo esto.
Adal observo la hoja y suspiro – bien, pero solo te ayudare hasta que todos estén listos para el entrenamiento.
Ambos se sentaron del otro lado, en la parte más vistosa sin que se dieran cuenta, pues ese lugar era visible hacia todo lado y todos los podían ver. TODOS.
Ian se enderezo en toda su altura, la cual era mucha, y los observo – ¿que se supone que están haciendo? – murmuro.
Ian se dejó llevar por esto y se olvidó en que estaba pensando y lo que estaba viendo, pero Yalí no. Ella estaba atenta a todas sus reacciones y sonrió con complicidad.
Al parecer este plan iba a funcionar de las mil maravillas.
Itza no sabía lo que sucedió y se tomó enserio el hecho de pedirle ayuda de Adal, tanto que olvido la razón real por la que le hablo – así que el siguiente partido es el sábado – anoto.
Adal la observo por un corto momento y se encogió de hombros al darse cuenta que el capitán seguía “ocupado” comiéndose a la capitana de los animadores – ok.
Itza levanto la mano y Yalí se acercó a ambos con una grabadora – listo, empiecen – les dijo Yalí, mientras ella se encargaba de grabar.
Itza le hizo preguntas generales sobre su edad, nombre completo, hobbies, porque le gustaba el deporte, etc. – gracias, ahora iré a buscar a otro – se levantó de su lugar y se fue.
Adal se quedó sentado y la vio desaparecer en el corredor – al parecer conoce todo esto muy bien – susurro.
Yalí lo escucho y asintió – sí, creo que es obvio porque – le dijo. Luego volteo a observarlo mejor y sonrió – eres afortunado.
Adal la observo y le dio una media sonrisa – debe ser broma, ¿no se supone que el capitán es más importante?
Ambas entrevistaron a todos los jugadores, menos al capitán, y se fueron cuando termino el entrenamiento – este es tu momento – Yalí empujo a Itza.
Yalí resoplo un poco – ve detrás de Adal y dile que te lleve a tu departamento porque tienes muchas cosas y tu mochila pesa.
Itza trato de levantar su mochila, pero le fue imposible – que diablos – empezó a jalarlo con las manos hasta llegar al estacionamiento y se quedó sin saber que hacer. En verdad necesitaba ayuda, pero no sabía a quién pedírsela. Así que observo a todos los que pasaban, todos la conocían, pero algunos querían llegar a “conocerla más” y eso no parecía una buena idea. Quizá de verdad solo le quedaba él.
#18607 en Novela romántica
#11644 en Otros
#1679 en Humor
porristasyjugadores, comedia celos, amistad amor risa locura depresin celos
Editado: 24.05.2022