Cáncer

Capitulo 2

Nos sentamos en una mesa los dos con nuestros respectivos platos delante, lo mío creo que era una tortilla francesa, creo.

A veces te envidio- le dije a mi amigo.

¿Porque?- respondió el.

Créeme que si pudieses ver lo que hay en tu plato no lo preguntarías- hice un mueca.

¿Es una tortilla no? lo mismo que tienes tu- dijo confuso.

Si pero iug- ambos reímos.

Hola chicos, ¿como estáis?- preguntó la mujer rubia parada a nuestro lado. 

Hola Daysha- saludamos Noah y yo al unísono.

Daysha era una de las enfermeras, nos llevábamos muy bien con ella, es una mujer de unos 36 años, aunque no los aparenta, muy agradable, alegre y cariñosa.

Yo estoy sentada y tu de pié- respondí a su pregunta con gracia.

Veo que te levantaste de buen humor- dijo divertida y Noah rió.

Meh- le quité importancia.

Bueno chicos me voy a seguir trabajando, que os aproveche- se despidió y nosotros nos despedimos con la mano.

Terminamos de comer y nos fuimos a dar una vuelta por el hospital.

¿Que hay aquí?- curioseó el chico ciego tocando una chapa en la pared con una frase.

Es una frase- respondí- dice "Todo empieza con un sueño, suéñalo y podrás lograrlo. Walt Disney" hay bastantes frases diferentes repartidas por las paredes.

Oh- dijo sorprendido- así que eso eran los baches en la pared, vamos a buscar mas.

Seguimos caminando por los pasillos hasta encontrar los demás, a medida que encontrábamos alguno, yo se lo leía. 

Esta es una de mis favoritas- sonreí- El éxito surge de la lucha contra los obstáculos. Sin obstáculos no hay verdadero éxito. Samuel Smiles

Me gusta- opinó- ¿vamos a la azotea?-preguntó

Vale- Nos montamos en el ascensor y ascendimos a lo mas alto del edificio, había una pequeña parcela con flores y una cancha de baloncesto vallada, la rodeamos y nos pusimos en el borde del edificio apoyados en la barandilla.

Descríbeme el paisaje- pidió.

No lo hay, todo esta cubierto por una espesa niebla blanca, es algo triste pero a la vez bonito, es como si estuviésemos en el cielo, rodeados de nubes- respondí. Cogí su mano y lo guié hasta un banco sentándonos en el.

¿Como se siente, ya sabes, el no ver nada?- pregunté.

Es...- pensó- algo deprimente supongo, ya sabes el solo ver oscuridad. Aunque tal vez no sea tan malo, esto me ayuda a fijarme mas en los pequeños detalles de los sonidos, del tacto, de los olores...

Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro, cerrando los ojos.

¿Y que sientes ahora?- lo abracé por la cintura y el paso uno de sus brazos por mis hombros .

Siento tu olor, es como una mezcla de rosas y vainilla, extraña pero me gusta. También siento tu corazón latir y la piel suave de tus brazos- sonrió- también siento tu mirada- reí y me abracé mas fuerte a el, como si, de un momento a otro, el fuese a esfumarse.

Chicos- oí a Christopher,uno de los médicos del centro, llamarnos desde la puerta- Se que estáis muy cómodos ahí pero es hora de comer.

Ambos seguimos le seguimos hacia el comedor, Noah con su bastón y yo con mi mochila de ruedas que cargaba el oxígeno.

Comimos y nos fuimos a la sala de químio, él había insistido en acompañarme, después de otra sesión, me encontraba fatal, mi cara estaba pálida y con ojeras.

Me senté en mi cama con Noah a mi lado.

Escucha esto- le pedí- La mujer con cáncer 

sufre de dolor y aguantarse

a la mujer enferma yo admiro

no se queja y da un suspiro

desde el primer momento

en recibir una mala noticia

y llenar su rostro de llanto

esperar el milagro que necesita.

Es grande su paciéncia y dolor

mirar al cielo, pedir ayuda a Dios, 

no hay desvelos, ni faltas de sueños

solo su fe que alivie su cuerpo.

sufrir quimioterapias y radiaciones

pisar hospitales y ver doctores

verse al espejo, ver su triste rostro

y ver su cabellera, cada vez menos pelo

verse su rostro alegre

y verse pelo a los lados

el milagro ahora lo siente

y decir por fin Dios a llegado

la mujer con cáncer

ya no sufre de dolor

hoy que hermosa luce

milagros le a dado Dios.

Me gusta- respondió cuando termine- es optimista.

Si...- suspiré- ¿dormimos un rato? estoy cansada.

Claro- ambos nos tumbamos abrazados, y en ese momento pensé, ¿qué sería de mí sin este hombre?

 



#49834 en Novela romántica

En el texto hay: enfermedad, triste

Editado: 27.02.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.