Prologo

Leonis sabia lo que la muerte había causado en su hermana, su fragilidad desapareció por completo. La paciencia a la vida se convirtió en furia, una furia ciega que la sostenía de pie pocos sabían su secreto y el le había mentido para protegerla de ella misma.

Amaba a Lexi pero tenia claro lo que era y lo que podía hacerle. ¿Tenia miedo? No, pero no podía enfrentar esto solo. Agarro la maleta de la cama y bajo las escaleras con el repetitivo sonido de las ruedas chocando contra la madera, allí la vio , su otra cara de la moneda sentada en el ultimo escalón mirando a la puerta como si esperara a alguien.

Eso le dolió. Porque sabia que nadie cruzaría esa puerta en horas.

Tal vez era un cobarde y se sentía así pero era por el bien de todos abandonarla.

-Enserio te vas-su voz estaba ronca de tanto llorar, sus ojos verdosos rojos e hinchados- Tu eres lo único que me queda Leo

Se le rompió el alma pero debía seguir adelante.

-Volveré Lexi

-Ni se te ocurra llamarme así cuando me abandonas ahora.-espeto, la molestia era clara en su voz- Eres mi hermano Leonis y prometiste siempre estar a mi lado

-A veces no cumplimos nuestras promesas

-Bien-se levanto y subió las escaleras rápidamente-

Los encontraría y así la profecía se podía arreglar.