Hay momentos en los cuales queremos tirar la toalla y rendirnos sin más, pero es en ese momento en el que Dios recoge la toalla te la entrega y te dice que esto es apenas el inicio y que cosas muy grandes vendrán…
Así que en todo momento alza tus ojos y dile: Dios dame fuerzas para seguir.
Por mucho tiempo yo viví en la orilla sin saber
que existía la profundidad.
Por tanto tiempo yo pensé que todo se detuvo aquí
y que no hay nada más allá.
Hasta que esa voz oí que me dijo “levántate
y te mostrare lo que tengo para ti“.
Alza tus ojos tan lejos como puedas ver,
Dios te ha dado el poder de ver más allá para vencer.
Alza tus ojos y mira a tu alrededor,
la promesa esta a tu lado, justo ahí.
Levanta tus manos porque Dios confía en ti.
Desde entonces no es igual, ahora sé lo que es real.
No quiero volver atrás, ahora soy un vencedor.
Su promesa me alcanzó, ahora sé a donde ir.
Hasta que esa voz oí que me dijo “levántate
y te mostrare lo que tengo para ti“.
Alza tus ojos tan lejos como puedas ver,
Dios te ha dado el poder de ver más allá para vencer.
Alza tus ojos y mira a tu alrededor,
la promesa esta a tu lado, justo ahí.
Levanta tus manos porque Dios confía en ti.
Desde que esa voz oí que me dijo “levántate
y te mostrare lo que tengo para ti“.
Alza tus ojos tan lejos como puedas ver,
Dios te ha dado el poder de ver más allá para vencer.
Alza tus ojos y mira a tu alrededor,
la promesa esta a tu lado, justo ahí.
Levanta tus manos porque Dios confía en ti.
Alza tus ojos tan lejos como puedas ver,
Dios te ha dado el poder de ver más allá para vencer.
Alza tus ojos y mira a tu alrededor,
la promesa esta a tu lado, justo ahí.
Levanta tus manos porque Dios confía en ti.