En el jardín de tus ojos me pierdo,
donde la luna danza con las estrellas,
cada latido es un verso sincero,
un susurro que el viento revela.
Tus labios, un refugio cálido,
donde mis sueños encuentran hogar,
susurran secretos de siglos pasados,
promesas que no se pueden olvidar.
El amor es un río que fluye eterno,
cruza montañas, desafía el tiempo,
en su cauce lleva nuestros recuerdos,
y versos de un anhelo que es nuestro.
Eres el sol que despierta mi alma,
la brisa que acaricia mi ser,
un amor que no se extingue ni en calma,
un fuego que arde sin detener.
Así, en cada mirada y sonrisa,
se escribe una historia sin final,
pues en tus brazos encuentro mi vida,
mi hogar, mi refugio, mi paz celestial.