Capítulo 18
Alexis
Me queje una y otra vez ante el interés de mi amiga de a dónde iba. Ni sabía para que insistiera si conociéndome no le soltaría nada sino quejas. Me levante del escalón cuando escuche la puerta abrirse pero Emily corrió adelantándoseme por lo que acelere mi caminar.
–Primo primito que tanto amo y valoro–dijo abrazando al pelinegro.
–¿Qué quieres Lys? –sonrió, incomodo.
–Preguntarte a donde vamos–solté.
–Claro que no–se quejó y siguió apretando a Micah–Solo expreso mi amor y luego pregunto. –me saco la lengua y yo le repetí el gesto haciendo que soltara al chico.
–Me siento usado–dramatizo mirando a Em–Listo gudinna?
–Lista Micah–sonreí ante el apodo.
Se acercó a mí y dejo un beso en mi mejilla pero eso no me era suficiente. Mire a nuestra espectadora brevemente antes de tomar su cara y darle un beso de verdad. Me tomo de la nuca intensificando el beso y lo deje entrar. Escuche una queja de Emily y disfrute de los labios de su primo un rato más antes de soltarlo.
–Ya salude y me despedí ahora vámonos–dije caminando hacia la puerta antes que ninguno de los presentes digiera algo.
Solo hice lo que me provocaba y no quería preguntas por parte de mi amiga, no quería que nadie se metiera en mi lio con Micah y hasta las rocas opinaban ahora.
–Muévete–me queje fuera de la casa.
–No te metas en problemas–escuche gritar a Emily decirle antes de cerrarle la puerta en la cara.
– ¿Y eso? –pregunto guiándome a una motocicleta.
–Me provocó–me encojo de hombros–¿Moto? ¿Enserio?
–Me gustan
–Eres tan cliché–me burle.
–Pero te gusto así de cliché
–No diré nada–solté poniéndome el casco.
–No tienes que decirlo cuando tu cuerpo lo hace–rodé los ojos maldiciendo internamente cuando se acercó a mi rostro– Sé que te gusto, rubia–rozo sus labios brevemente con los míos–Y a mí también me gustas–agrego en su susurro.
–Estúpido –me queje jalando su cabello para acercarlo a mí–Pero no diré nada repito–escondí mi cabeza en su cuello lamiéndolo antes de clavar mis colmillos y absorber un poco logrando que suelte un jadeo–Esto si me gusta–sonreí dejando un casto beso en sus labios– Tan rico como un vino
–Mejor que eso, gudinna–reí subiéndome tras el en la moto–Manos tranquilas porque me harás volcar la moto.
Entre bromas y bromas decidió arrancar dándome un breve tour por la ciudad que conocía desde niña, las calles de Londres estaban repletas a esta hora pero se las arregló para que el tráfico no sea una incesante tortura. Se detuvo en un viejo galpón que parecía muy custodiado para ser solo eso.
–Es aquí–soltó bajando.
–En un galpón–dije intrigada cuando me ayudaba con el casco–Uno muy viejo ¿Enserio?
–No seas juzgona y abre bien los ojos ¿Qué ves?
–Un viejo galpón –repetí la obviedad ganándome una mirada del y una indicación.
Intente hacer lo que dijo observando detenidamente el lugar pero seguía siendo para mí un sucio y viejo gran galpón. Se puso detrás de mí y susurro algo en un idioma extraño. El mismo lugar se extendió solo que ahora podía ver la inundación de personas dentro.
–Precepción–respondió a mi silenciosa pregunta tendiéndome la mano–No hables hasta que estemos adentro ¿ok?
– ¿Porque me quedaría callada?
–Alexis–se quejó.
–Bien–cedi no del todo segura.
–Vamos
Me quede callada de mala gana mientras caminamos hacia la puerta, lo observe conversar con un anciano en la puerta que al rato giro la llave dejándonos entrar.
–Primera puerta–susurro y le sonrió al siguiente.
–Micah–exclamo alegre.
–Hola–dijo secamente.
–Creí que volverías en unos días
–Tengo algo de trabajo todavía–la chica se fijó en mi por primera vez–Ella ayudara
–Me pondré celosa–se quejó girándose para abrir la puerta.
–Cállate Edna
–Disculpa la ofensa príncipe–bromeo tirando su cabello negro de lado y apartándose.
–No me digas de esa manera–digo entrando por lo que lo seguí.
Hice un ademan de hablar pero me silencio.
–Idiota–escuche la voz de la chica a lo lejos.
Caminamos el largo pasillo y me di cuenta de que el sitio era mucho más extenso de lo que aparentaba, las viejas y mugrientas columnas pararon cuando la puerta corrediza se abrió dejando a la vista un moderno lugar lleno de máquinas. Micah desfilo el lugar saludando a todos con asentimientos hasta que llegamos a otro pasillo y bajamos unas escaleras. Lo observe mirar a su alrededor ante de que una capa de su poder se extendió cubriéndonos antes de desaparecer.
–Ya puedes hablar
–Si me vas a decir que perteneces a un grupo ruso me voy–solté mirándolo con determinación.
–Esto es de nuestro gobierno, rubia
–¿Tuyo o Mío?¿A dónde me trajiste?
–Bienvenida a centro de operaciones 00459 de nuestro gobierno–remarco acercándose a la última puerta–De seres sobrenaturales
–¡Oh por Dios estoy en un secta sobrenatural! –exclame asombrada
–No es una secta Alexia
–¡Estoy en una secta! –seguí
–¡Que no joder! –grito
–Ay bueno pero no te enojes–me burle sonriéndole–- Ok, centro de operaciones no se cuanto
Entramos por fin al lugar y encendió la luz. Las pequeñas bombillas iluminaron la habitación tenuemente y pude ver dos celdas improvisadas. Curiosa me acerque a una de ellas y logre ver un hombre fornido encadenado a la pared gruñirme. Ok eso es raro.
–¿Y tú misión es? –Pregunte mirando al hombre golpeado que seguía gruñéndome– ¡Micah!
–Torturarlos, matarlos, despellejarlos, atormentarlos…
–Entendí–lo interrumpí– Curioso
–¿Curioso? –dijo analizando mi reacción.
–Tu trabajo–aclare
–Curioso–repitió
–Si esperabas que llorara y te suplicara que no lo hagas te equivocaste de chica–dije con aburrimiento mostrándole mis dientes al prisionero
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Editado: 30.08.2021