Canto fúnebre de un alma viva

Un alma que habita en la oscuridad y el silencio. (p.2)

Quiero rosas negras en mi funeral, porque son ellas las que me dan vida.

Quiero danzar con el viento cuando sea solo cenizas.

Que miles de velas iluminen mi camino.

Y que la luna, eterna testigo, me acompañe en silencio.

No voy a decir adiós. Porque no quiero morir, voy a renacer de nuevo...

Que en las noches se escuche mi canto, susurrando entre las sombras.

Que cuenten mis historias junto al fuego, bajo el oscuro y azul cielo.

Que mi sombra sea vista por pocos.

Que sientan terror varios.

Que griten cuando oigan mis susurros.

Que se les erize la piel a los vivos, cuando oigan mis risas al verlos temblar.

Mandar señales de que aquí sigo.

Y desaparecer cuando la luz del sol toque los tejados.

Quiero que escuchen las melodías que tanto amé, que todo el mundo lea mis escritos.

Que para todos sea un ritual, y que si alguien se revela, que pase sus noches en gritos.

Porque llegare con la noche fría a llevarme su alma, tan lejos que nadie pueda encontrarla.

Que dancen en mi nombre.

Que les de miedo mencionarme. Que sueñen conmigo.

Provocarles pesadillas.

Que me recuerden con miedo, y otros con adoración.

Que mi nombre se vuelva leyenda, que les cause terror.

Ser lo mas hermoso que hayan visto, y que queden ciegos si hablan de mi sin devoción.

Quiero ser un fantasma de luz brillante, que lleve la oscuridad a los ojos de quienes me creyeron insignificante.

Ser un misterio hasta que lleguen a mi lado.

Y entonces comprendan lo hermoso que es morir y ser eternamente recordado.




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