Can You Do Me A Favor?

******CAPITULO XIV******

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  • Ya casi llega la hora de morir – dijo Yalí.

Itza la observo y termino de guardar sus cosas – yo no voy a morir – le dijo.

  • Claro, no lo harás en los exámenes… pero quien sabe en lo demás… - Itza salió detrás de ella hasta llegar a las gradas.
  • Hablare con él… voy a disculparme… pero necesito tiempo – le dio una ligera sonrisa y se ajustó la chalina en su cuello, logrando cubrirse la mitad de la cara.
  • Si, tiempo. Háblale cuando todo esto se vuelva una broma, cuando él tenga una familia y se puedan reír juntos de este recuerdo – le respondió Yalí.

Itza frunció las cejas y le dio un empujón cuando llegaron al segundo piso – no tanto tiempo…

  • Necesito hablar contigo – le dijo Adal a sus espaldas, logrando sacarle un susto de muerte.
  • Mi alma – susurro Itza, frotándose el pecho para calmarse.

Yalí solo sonrió y saludo a Adal con un movimiento de su mano – bueno yo creo que… - y se quedó callada al ver como su amiga salía corriendo quien sabe hacia donde - ¡cobarde!

Adal quiso tomar su mano, pero Itza fue más rápida y salió disparada sin un rumbo fijo. Solo estaba buscando la manera de aplazar esto, quizá no años, pero si unos días.

Itza busco con la mirada una puerta abierta para poder esconderse, pero le fue difícil concentrase cuando sentía los pasos de Adal cada vez más cerca. Así que se metió en el primer salón que vio abierto, pero fue acorralada en la pared, al lado de la puerta, ni bien entro – no me iré por las ramas; ¿quieres que lo intentemos? – le dijo Adal, con la voz entrecortada por el esfuerzo.

  • Yo… - Itza lo observo a los ojos y cerro la boca con fuerza, logrando que la otra parte se impaciente. Así que, en vez de responder, tomo acciones. Abrazo a Adal por el cuello y le dio un beso con fuerza para demostrar que si quería.

Ambos se enfrascaron en sus sentimientos de logro, tranquilidad y… algo más que iban a descubrir, pero fueron interrumpidos por el sonido de aplausos. El ruido fue tan fuerte que logro asustarlos y sacarlos de su burbuja.

  • Gracias por darnos una demostración del romanticismo y les agradecería más si se retiran para que podamos hacer un debate sobre esto – les dijo un profesor.

Cuando Adal se volteo para ver, el salón está lleno de estudiantes los cuales los observaban entre risitas y cuchicheos, levantando el pulgar y tirando confeti imaginario - … - Adal se quedó sin palabras.

Itza se cubrió la mitad de su rostro con la chalina y tomo la mano de Adal antes de hablar – de nada, gracias – dijo eso y salió del salón mientras arrastraba a su, ahora, enamorado.

Ambos corrieron hasta llegar al estacionamiento, no se dijeron nada y solo se observaron por largo rato hasta que Itza sonrió y asintió – creo que ya puedes llevarme a mi departamento porque no me siento bien desde ayer, porque me mojo la lluvia mientras tú te ibas muy feliz en tu auto.

  • Tu escapabas cada que me veías, como querías que te lleve. Cuando quise ir a la biblioteca contigo me dijiste que no tenías tiempo.
  • Quería que te quedaras conmigo, no que te fueras con Thani para hacerle compañía – Itza le dio un empujón.

Adal sonrió con burla – tu tampoco te quedaste tan sola que digamos – le dijo.

  • Eso no quita que esté enferma por tu culpa. Ese día me mojo la lluvia poque tu no me viste por estar más concentrado en reírte con Thani – Adal hizo una expresión confundida al escuchar el reclamo – yo los vi, no puedes negarlo – Itza le señalo.
  • Ese día… - Adal hizo memoria y asintió – ya recuerdo. Thani me conto de la vez que te caíste con su torta de cumpleaños y ella no tuvo la oportunidad de apagar la vela porque se tragó la torta primero – lo dijo con una sonrisa – hasta ahora me da gracia.
  • Traidora – susurro Itza, porque se suponía que ese era un secreto – eso no quita que te olvidaste de mí.

Adal termino de reírse y se acercó a ella. Le dio un ligero toque en el hombro y se detuvo en su frente – voy a compensarlo – le dijo, logrando que Itza suavice su mirada y sonría un poco.

Se quedaron hay por largo rato hablando sobre lo que fueron esos eternos días, sobre Dean y Thani, sobre los exámenes… hablaron de muchas cosas antes de subir al auto e irse de ese lugar.

*

Después de cuatro días de exámenes, ya solo les faltaba el examen de Ingles – mal – dijo Itza, viendo las oraciones que escribía Adal a su lado – sigue mal – le volvió a decir, con una sonrisa divertida en los labios – otra vez mal – volvió a decir.

  • En vez de solo verme para reírte, deberías decirme que es lo que está mal – le reclamo Adal, al ver que ella solo lo veía con diversión.

Itza sonrió y levanto el lapicero – es que estas conjugando mal – le señalo sus errores y lo que debía corregir – ahora vuelve a escribirlo – le dijo, observándolo con una sonrisa.

  • Claro – Adal repaso bien las palabras y volvió a hacerlo usando nuevas palabras.
  • Que lindo coquetean, pero nosotras también queremos ayuda – dijo Yalí, golpeando la mesa con sus lapiceros para llamar su atención.

Itza se volteo hacia ellas y se disculpó con un gesto – haber… tu corrige esto – le dijo a Yalí – y tu esto de aquí – le dijo Thani.

  • Es difícil de aprender – dijo Thani, volteando las hojas para ordenar de nuevo sus ideas.

Yalí soltó un suspiro y volteo a ver a Itza, pero vio que ella estaba con la mirada en su enamorado otra vez – que horror – dijo, señalando a Adal y logrando llamar la atención de Itza y Thani.

  • ¿Qué le pasa? – dijo Thani.
  • Se está borrando de tanta mirada – le respondió Yalí.

Itza le dio un golpe en el hombro y se rio – ya dame eso – le quito la hoja.

  • Ya no quiero seguir – dijo Thani, lanzando sus hojas por todo lado.
  • Conozco a alguien que nos enseñaría con más atención – le dijo Yalí.




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