Quiero rosas negras en mi funeral, porque son ellas las que me dan vida.
Quiero danzar con el viento cuando sea solo cenizas.
Que miles de velas iluminen mi camino.
Y que la luna, eterna testigo, me acompañe en silencio.
No voy a decir adiós. Porque no quiero morir, voy a renacer de nuevo...
Que en las noches se escuche mi canto, susurrando entre las sombras.
Que cuenten mis historias junto al fuego, bajo el oscuro y azul cielo.
Que mi sombra sea vista por pocos.
Que sientan terror varios.
Que griten cuando oigan mis susurros.
Que se les erize la piel a los vivos, cuando oigan mis risas al verlos temblar.
Mandar señales de que aquí sigo.
Y desaparecer cuando la luz del sol toque los tejados.
Quiero que escuchen las melodías que tanto amé, que todo el mundo lea mis escritos.
Que para todos sea un ritual, y que si alguien se revela, que pase sus noches en gritos.
Porque llegare con la noche fría a llevarme su alma, tan lejos que nadie pueda encontrarla.
Que dancen en mi nombre.
Que les de miedo mencionarme. Que sueñen conmigo.
Provocarles pesadillas.
Que me recuerden con miedo, y otros con adoración.
Que mi nombre se vuelva leyenda, que les cause terror.
Ser lo mas hermoso que hayan visto, y que queden ciegos si hablan de mi sin devoción.
Quiero ser un fantasma de luz brillante, que lleve la oscuridad a los ojos de quienes me creyeron insignificante.
Ser un misterio hasta que lleguen a mi lado.
Y entonces comprendan lo hermoso que es morir y ser eternamente recordado.
Editado: 07.08.2025