Cansetberos

¿Papá?  

Moad no le puso mucha importancia tenía mejores cosas que hacer que estar lidiando con su hermano ya después se ocuparía de eso al volver, subió en su auto y se dirigió a la casa de la señora Tara quien se aseguró que los muchachos se fueran a vivir a unas cuantas cuadras de su casa para que no hubiera excusa para no visitarla, no le tardo ni diez minutos en llegar a su antiguo vecindario y estacionarse en enfrente de las casa en las que antiguamente había vivido. Moad miro del otro lado de la calle atreves del retrovisor y miro la casa en la que vivía él y su familia en esa donde su madre los quería, hacía mucho que la habían comprado el banco y que la rentaban en ocasiones en esta ocasión parecía que era una hermanda pues de ella salían y entraban muchos jóvenes.  

Con un suspiro apago el auto y se bajó, miro como la señora Tara se asomaba por la ventana mientras el subía las escaleras del pórtico, la señora tara abrió la puerta y con los brazos extendidos recibió a su hijo abductivo Moad serbio gustoso el abrazó de ella. 

- Hola – susurro él durante el abrazo – parece que esta vez tendrás una buena vista – dijo una vez terminando de abrazarse. 

- Mas bien queras decir que no poder dormir adecuadamente - contestó - apenas si llegaron en la mañana y ya me están molestando con sus radios extraños. - Moad sonrió ligeramente y paso un brazo sobre los hombres de la señora Tara en forma protectora – será mejor que entremos – dijo ella mirando hacia la casa donde ocho jóvenes los observaban. Moad siguió su mirada y con una risa dijo 

- Si mejor entremos antes de que quieran ofrecernos drogas – bromeo. Una vez adentro de la casa la señora Tara le pregunto a Moad sobre cómo estaban él sus hermanos, le ofreció una taza de café y le invito un pedazo de pai de nuez.  

-  Y bien que eso que querías hablas sobre mi madre – dijo Moad después de que contestar todas sus preguntas. 

- Si sobre eso – miro sus manos que estaban sobre la mesa – primero quisiera que me ayudaras con algunas cajas que estas en el ático, son algunos juguetes y ropa de cuando ustedes eran niños, la voy a donar a la iglesia y no tardaran en llegar. - Moad asintió y se levantó de la mesa mientras se limpiaba las manos con una servilleta, ya estando en el ático la señora Tara de dio instrucciones.   

Una vez que Moad bajo todas las cajas la señora Tara de pidió que bajara un n pequeño baúl color azul y le pidió que lo dejara en el comedor 

 - Moad, quiero que sepas que cuando tu madre se fue yo realmente me sentí tanta tristeza después de tanto rencor hacia ella que cuando encontré la carta, no quería ni siquiera mirarla y tampoco quería que ustedes se vieran afectados por su contenido así que decidí nunca abrirla – con pasos lentos se acercó a una estantería y de ella tomo un sobre y lo puso sobre la mesa enfrente de Moad, Moad miro sorprendido el sobre en la mesa, si era cierto que cuando su madre se fue el busco en todas partes alguna señal que haya dejado su madre en donde les digiera por qué se fue pero nunca encontró nada su madre se había ido y con ella cada una de sus pertenencias. Cuando miro de nuevo a la señora Tara ella ya estaba llorando – sé que buscaste en toda la casa sus cosas, pero yo … - sollozo y cubrió su boca con el dorso de su mano y camino a la salida de la cocina – no espero que me perdones por esconder las cosas de tu madre, yo solo … lee la carta la escribió ella y dentro del baúl hay algunas cosas de ella, fotos y un diario y uno que otra joya – la señora Tara salió de la cocina. Se tardo mucho en reaccionar, todo lo que quería de niño era saber que era lo que había ocurrido con su madre y a hora enfrente se encontraba lo que tanto había ansiado. Tomo la carta y la abrió. 

Para mis hijos, lo único bueno que tengo. 

 Hay veces en la que tenemos que tomar decisiones difíciles por un bien común.  

por eso mis niños hermosos tuve que dejarlos. no me fue fácil tomar esta decisión, pero no podía dejar que todo lo bueno que los rodea desaparezca por mi egoísmo de querer permanecer a su lado como su madre que soy. 

Los amo a cada uno de ustedes, pero no hay tiempo de explicarles, tendré que dejarlos, pero sé que estarán bien y en buenas manos. 

espero que algún día me comprendan y me perdonen, realmente espero regresar con ustedes tres mis guardianes del bien. recuerden que el mal siempre asecha a los de voluntad más fuerte, ustedes mismos tienen el poder de proteger la bondad. PROTEJALA Y MANTEGALA CON VIDA Y CON USTEDES. allá fuera se pelean muchas guerras y tendrán que ser fuertes y valientes para poder pelear. 

Recuerden que Dios les da sus peores batallas a sus mejores guerreros. 

Con amor  Cianna 

Con frustración Moad dejo la carta sobre la mesa, esa carta no decía nada, nada que digiera porque se fue, froto sus manos contra su rostro y entre sus dedos miro el pequeño baúl azul en la mesa estiro su mano y lo acerco a él, lo abrió de manera rápida y ruidosa en cuanto lo abrió a primera vista se vean unas cuantas fotografías instantáneas un diario de cuero rojo rubí con las iniciales de su madre. Moad se decido por ver primeros las fotos sacándolas dejando el baúl de a un lado miro la primera foto, era un pequeño Moad y un Cianna embarazada donde Moad tocaba el descubierto vientre de su madre muy sonriente, pero lo que en verdad sorprendió a Moad es que junto a sus pequeñas manos se encontraba la mano de un hombre, volvió a mirar el rostro de su madre y se veía realmente feliz al volver a mirar el rostro de su madre se dio cuenta que tenía algo escrito en su del otro lado de la foto era una fecha con la letra de mamá y el a que decía: foto de nuestro segundo embarazo. LUCAS Y CIANNA ♥. Sorprendido Moad trato de hacer memoria en su infancia, pero en sus recuerdos no encontró nada sobre el nombre de un tal Lucas. 




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