Capítulo 14
Leonis
1.2.3.4.5…16.17.18.19.20
–Maldición –exclame.
Perdí la cuenta y empecé a tirarlos en el tazón sin mucho detalle.
–¿Por qué separas cereales? ¿Hiciste algo? –su voz dulce inundo la cocina.
Suspire extendiéndole la mano para que se acercara, cuando la tomo envolví mis brazos en su cuerpo.
–Hola bonita
–¿Qué te dio? –pregunto extrañada por mi repentina muestra de afecto.
–¿No puedo ser así sin motivo? ¿Tan mal piensas de mí? –dije dejando besos en su cuello.
–Leo no–se estremeció.
Seguí adueñándome de su cuello hasta que se relajó y me dejo entrar a su mente.
–Si querías información me la pedias–me soltó dando un paso atrás.
–Em…
–No me gusta que uses el vínculo para saber cosas Leonis –se cruzó de brazos haciendo sus senos verse más grandes.
–Bonita
– ¿Qué? –ladeo su cabeza mirándome.
Jodido vínculo y sus efectos. Entrecerró sus ojos esmeraldas llenos de molestia e interés al ver que no hablaba aun.
–Te amo–arreglo un mechón de su cabello rojo que le estorbaba antes de blanquearme los ojos.
Tan madura.
–A mí no me compras con eso no tengo 10…–la tome por la cintura y le di un breve beso– años
–Emily que te diga que te amo no es que te compre, bonita–me incline y deje un beso en su pálida mejilla.
–Idiota
–El amor me pone así
Volvió a blanquear sus ojos para luego tomar mi cara y besarme. Sin previo aviso metió su lengua en mi boca y me beso con urgencia le respondí de la misma manera apretando su trasero y atrayéndola más a mí para que sienta como me pone. Eso me gustaba de mi chica no temía ser ruda y le gustaba que fuera así, decía que odiaba las cursilerías pero se derretía cada vez que llegaba a su puerta con un obsequio.
Acaricie su espalda por arriba de la tela y me deleite pellizcando sus pezones y tragándome sus gemidos contra mi boca. Mis sentidos se apagaron y el aire empezó a faltar, me separe de ella y la vi sonreír maliciosamente. El aire seguía abandonando mis pulmones con cada segundo mi respiración se pausaba empecé a boquear intentando que volviera, manos en mi garganta la mire suplicante y movió su mano dejando que volviera. Fue un alivio cuando sentí el cosquilleo en mi interior y cerré los ojos dejando de toser.
–¿Em?
–Por entrar a mi mente sin permiso, amor–se puso de cuclillas a mi lado y dejo un beso casto en mis labios y se alejó.
Me incorpore para verla sentada en uno de los taburetes de la cocina comiendo del cereal que separaba para Alexis. Desde pequeña había preferido los rosados y verdes dejando de comerse el resto, se había vuelto una tradición cada vez que discutíamos separar el cereal y llevarle un plato para poder conversar. Ella mientras que comía era más dócil y no quería lanzarme nada.
–¿Por qué discutiste con Lex? –pregunto recorriéndome con la mirada.
–Por su rollo con Micah
–¿Ella se mete en tus relacione? –negué– Entonces déjala probar con él no le hará nada y si lo hace yo misma me encargare de darle un merecido a mi primito
–¿Te he dicho lo sexy que te vez amenazando? –sonrió.
–Bobo–tomo el tazón y empezó a separar el cereal –Lexi es inteligente y no siempre puedes meterte en sus relaciones, la conozco y lo conozco a él.
–A ella le interesa y a él le intriga hasta que eso no se acabe seguirán haciendo lo que hagan sin importar lo que le digamos.–continuo– Por alguna razón Dimus no lo quería cerca y eso solamente lo incentiva a coquetearle mas no digo que sea solo un capricho.
–¿Por qué no quiere? –pregunte interesado.
Si Dimus no quería que estuviera cerca era que sabía algo o le atraía también mi hermana. Y conociéndolo era casi seguro que sabía algo que no le quería decir al resto.
–Es Dimus solo quiere molestar–se encogió de hombros pasándome el tazón–¿Te quedas hoy en mi casa?
–Asentí– Sí, quiero revisar algunas cosas–se empezó a reír y me movió de la silla sentándose en mis piernas.
–Estúpido…Imbécil…Pendejo…Y Sexy Inhumano–Dijo besándome–Ve a por Lex–dejo un beso en mu barbilla parándose.
Subí las escaleras alentado por los ojos esmeraldas tras de mí, dijo que se iría en cuanto entrara a la habitación de mi hermana. Camine el largo pasillo deteniéndome en la puerta de roble frente a mi habitación, toque cuatro veces dándole a entender que era yo.
–Pase–se escuchó al otro lado.
Abrí la puerta y la encontré mirando por la ventana. La habitación oscura me recibió, la luna traspasaba la gran ventana dando un poco de luz y al acercarme pude notar que eso no era lo que más brillaba en la habitación. Pequeñas esferas de luz salieron de sus manos y danzaban en el aire. Luz en la bola de oscuridad en que estábamos, parecían estrellas en una noche sin luna. Esforzándose por brillar hasta no poder más.
–Estas manejándolo–dije asombrado.
–Micah me enseño esto–murmuro sin dejar de observar por la ventana.
–Parecen estrellas–su vista se apartó un momento y se posó en mi– ¿Eso intentabas? –asintió.
Tome una de ellas entre mis manos tapándola pero sin aplastarla, la lance al aire haciendo que se quebrara en pequeños putos luminiscentes. Tome otra y repetí el mismo proceso.
–Inténtalo–la alenté haciendo que una pequeña esfera se moviera cerca de su rostro.
La toco con uno de sus dedos y creció un poco antes de explotar en pequeños puntos no más grandes que una luciérnaga. Sonrió y esta vez la sonrisa llego a sus ojos idénticos a los míos.
–¿Quieres que te enseñe un truco?
–Por favor–su vista estaba fija en las luces sobre nuestras cabezas moviéndose como si tuvieran vida propia.
Moví mis manos reuniendo todas las partículas le luz cerca formándose una gran esfera frente a mí, la tome con mis manos y le guiñe antes de apretarla. Las pequeñas estrellas se reubicaron inundando toda la habitación pero ahora en medio de ellas brillaba un “perdóname Lex”.
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Editado: 30.08.2021