Escribir este libro ha sido como escuchar una melodía que ya existía en el silencio, y tener el valor de convertirla en palabras. Pero ninguna canción nace completamente sola, y este proyecto no sería realidad sin las personas que iluminaron el camino.
Mi gratitud más profunda:
· A la Vida, musa incansable, por sus paisajes, sus tormentas, sus amaneceres y su lluvia perfecta. Por enseñarme que en cada fin hay un "Renacer de colores".
· A mi Familia, mi cimiento y mi refugio. Por ser el "Brillo interior" en mis días grises y el eco de cada "Voto matrimonial" de amor incondicional.
· A mis Amigos, cómplices y faros. Por los bailes en la tormenta, las risas que son "Susurros del bosque" y por acompañarme en este "Camino que es nuestro".
· A Chile, mi tierra. Por inspirar el "Canto a mi patria" con su geografía ferviente y su espíritu indomable. Por darme un hogar al que siempre cantar "Viva mi Chile".
· A cada alma que, quizás sin saberlo, se convirtió en versos de amor, de despedida, de aprendizaje. A quienes fueron "Luz y oscuridad", forjando con sus huellas estos "Tatuajes en la piel".
· A ti, lector/a, que sostienes este libro. Por permitir que estas palabras resuenen contigo y les des un nuevo significado. Este viaje no estaría completo sin tu mirada.
Gracias por creer en la magia de las palabras, por escuchar el "Susurro de los bigotes" y por encontrar belleza en el "Baile eterno" de las emociones.
Este libro es, en esencia, un "Hasta la próxima canción" que espera seguir resonando.
Con todo mi corazón,
Nanud