Cada día me levanto con un solo pensamiento, sí, siempre es el mismo.
Me pregunto cada mañana cuando podré volver a dormir temprano y no me quedaré hasta tarde despierta mirando a la nada o perdiendo el tiempo consumiendo contenido que antes no me atraía. Me siento cada día más cansada y no solo es por el hecho de no dormir lo que debería, vivo de noche y por la escuela. Vivo de noche porque mi mente no quiere descansar.
Me siento mentalmente cansada, veo mis tareas y no puedo hacerlas no tengo ganas de hacerlo. Intento hacerlas y no puedo, y no, no es que sugestione diciéndome que no la puedo hacer; de hecho no disfruto ni un poco ver cada tarea que hay por hacer, proyectos individuales que no me llenan de entusiasmo.
Había belleza cuando todo era "normal", había claridad y coquetería cuando decíamos y nos burlábamos de esta normalidad; que gran estupidez.
Hoy solo anhelo que esta realidad se acabe y todo vuelva como era antes, hoy pido realmente tener una calificación para poder ser libre. No puedo y no quiero cada tarde llegar a una "clase" a la cual solo voy a oír y no a escuchar; mi cerebro lo intenta y no puede retener lo que cada profesor dice.
Es simplemente desesperante.
Me levanto tarde gracias a una vida que adopte, me levanto desganada y con la mente cansada porque tengo que terminar esa actividad; me levanto queriendo huir de esta vida y no encuentro la voluntad para hacerlo. Me levanto fastidiada de ver como vivo en una sociedad que prefiere creer que todo esto no es real y ocasionar que el encierro dure más.
Siento que ya no puedo más, siento mi desesperación crecer a niveles extremos en algunas ocasiones incluso a veces me detesto por no tener ya compasión porque siento mi alma cautiva en un encierro que me está consumiendo. Seguro ahora las palabras sonarán contradictorias, pues en algún momento aseguraba poder soportar un encierro; sin embargo, no lo es.
No puedes decirme que los que aseguraba poder hacer se ha vuelto una contradicción cuando mis palabras hacían referencia a un encierro voluntario por simple diversión y gusto de disfrutar de la soledad del entorno y querer conocer tu alma. No puedes comparar esa declaración que con satisfacción decía que estaría gustosa de hacerlo cuando el encierro se debe a la mano de una población que no cuida de su salud y la salud de todos.
No, claro que no tienes derecho a comparar estos tipos de encierros, si el que estamos viviendo solo se debe a una sociedad que piensa que es mentira y que a pesar de que existan unos cuantos creyentes, haya sin duda alguna dentro de estos algunos que no cumplan con las medidas.
Estoy cansada de un sistema que no escogí por gusto. Es más que obvio que estoy cansada de querer intentar hacer tareas bien y fundamentadas cuando ni siquiera siento una conexión con lo que mi mente escribe en esa hoja en blanco.
No, realmente no disfruto esto y no creo poder aguantar más; y sí, este pensamiento que invade mi mente cada mañana luego unas horas de sueño en las cuales no pude descansar.
FIN.
***
La cuarentena comienza hacer efecto, este pequeño relato es para todas las mentes y almas que están cansadas mental y emocionalmente. Fuerza, pronto se acabará.
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frustraciones de un escritor, cansancio emocional, cuarentena
Editado: 07.06.2020