“Es muy importante huir de quien le teme al sol, de quien solo salga de casa en la brisa nocturna…”
Fragmento de:
Canticos del Viento y el Ocaso.
-----O-----
El cielo no se encontraba en su mejor faceta hoy, la nieve que se acumulaba en lo alto hacía que el soplo de hoy sea nublado, incluso un poco más frio de lo usual. No sería raro que uno pensara que nevaría para la brisa nocturna, pero para cuando llegara, el alvinter planeaba estar ya en su casa. Ahora, caminaba entre las personas del mercado cargando consigo una cesta llena de pinebras.
<Sería más fácil si pudiera mandar a Hakon a hacer esto, podría ahorrarme la parte de los chistes estúpidos de Henrik. Pero la impresión de que lo van a estafar me supera> pensaba para sí mismo. Hoy no había nada fuera de lugar en el mercado, a lo mucho uno que otro negocio que por alguna razón decidió no abrir aunque los principales y más importantes siempre se mantenían fieles a sus horarios.
Bajando la cabeza el campesino observó la cesta un momento <La cantidad es la usual, a pesar de haber ido con Hakon no encontramos ni más ni menos, fue lo mismo. No sé si eso es bueno o malo> igual era solo su primera vez, no podía sacar nada de eso. Tendrían que hacer esto unas tres veces más para hacerse una idea de si era más producente o contraproducente llevarlo. Aunque su primera impresión estaba entre pasable tirando a mal.
El Elfo Invernal esquivó a unas humanas que compraban en una tienda de cerámica para seguir de largo, pero entonces sus orejas puntiagudas se movieron alertándole de algo. Se giró y de entre las personas de esa tienda observó a una saliendo para acercarse a él, llevaba demasiado abrigo como si fuera la Luna Eterna más fría en toda la historia; además de unos extraños objetos con cristales negros que cubrían sus ojos.
–¡Ey Kari! ¿Qué tal? –El campesino mantuvo su paso así que ella tuvo que acelerar el suyo para alcanzarlo, al final él no tuvo más opción y se frenó para saludar a la extraña pero agradable chica del mercado.
–Ya sabes, lo de siempre ¿Tu qué haces por aquí? –Se obligó a desarrollar una conversación, no podía ser un viento sucio, ya que al final de cuentas ella le entregó generosamente esa medicina que le permitió a Hakon recuperarse en su mayoría. Si no fuera por su buena obra él seguiría tirado en cama y agonizando.
–Conseguí algo de dinero así que vine a ver que podía conseguir, quería comprarle un lindo recuerdo de cerámica a mi tío ¿me recomiendas alguno?
Los dos atravesaron a las personas del mercado y fueron a sentarse en unas rocas talladas a un lado del camino empedrado. –Si quieres un recuerdo para él te recomendaría otra cosa, un recuerdo en cristal quizás. –Ella levantó las cejas confundidas, claro, se trata de una viento pasajero, ella solo está de paso en el pueblo cuando viene, así que tuvo que explicarle–. Son tallados de madera, suelen ser pequeños o medianos y se colocan dentro de esferas de cristal.
–Ahhh si, ya sé de qué me estás hablando. Ups, yo pensé que eran juguetes para niños o algo así.
–No, todo lo contrario. Pero no recuerdo haber visto que vendan por aquí, deberías ir a la ciudad a conseguir. –Quizás no se tratará de un experto, pero el campesino sabía una o dos cosas al respecto, al final de cuentas a él le gusta mucho tallar madera. No se considera bueno y mucho menos para hacer recuerdos en cristal, pero si tiene tiempo libre seguro intenta tallar algo.
También debido a que nadie en el pueblo se especializa en eso es que él no tiene una buena guía para ayudarlo a mejorar.
La agradable pero extraña chica movió sus piernas de atrás para adelante. –Muchas gracias por ese dato ¿hay algo más que deba saber? ¿Alguna en específico para elegir?
Al Elfo Invernal le cansaba más de lo que esperaba forzarse a socializar, aunque empezaba a descubrir que tampoco le caía tan mal esa humana en particular. –Casi todas son religiosas y no se mucho sobre religión. Te diría que compres alguna de un Vindivus, pero es lo clásico.
–Está bien. Por cierto ¿Qué tal la medicina? ¿Cómo está tu paciente?
–Bien, la medicina puede ser rara pero es más efectiva que cualquiera que haya visto. –Tenía que hacer que su Chispa interna ardiera más para poder mantenerse en la charla.
Ella unió ambas manos. –Qué suerte, cualquier cosa me avisas por favor.
El alvinter asintió con la cabeza y la chica se levantó, para su buena sorpresa parecía estar por marcharse ahora. Solo que en ese instante fue que él se acordó de algo y sintió que sería un buen momento. –Ah ehm, espera…
Ya lista para retirarse ella volvió a mirarlo, a la par acomodó bien sobre su cabeza el gorro de lana que revelaba más frente de la que debería. El cual estaba debajo de una capucha de un material similar a la tela pero que no reconocía, esta chica en si lo confundía tanto. Y le transmitía demasiado calor de solo verla.
–Mi nombre es Raidia –le dijo con un tierno viento saliendo de su boca. El campesino se mordió el labio inferior, le dio un poco de vergüenza que ella se diera cuenta que no recordaba su nombre. Aunque ella no pareció tomárselo mal–. No pasa nada, imagino que para ustedes mi nombre es difícil. A mí me pasó lo mismo con los suyos.
De repente Kari pasó por algo a lo que no está acostumbrado, estaba indeciso, la duda llenaba su interior <¿Debería decirle? Ya la detuve antes de marcharse. Bueno, es una conocida pero no forma parte de mi círculo social, seria perfecta> al final se decidió por hacerlo. –Gracias, ahora no me lo olvidare. Sabes, quería preguntarte una cosa.
Con una sonrisa Raidia volvió a sentarse. –Claro que sí, lo que gustes. –Incluso podría decirse que parecía más emocionada e interesada de lo que estaba cuando se cruzaron.
El campesino se sintió muy incómodo, sentía que no valía la pena gastarse en sus sentimientos. Eso le hicieron creer por tantos ciclos y ahora quería cambiarlo, no podía hacer desaparecer el pensamiento de que sería ridículo y vergonzoso pero buscó en su Chispa interna la fuerza para hacerlo de todos modos; a pesar de eso. –Es que bueno, veras, no sé qué pensaras sobre el amor. Es que hay una persona que pienso que está interesada en mi aunque no estoy muy seguro, la verdad estaría dispuesto a intentar algo si la otra parte quisiera, no sé.